Trump se autoproclama como ‘unificador’, ¿lo será?
En una entrevista con el canal británico ITV, Donald Trump criticó comentarios emitidos por el Primer Ministro de ese país David Cameron y por el recientemente elegido alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Trump negó ser alguien “divisivo” y más bien aseguró ser una persona que unifica, ante las críticas recibidas de Cameron y Khan con respecto a sus propuestas en torno a la migración y las minorías en Estados Unidos.
“Sobre lo de divisivo, yo no creo que sea una persona divisiva, soy un unificador, a diferencia de nuestro actual presidente, soy un unificador”
¿Cómo determinar si alguien divide o unifica?
Obviamente no existe un simple índice para determinar qué tan divisivo o unificador es alguna persona o, en este caso, un dirigente político. Sin embargo, podemos tomar diversas encuestas y el agrado o rechazo (y el nivel de rechazo) que alguien genera, el respaldo que tiene de su propio partido, declaraciones que ha emitido o antecedentes de personas en posiciones similares, para confirmar o desmentir si Donald Trump es un unificador o no.
Para confirmar su propia teoría, no parece ser un buen comienzo que en la misma entrevista en la que dice ser alguien que une, Trump haya asegurado que el Reino Unido ha sido un “gran aliado” de Estados Unidos pero que debido a los comentarios del Primer Ministro David Cameron “parece que no vamos a tener una relación muy buena”, de llegar a ser el presidente estadounidense.
¿Qué dicen las encuestas nacionales sobre Donald Trump?
Los números desfavorables en contra de Hillary Clinton serían históricos para candidato alguno a la presidencia de Estados Unidos, si no fueran superados notablemente por los de Trump. De acuerdo a un análisis de Harry Enten del portal FiveThirtyEight.com, para comienzos de abril el multimillonario recibía opiniones muy desfavorables de 53% de los estadounidenses, por 37% de Clinton.
Ambos tienen un rechazo superior al de cualquier otro aspirante a la presidencia del pasado reciente estadounidense: en su lucha por la reelección, George W. Bush tenía 32.5% de opiniones muy desfavorables, mientras que Obama estuvo entre 23.7% en 2008 y 27.7% en 2012.
En algunos de los estudios de opinión nacionales más recientes se confirma tal tendencia. 61% de los consultados dijo tener una opinión negativa de Trump en una encuesta del Public Policy Polling hecha a comienzos de mayo, misma cifra negativa que obtuvo el aspirante republicano en otra encuesta de Suffolk University a finales de abril.
En abril, un estudio de ABC y el Washington Post mostró que Trump tenía opiniones desfavorables de 67% de los estadounidenses, el tope histórico de cualquier serio contendor a la presidencia en cualquier momento del año de la elección.
Problemas entre republicanos
Aunque ha ganado respaldos de parte de dirigentes de su partido en las últimas dos semanas, Trump todavía no parece encaminado a unificar a su propio partido para las elecciones de noviembre. En una encuesta de CNN/ORC International de finales de abril, 19% de seguidores del partido republicano dijeron que estarían “molestos” si Trump fuera el candidato de su partido, y 14% dijeron que no estarían satisfechos, para un 33% acumulado.
Apenas 7% de los republicanos consideran que su partido está unido en la actualidad, y 49% dijeron que el partido está dividido y continuará dividido hasta la elección en noviembre.
En un estudio de Pew Research Center en marzo entre seguidores republicanos, apenas 38% consideraron que el partido se uniría detrás de la candidatura de Trump, y 56% dijeron que las diferencias harían que muchos no apoyarían su candidatura. Ni Bob Dole en 1996, ni John McCain en 2008 ni Mitt Romney en 2012 tuvieron cifras ni remotamente tan negativas.
Liderazgo del partido reacio
Luego de que Trump se convirtiera en el presunto candidato republicano a la Casa Blanca, el Presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, dijo que no podía todavía darle su apoyo, una posición que no cambió una semana después cuando ambos se reunieron en Washington, D.C., a pesar de que los dos consideraron el encuentro positivo.
La postura de Ryan es muy distinta de las vistas en otras elecciones recientes. En 2012, el entonces líder de la Cámara, el republicano John Boehner, dio su respaldo a Mitt Romney el 17 de abril, más de una semana antes de que éste se convirtiera en el “presunto” nominado del partido, título que ostenta Trump desde hace dos semanas.
En 2008, Boehner, entonces líder de la minoría republicana en la Cámara, dio su respaldo a John McCain el 13 de febrero, cuando el senador había sacado una amplia ventaja a sus rivales de partido, pero semanas antes de que se retiraran los demás aspirantes. Quien entonces era la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no dio un respaldo anticipado a Barack Obama, pero sí dijo que quien tuviera la mayor cantidad de delegados recibiría su apoyo.
Minorías en contra
Con quien más problemas parece tener Trump es con los grupos minoritarios y con las mujeres. Sus declaraciones sobre la inmigración, sobre los hispanos y sobre los musulmanes no parecen haber caído bien dentro de estos grupos de votantes.
Para febrero, según un estudio de Univision, 80% de los hispanos tenía una opinión desfavorable de Trump, incluso con 72% diciendo que tenía una opinión muy desfavorable. En marzo, Gallup colocó la cifra en 77%, incluyendo 60% de rechazo por parte de hispanos republicanos.
También Gallup midió en 70% la opinión desfavorable de las mujeres hacia Trump, 12 puntos por encima de la de los hombres, e incluyendo también a casi la mitad de las mujeres que se consideran republicanas.
Veredicto
Nada en su campaña ha parecido mostrar que Donald Trump es un dirigente político de unidad, por lo que consideramos su planteamiento una mentira. Está muy lejos de unir al país, e incluso parece tener resistencia importante dentro de su partido, muy superior a la vista en el pasado reciente.
Curiosamente, a pesar de considerarse un unificador, semanas atrás fue el propio Trump quien afirmó que no cree que el partido republicano tenga que estar unido respaldándolo a él.