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Demócratas mantienen comparación engañosa sobre los emails de los antecesores de Clinton

“Pienso que no habrá un enjuiciamiento. Y pienso que eso significa que ella hizo lo que muchos secretarios de estado han hecho en el pasado. Ella publicó más emails, y más páginas de emails y más registros que cualquiera de sus predecesores en la secretaría de estado, incluso antes de que fuera candidata a presidente”

–  Senador Sherrod Brown, demócrata de Ohio en entrevista con ABC, 3 de julio de 2016

En una reciente entrevista, el Senador Brown usó la defensa habitual de los seguidores de Hillary Clinton sobre los registros de emails que ella publicó en comparación con sus antecesores. La respuesta de Brown vino tras la pregunta de Martha Raddatz de ABC sobre la reunión de 30 minutos que mantuvieron la Fiscal General Loretta Lynch y el ex Presidente Bill Clinton en la rampa de un aeropuerto en Phoenix, mientras una investigación del FBI sobre el uso de un email privado de Clinton estaba en progreso.

Aunque la cita es de Brown, la comparación de Clinton con sus antecesores es usada ampliamente por sus seguidores y aliados y por la propia Clinton. Es algo que muchos lectores han preguntado esta semana a la luz de la decisión del FBI de no recomendar cargos criminales en contra de Clinton. Por eso mostramos los comentarios de Brown como un ejemplo.

El año pasado, cuando la controversia de los emails de Clinton surgió, analizamos este argumento y le otorgamos tres pinochos (casi mentira) con la información que teníamos disponible en ese entonces. La Oficina del Inspector General del Departamento de Estado publicó un reporte en mayo de 2016 que describió en gran detalle cómo los secretarios de estado desde Madeleine Albright usaron comunicaciones de email, y si mantuvieron registros. Por eso le damos una nueva revisión.

El Senador demócrata Sherrod Brown (Foto de Angelo Merendino/Getty Images)

El Senador demócrata Sherrod Brown (Foto de Angelo Merendino/Getty Images)

Los hechos

Desde el inicio de la controversia de los emails, muchos congresistas demócratas han defendido a Clinton diciendo que ella entregó más registros que cualquier otro antecesor en el Departamento de Estado. El congresista Adam Schiff (California), quien la defendió usando este argumento, continúa comparando a Clinton y Collin Powell. FactCheck.org halló que Schiff modificó los hechos en su más reciente declaración.

El inspector general halló que el requerimiento de administrar y preservar emails ha sido consistente desde al menos 1995, pero políticas específicas relativas a los métodos de retención de registros han evolucionado con el tiempo. El personal de Brown indicó que el inspector general concluyó “debilidades sistémicas, de mucho tiempo, relacionadas a los registros electrónicos y a las comunicaciones han existido dentro de la Oficina del Secretario, que van mucho más allá del período de cualquier Secretario de Estado”.

El reporte explora en detalle las prácticas de Clinton, Condoleezza Rice, Powell y Albright, así como el actual secretario de estado, John Kerry, y las regulaciones bajo cada uno.

La tecnología ha evolucionado rápidamente desde que Albright fue secretaria de estado, y también lo han hecho las políticas del departamento. El liderazgo del Departamento de Estado ha sido generalmente “lento para reconocer y manejar efectivamente” los riesgos y requerimientos para las comunicaciones electrónicas.

El ex Secretario de Estado Collin Powell (Foto de Win McNamee/Getty Images)

El ex Secretario de Estado Collin Powell (Foto de Win McNamee/Getty Images)

El caso de Clinton no es una comparación manzanas con manzanas con sus predecesores por dos grandes razones: ella fue la única en haber operado únicamente en un servidor de email privado, y ella tuvo acceso a más registros electrónicos que sus predecesores.

Albright nunca usó un email para trabajar. Rice no usó un email personal para el trabajo, y no usó mucho email en general. Por lo que es complemente engañoso comparar a Clinton con Rice o Albright, quien ni siquiera tuvo una cuenta de email hasta después de salir del Departamento de Estado.

Todo eso lleva a un único antecesor, Powell. Él fue el único otro secretario de estado en regularmente usar email, de hecho, él usó una cuenta de email personal de un servidor comercial de Internet.

Clinton publicó más emails que Powell. Según el Departamento de Estado, un representante de Powell confirmó en marzo de 2015 que Powell no retuvo sus emails o hizo copias impresas antes de que su período finalizó en 2005. El personal de Powell ha dicho que su cuenta fue cerrada, y que Powell ya no tiene acceso a ella.

“La cuenta que él usó ha estado cerrada por varios años. A la vista de nuevas políticas emitidas en 2013 y 2014 y una carta de diciembre de 2014 del Departamento de Estado sugiriéndonos sobre estas políticas, estaremos trabajando con el departamento para ver si alguna acción adicional es requerida”, dijo el equipo de Powell en un comunicado a Politico el año pasado.

El Departamento de Estado solicitó al personal de Powell revisar con el servicio de Internet o el proveedor del email de su antigua cuenta a ver si podían recuperar los emails de 2001 a 2005. Pero hasta el mes de mayo el equipo de Powell no ha dado ningún registro al departamento.

Cinco ex secretarios de estado (Foto de Chip Somodevilla/Getty Images)

Cinco ex secretarios de estado (Foto de Chip Somodevilla/Getty Images)

El inspector general señaló específicamente a Clinton, Powell y Scott Gration (embajador en Kenia en 2011 y 2012) por uso exclusivo de emails privados. Además de criticar duramente el uso de Clinton de un servidor privado (diciendo que ella no había pedido permiso del Departamento de Estado y que no hubiera recibido aprobación si hubiera preguntado), el inspector general también criticó a Powell por el uso exclusivo de un email personal.

Pero el inspector general también halló que “las políticas tecnológicas y de seguridad de la información eran muy fluidas durante el período del Secretario Powell” en el Departamento de Estado. Luego de que Powell se fue en 2005, y hasta 2011, las guías para usos de email privado eran “considerablemente más detalladas y más sofisticadas”.

En 2002 había un nuevo requerimiento para los usuarios de email de “determinar el significado y valorar la información creada en sistemas de emails y determinar la necesidad de preservar esos mensajes que califican como registros”. Las reglas para sistemas de información no gubernamental para el Departamento de Estado fueron establecidas en mayo de 2004, hacia el final del período de Powell.

El uso de email de Clinton debería ser evaluado en el contexto de la guía más clara bajo su período, y de varios memorándums “específicamente discutiendo la obligación” para que los funcionarios usaran sistemas del departamento en la mayoría de las circunstancias, indicó el reporte. “Las prácticas de ciber-seguridad de la Secretaria Clinton deben ser evaluadas a la vista de estas directivas más amplias”, indica el reporte.

Sobre la cita de Brown en la entrevista con ABC, su portavoz Jennifer Donohue dijo que el senador estaba comparando el récord de Clinton de publicar sus registros, emails y otros, en comparación con su rival republicano Donald Trump. En el contexto de la entrevista completa, durante la cual Brown resaltó diferencias políticas entre Clinton y Trump, Brown estaba dando a entender que Clinton ha sido más transparente con sus pagos de impuestos y en detalles de sus políticas que Trump, y estaba citando la publicación de sus emails como ejemplo, dijo Dohonue.

“Se ha reportado extensamente que la Secretaria Clinton publicó miles de páginas de emails y secretarios de estado previos no lo han hecho. El hecho es que el público, la prensa y los historiadores tendrán más información disponible sobre el trabajo de la Secretaria Clinton en el Departamento de Estado que no está disponible sobre otros secretarios”, dijo Donohue. “Pero el punto más importante que el Senador Brown hizo el domingo en la entrevista es que cuando se trata de transparencia, los estadounidenses saben mucho más sobre Hillary Clinton que lo que saben de Donald Trump (…) Donald Trump ha dependido notablemente en la retórica ante la ausencia de propuestas políticas sustanciales”.

Veredicto

La comparación que los aliados y seguidores de Clinton hacen sobre el número de emails que ella entregó en comparación con sus predecesores es engañosa, y carece significativamente de contexto. Este argumento asume una comparación directa entre Clinton y sus predecesores, pero que no es aplicable.

El reporte del inspector general confirmó que Clinton debería ser juzgada basándose en las circunstancias y reglas aplicadas a ella mientras fue secretaria, ya que las reglas eran mucho más claras y sofisticadas durante su período. Albright no tuvo email hasta después de dejar su cargo. Rice raramente usó emails mientras fue secretaria de estado. Por lo que, por definición, ellas dos tenían muchos menos registros de emails que entregar.

La única persona que usó emails regularmente antes que Clinton fue Powell. Powell sí usó una cuenta personal en su trabajo, y por su propia admisión ya no tiene acceso a la cuenta que usó entonces. Por eso, mientras que Clinton entregó más registros de emails que él, ella era la única en la obligación de hacerlo a petición del Departamento de Estado. Esto no absuelve a Powell por no poder ubicar sus registros una década después, pero las reglas para retención de emails privados y el uso de email no del departamento en general eran mucho menos claras bajo Powell.

Aún más, Clinton fue la única secretaria de estado en conducir sus asuntos oficiales únicamente con un servidor privado, lo cual hace su caso mucho más única e incomparable con aquellos que vinieron antes de ella. Le damos a esta comparación tres pinochos (casi mentira).

*Nota: este texto es una traducción adaptada de un artículo que se publicó originalmente en el Washington Post el 8 de julio de 2016, bajo el titular “Democrats still-misleading claim comparing Clinton emails to her predecessors”.

En el Detector de Mentiras publicamos esta versión traducida y adaptada con autorización del Washington Post. Sus fact-checkers mencionan pinochos haciendo referencia a la escala que usan para juzgar la veracidad de lo afirmado. Tres pinochos equivalen a casi mentira.


Los latinos no quieren a Trump pero, ¿le tienen confianza a Clinton?

En el Detector de Mentiras ya hemos evaluado el amplio rechazo de la comunidad latina hacia Trump, y la falta de progreso del virtual nominado republicano con ese creciente sector del electorado de Estados Unidos.

Lo que queremos saber ahora es si Hillary Clinton ha podido aprovechar esa situación, para ganarse un convincente respaldo de los hispanos, tal como ha ocurrido con los candidatos demócratas a la presidencia durante las más recientes elecciones.

¿Tiene Clinton una cómoda ventaja entre los votantes latinos?

Sí. Aunque son pocas las encuestas en las que han sido consultados un número representativo de latinos, en todas aparece Hillary Clinton con una amplia ventaja sobre Donald Trump. En los siete estudios más recientes, Clinton tiene en promedio 65.7% de respaldo, frente a 21.8% de Trump.

Sin embargo, hay un par de asuntos que pueden generar preocupación en la campaña de Clinton. Por una parte, la alta cifra de intención de voto no llega al tope obtenido por Obama en 2012, de 71% del voto latino a nivel nacional. Por otra, una buena porción de los latinos encuestados luce indeciso o prefiere decantarse por alguna opción alternativa a Clinton o Trump.

De hecho, en tres de las encuestas en las que se agrega a otros candidatos (Gary Johnson del partido Libertario y Jill Stein del partido Verde), Clinton pierde considerable respaldo latino. Por ejemplo, en el estudio de USA Today/Suffolk publicado a comienzos de julio, la intención de voto a Clinton entre latinos baja de 64% a 52% cuando se añaden a los otros dos candidatos, mientras que Trump sube de 27% a 30%.

Mejor que Trump, peor que Obama

Aunque se ve bien frente a su rival republicano, la confianza de los latinos por Clinton sigue por debajo de la que todavía le profesan a Obama, tras casi ocho años de gobierno.

El estudio de USA Today/Suffolk indica que tan sólo 53% de los latinos tiene una imagen favorable de Clinton, frente a 71% que tiene imagen favorable de Obama. Para suerte de los demócratas, tan sólo 28% de los latinos tiene una imagen positiva de Trump en este estudio.

Según IBD/TIPP, los latinos tienen en la misma proporción una imagen favorable que una desfavorable de Clinton, 49% y 49%, aunque 59% la consideran una persona honesta y confiable. El estudio de Public Policy Polling (PPP) es más optimista, dándole 62% de imagen favorable entre latinos, aunque sigue estando lejos del 77% de latinos consultados que dicen aprobar la gestión de Barack Obama.

Convincente dominio en las primarias

Clinton se basó en las minorías para superar a Bernie Sanders en las primarias demócratas. Y aunque la clave pareció estar sobre todo en su alta popularidad entre afroamericanos, diversas cifras indican que también gozó de una sólida ventaja entre los votantes latinos.

En cinco de las primarias con más presencia latina, en las que se hicieron exit poll, Clinton promedió 59.4% de respaldo entre los hispanos consultados, frente a 40% del senador por Vermont. En Texas logró su mayor respaldo, 71%, mientras que en los caucus de Nevada perdió el voto latino, 45% frente a 53% que obtuvo Sanders.

Al revisar los resultados oficiales de las primarias demócratas en los 33 condados de Estados Unidos en los que más de 60% de la población es de origen latino, se ve más claramente la preferencia por Clinton. La ex secretaria de estado ganó en los 33 condados, con un promedio de 65.7% de los votos, frente a 27.8% de Sanders. En los siete condados en donde la población latina supera el 90%, todos en Texas, el respaldo a Clinton fue incluso mayor: 72.37% de los votos.

Veredicto

Consideramos casi verdad que los latinos muestran confianza hacia Clinton. Sin duda la comunidad hispana indica que votará mayoritariamente por ella en noviembre y, en líneas generales, poco más de la mitad parece tener una imagen favorable de la ex secretaria de estado.

Sin embargo, también una buena porción de latinos luce poco convencido de los dos principales candidatos a la presidencia, y muestra agrado por opciones alternativas o sigue indeciso. También es evidente la distancia que hay entre la confianza que los hispanos muestran a Obama y la que profesan por Clinton, lo que al día de hoy hace dudar que Clinton pueda repetir el 71% de voto latino que obtuvo el actual presidente en 2012.