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¿En quién creen menos los votantes: CNN o Hillary Clinton?

Tan sólo en un día, el lunes 1 de agosto, el candidato presidencial republicano Donald Trump lanzó 11 mensajes a través de su cuenta de Twitter criticando el trabajo de la cadena de noticias CNN.

Trump denunció al canal por presunta parcialización en favor de Clinton, criticó su cobertura de la campaña y aseguró que la credibilidad del medio era casi tan baja como la confianza de la gente en Clinton.

“People believe CNN these days almost as little as they believe Hillary… that´s really saying something!”

¿Qué tan baja es la confianza en CNN?

Un estudio del Pew Research Center en 2014 señaló que CNN era la fuente de noticias en la que más confiaba la población estadounidense, con 54% de confianza. El estudio advierte, sin embargo, que la cifra puede estar un poco abultada gracias al reconocimiento que tiene el nombre de CNN, algo similar a lo que ocurre con otros de los medios que más confianza reciben: ABC, NBC; CBS y Fox News.

Si se toma en cuenta un porcentaje únicamente entre quienes dicen conocer al medio de comunicación, CNN se volvió a colocar al tope, con 57% de confianza, seguido en este caso de la radio pública NPR.

La cadena de noticias queda bien parada también si se toma en cuenta a quiénes confían y quiénes desconfían en ella, aunque en este caso pierde el primer lugar: 54% de los encuestados confían en CNN, y 20% no lo hacen. Es una diferencia notable si se compara, por ejemplo, con el canal británico BBC, 36% de los encuestados le confían y  7% desconfían, mientras que un grupo grande no lo conoce.

La credibilidad en los medios es muy inferior

Irónicamente, cuando se pregunta a la población sobre su opinión de los medios en general, los números son mucho peores que los de CNN. En 2015, sólo 40% de los consultados por Gallup dijeron tener mucha o algo de confianza en los medios de comunicación masivos, igualando la cifra más baja en casi 20 años.

Un año antes, tan sólo 18% de los consultados decían tener mucha o bastante confianza en las noticias que veían en televisión, ligeramente inferior a la confianza que se tenía en las noticias de Internet (19%) y los periódicos (22%).

En ambas encuestas, la identidad partidista y la ideología influyen en la opinión sobre los medios: en 2015, 55% de los demócratas dijeron tener confianza en los medios masivos, por apenas 32% de los republicanos. En 2014, sólo 15% de los liberales dijeron tener confianza en las noticias televisivas, por 19% de los conservadores.

Clinton: menos confianza que CNN

En la más reciente encuesta de CNN/ORC, a pesar de que Clinton saca una ventaja de nueve puntos porcentuales sobre Donald Trump en el cara a cara entre ambos candidatos, la demócrata tiene unos números muy bajos entre quienes la perciben honesta y confiable: apenas 34% de los consultados la ven así.

Más baja es la cifra en el estudio de The Economist/YouGov de mediados de julio: tan sólo 25% de los consultados consideran honesta y confiable a la candidata, frente a 60% que piensan lo contrario. Incluso entre los votantes demócratas, menos de la mitad (49%) considera honesta y confiable a Clinton.

Cualquiera de las cifras que se tome, la candidata demócrata parece tener menos credibilidad que CNN, aunque más que los medios televisivos si se toman como un todo.

Veredicto

Lo que dice Trump es mentira. Aunque las encuestas citadas son distintas, las cifras de confianza en Hillary Clinton son lo suficientemente bajas como para estar por debajo de la credibilidad de CNN, canal de noticias que se ha convertido en uno de los objetivos favoritos del candidato republicano.

Incluso los medios como un todo parecen tener mayor credibilidad que Clinton, al menos en algunos estudios.

Este ataque falso de Trump no es una buena noticia para la candidata demócrata, cuya baja credibilidad la ha afectado a lo largo de la campaña. Lo irónico es que la credibilidad de Trump está por debajo de la de CNN… y muy cerca de la de Clinton: apenas 35% lo consideraron honesto en la encuesta de CNN/ORC y 28% en el estudio de The Economist/YouGov.


El mito de las convenciones: ¿ayudan a los candidatos en las encuestas?

Finalizadas las convenciones nacionales, tanto del partido republicano como del partido demócrata, es habitual escuchar y leer análisis sobre el impulso que dan estas reuniones partidistas a los candidatos en las encuestas.

Se piensa que la amplia atención que reciben los candidatos presidenciales (en torno a 35 millones de personas vieron en directo los discursos de Donald Trump y Hillary Clinton por televisión), aumenta su popularidad, al menos momentáneamente, hecho que se conoce como el “campaign bump”.

Pero, ¿existe realmente un cambio en la intención de voto hacia los candidatos a la presidencia antes y después de las convenciones?

Unas encuestas dicen que sí, otras dicen que no

La amplia cantidad de encuestas, y la frecuencia con la que son publicadas, puede complicar el análisis de quien busca confirmar si un candidato mejoró o no luego de su convención. Por ejemplo, The Economist/YouGov publicó tres encuestas recientemente: una antes de las dos convenciones, otra tras la convención republicana y una más tras la convención demócrata. En las tres se observan resultados similares: Clinton obtiene 45, 47 y 46%, y Trump 41, 42 y 43%, respectivamente.

Algo parecido ocurre con Public Policy Polling, cuyas encuestas a finales de junio, y a finales de julio, antes y después de las convenciones, tienen una mínima variación: Clinton subió de 48% a 50%, y Trump de 44% a 45%.

Las encuestas de CNN/ORC representan el escenario opuesto: antes de las dos convenciones, Clinton tenía una ventaja de siete puntos (49%-42%); tras la convención republicana, Trump remontó y se colocó tres puntos arriba (45%-48%), y luego del final de la convención demócrata, Clinton retomó una cómoda ventaja, de nueve puntos (52%-43%).

En promedio, Clinton ganó las convenciones

Si sacamos un promedio de las siete últimas encuestas nacionales antes del inicio de las convenciones, Clinton tenía ventaja de dos puntos porcentuales, 44.28% vs 42.28% de Trump.

El candidato republicano sí pareció gozar de cierto éxito tras su convención, ya que, de las seis encuestas hechas entre el final del encuentro republicano y el inicio de la convención demócrata, Trump apareció en ventaja en cuatro de ellas, y en promedio tomó la punta de la lucha por la Casa Blanca: 45% para Clinton y 46.16% para Trump.

Sin embargo, cuatro estudios de opinión hechos íntegramente tras el final de la convención demócrata muestran que Clinton fue la que más sacó provecho a las reuniones de los partidos: la candidata promedió en esas encuestas 48.75% de intención de voto, frente a 43% de Trump.

Si comparamos con las encuestas hechas antes de que empezaran las dos convenciones, Clinton habría subido 6.5 puntos porcentuales, mientras que Trump ganó poco menos de 1 punto.

Los menos interesados comienzan a prestar atención

“La mayoría de los estadounidenses no están interesados en la política la mayor parte del tiempo”, asegura el Dr. Michael Traugott, investigador y profesor del Centro para Estudios Políticos de la Universidad de Michigan. “Los independientes, por definición, en buena medida no tienen un interés en política. Son los últimos en tomar una decisión”, añade, y considera que las convenciones son apenas el punto de inicio para decantarse por una de las opciones.

Según Traugott, desde que en los años 70 los partidos confirmaron a las primarias como la vía para definir a los candidatos, las convenciones se han convertido en un “teatro político. Los nominados preparan las convenciones, quiénes hablan, los videos que presentan”.

En su opinión, Trump tuvo una convención desorganizada y poco ordinaria, mientras que los demócratas tuvieron una convención “bien orquestada”, dando espacio a Bernie Sanders y sus seguidores, por lo que el experto supone que Clinton saldrá favorecida.

Según estudios de Gallup, las convenciones sí suelen mostrar efectos inmediatos en la popularidad de los candidatos, aprovechando la atención que reciben. El salto más grande registrado por la encuestadora desde 1964 y hasta 2012 pertenece a Bill Clinton, quien en 1992 habría sumado 16 puntos de apoyo tras la convención demócrata.

Veredicto

La evidencia de las encuestas nacionales de este año, y de elecciones anteriores, indica que es casi verdad que existe un efecto de las convenciones en el electorado estadounidense. Aunque muchas veces no sea muy evidente, y aunque lo que gana un candidato una semana lo remonta el otro candidato la siguiente, parece claro que las convenciones generan mucho movimiento en la intención de voto durante dos semanas de discursos y amplios índices de audiencia.

En este año, Clinton parece ser la que mejor ha aprovechado su convención, aunque falta esperar que pasen unos días, y se conozcan más encuestas nacionales de prestigio, para poder determinar que fue la más favorecida en esta etapa de la campaña.