Arropado por los muros dorados del vestíbulo de su edificio insignia, Donald Trump se presentó este martes como el elegido para derrotar en noviembre a Hillary Clinton pero antes le dio un consejo al senador que ha sido su adversario durante las primarias demócratas: “Bernie debería presentarse como independiente. Los demócratas le han tratado fatal y debería enseñarles lo que es bueno”. El objetivo de Trump era arrojar un dardo a la mujer que se perfila como su rival en las elecciones de noviembre pero sus palabras reflejan el problema más urgente que debe resolver el entorno de Clinton: cómo integrar a los jóvenes idealistas que se han volcado en la campaña de su rival. Al igual que hizo Obama en 2008, Sanders ha movilizado a una generación que hasta ahora no se había interesado por la política y que podría quedarse en casa en noviembre. Clinton es consciente de ese problema y por eso en sus discursos hay cada vez más referencias a las causas que ha defendido su adversario durante estas primarias: la subida del salario mínimo, la influencia de Wall Street y sobre todo la denuncia de la desigualdad. Girar a la izquierda es un riesgo para la candidata demócrata. Los insultos de Trump le ayudarán a llevar a las urnas a los hispanos y a las mujeres. Pero el lenguaje demagogo y proteccionista del candidato republicano puede robarle votos entre los pequeños empresarios y entre la clase obrera blanca del Medio Oeste, cuyo respaldo suele decidir la carrera presidencial. Como escribió aquí Juliana Jiménez, la campaña de Sanders se alimenta de la energía que brotó de...
Esta vez tampoco hubo sorpresas. Donald Trump ganó en los cinco estados que celebraban primarias este martes y se llevó la inmensa mayoría de los 118 delegados en liza. El millonario ya tiene al menos 944 delegados y se acerca a la candidatura republicana pero aún puede perder si sufre algún revés en las 10 primarias que quedan. A continuación explico los pasos que debe seguir para ganar. 1. Luchar por el triunfo en Indiana. El estado del Medio Oeste reparte 57 delegados en las primarias que celebra el próximo martes. A priori es un territorio menos urbano y por lo tanto menos propicio para Trump, que sin embargo por ahora lidera los sondeos por unos seis puntos según la media de la página RealClearPolitics. Indiana otorga sus 57 delegados al ganador. Un detalle que lo convierte en un estado especialmente importante para saber quién se hará con la nominación. ¿Logrará remontar Ted Cruz en Indiana en la recta final de la campaña? Podría ayudarle su alianza con John Kasich, cuyo entorno anunció este lunes que no celebraría eventos públicos en el estado a cambio que su rival tejano hiciera lo mismo en Nuevo México y en Oregon. Pero es difícil aventurar el efecto real del acuerdo entre ambos candidatos. Entre otras cosas porque no hay precedentes de una cosa similar. 2. Ganar delegados en mayo. Indiana no es el único estado llamado a votar durante el mes de mayo. West Virginia (34 delegados) y Nebraska (36) votan el 10 de mayo. Oregon (28 delegados) vota el 17 de mayo y Washington (44) está llamado a las urnas siete...
Ted Cruz y John Kasich anunciaron este domingo un acuerdo para frenar a Donald Trump. A continuación explico las claves de ese pacto, cuyo objetivo es reducir el número de delegados del millonario neoyorquino antes de la convención de Cleveland, que elegirá el candidato republicano a la Casa Blanca en 2016. 1. ¿En qué consiste el acuerdo? La campaña de John Kasich se compromete a no invertir sus recursos en Indiana, cuyas primarias se celebran el martes 3 de mayo. A cambio, Ted Cruz no hará campaña en Oregon ni en Nuevo México, dos estados que suelen votar demócrata en las generales y cuya composición demográfica favorece a un candidato como Kasich, que quedó por delante de Cruz en el estado de Nueva York. 2. ¿Por qué se firma? Ni Ted Cruz ni John Kasich pueden alcanzar a Trump. Su único objetivo es evitar que su adversario alcance los 1.237 delegados que le otorgarían la candidatura republicana en la primera votación de la convención. Si el magnate no alcanza esa cifra, se le podría escapar el triunfo porque en las siguientes votaciones muchos delegados tendrían libertad de voto y podrían optar por respaldar a un candidato distinto. A Trump le quedan 392 delegados para alcanzar los 1.237 que le darían la candidatura republicana. Los sondeos auguran que ganará la inmensa mayoría de los 118 que se disputan en los cinco estados que votan este martes: Connecticut, Maryland, Delaware, Rhode Island y Pensilvania. Pero seguirá lejos de la cifra mágica y deberá luchar en los ocho estados que siguen sin votar. 3. ¿Dará resultado? Es difícil decirlo. Es probable que dé resultados en Indiana,...
Bridgeport es un buen resumen de los problemas que han propiciado el ascenso de Bernie Sanders en estas primarias demócratas. En las calles de esta ciudad de Connecticut florecen el crimen y la heroína, hay decenas de locales cerrados y el paro roza el 9,1%, casi el doble de la tasa nacional. Según las cifras oficiales, un 37,6% de los niños de la ciudad vive por debajo del umbral de la pobreza y hay unas 200 personas sin hogar. El retrato de Bridgeport es similar al de algunas de las peores regiones del Medio Oeste. Pero la ciudad pertenece al condado más rico del estado de Connecticut y al décimo con mayor renta per capita del país. Unos kilómetros al sur, se levantan las mansiones de Greenwich, Darien o New Canaan, donde viven algunos de los millonarios más influyentes de Wall Street. La historia de Bridgeport es la de muchos centros industriales de Estados Unidos. A mediados del siglo XIX, la ciudad empezó a atraer inmigrantes irlandeses, alemanes e italianos que llegaron a trabajar en una siderurgia de la que fueron brotando fábricas de rifles, cerraduras, fonógrafos, braseros y máquinas de coser. Durante varias décadas, Bridgeport aprovechó algunas ventajas competitivas. Estaba cerca de Nueva York y Boston, albergaba un puerto bien ubicado y tenía estación de ferrocarril. Aquí nacieron el ‘frisbee’ y la cadena de bocadillos Subway. También el legendario empresario circense PT Barnum, que llegó a ser alcalde de la ciudad. Y sin embargo las fábricas que forjaron la riqueza de Bridgeport fueron cerrando a partir de los años 70, empujadas por el empuje de países como México...
1. Profeta en su tierra Esta vez el magnate jugaba en casa y no defraudó. Perdió Manhattan pero arrasó en la inmensa mayoría del estado que le vio nacer. A Trump le han ayudado sus lazos con los líderes del partido en Nueva York pero también su conexión emocional con la minoría republicana del estado, mucho más tolerante con sus excesos verbales y con su relajación moral. El millonario celebró la victoria con la música de Fran Sinatra y en el corazón de la Quinta Avenida. Hacía horas que sus rivales republicanos se habían ido de la ciudad, conscientes de que el triunfo no estaba a su alcance. Pero pocos auguraban un margen tan grande: por encima del 50% y con la inmensa mayoría de los 95 delegados que se repartían aquí. El New York Post retrató en su portada a Trump como un segundo King Kong en lo alto del Empire State. 2. Un triunfo provisional El triunfo de Trump deja tocados a quienes quieren arrebatarle la candidatura republicana pero no es un golpe definitivo. El magnate necesita sumar 1.237 delegados y por ahora tiene menos de mil. Alcanzar esa cifra es esencial para Trump porque muchos de los delegados que ha ganado durante las primarias quedarán liberados para votar por otro candidato después de la primera votación. Esa es la gran esperanza de la dirección republicana, que apuesta por maniobrar para negarle la candidatura al millonario en la convención de Cleveland, que se celebra a mediados de julio y que podría arrojar un candidato sorpresa o otorgar la nominación a Ted Cruz. 3. Vuelve a jugar...
El reloj se acerca a las siete de la tarde y el sol empieza a esconderse detrás de los rascacielos de Nueva York. Miles de seguidores aguardan la llegada de Bernie Sanders enfrente del edificio de Naciones Unidas, muy cerca del lugar donde se crió Donald Trump. La mayoría son adolescentes y universitarios que no pudieron votar por Barack Obama pero que desconfían de la candidata que se presenta como la mujer llamada a preservar su legado. No quieren otra demócrata tibia. Están aquí porque quieren hacer la revolución. La revolución es un anciano que se presenta como socialista y seguidor del papa Francisco y cuyo gran activo es su independencia del dinero de Wall Street. Esta vez Sanders se hace esperar. Antes hablan una joven demócrata, un líder sindical, un cineasta y un actor afroamericano pero ninguno suscita el entusiasmo del viejo senador, que sube al escenario cuando empieza a oscurecer. El discurso de Sanders es el mismo que en Iowa: hay referencias al salario mínimo, a la liberalización del cannabis y a la universidad gratuita. Pero algunos detalles destacan con respecto a sus palabras en otros estados. El senador subraya la relación de Hillary Clinton con las grandes instituciones financieras. Al otro lado del río se encuentran las sedes de bancos de inversión como Goldman Sachs, donde la candidata recibió hasta 225.000 dólares por pronunciar un discurso cuyo contenido ahora no quiere revelar. “Debe de ser un discurso extraordinario y lleno de claves sobre las crisis globales que sufrimos y debe de estar escrito en una prosa digna de Shakespeare”, dice con sorna Sanders entre los abucheos...