¿Quiénes son los delegados? Las claves de los republicanos que sí pueden frenar a Trump

¿Quiénes son los delegados? Las claves de los republicanos que sí pueden frenar a Trump

  ¿Quiénes son los delegados que votan en la convención? Por primera vez en décadas ésta es una pregunta importante para los republicanos. Los fotogénicos activistas de sombreros y chapas multicolores tienen una responsabilidad que va mucho más allá de aplaudir y agitar pancartas para las cámaras en su convención. En este punto de la carrera, son los únicos que pueden frenar a Donald Trump y evitar una derrota histórica en las presidenciales de noviembre para los republicanos, según las encuestas en los estado clave. Los delegados son habitualmente representantes del partido local o activistas de alguna de las campañas. Son elegidos a través de convenciones estatales, de las papeletas en las primarias y caucus o de las sugerencias del equipo de cada campaña. La manera de elegirlos varía según cada estado, pero en cualquier caso son los más movilizados del partido. Con las primarias y caucus que quedan hasta el 7 de junio, Trump tiene difícil conseguir los 1.237 delegados necesarios para ser proclamado el candidato. Si no llega a este umbral, la votación en la convención se repetirá hasta que él u otra persona consiga llegar a ese número. Los delegados que votan siempre son los mismos, pero a partir de la segunda votación cada estado, según sus reglas, los va liberando de los resultados de las primarias y caucus para que voten a quien quieran. Las preferencias personales de la mayoría de delegados empiezan a ser clave a partir de esa segunda ronda. Pero incluso en la primera votación hay más de un centenar de delegados que, según las reglas de sus estados, pueden votar a...
Por qué los demócratas (y algunos republicanos) han cambiado de opinión sobre Cuba

Por qué los demócratas (y algunos republicanos) han cambiado de opinión sobre Cuba

  En una cena en verano de 1994, en Martha’s Vineyard, Gabriel García Márquez interrogó a Bill Clinton sobre el maltrato de las decenas de miles de balseros que llegaban a Estados Unidos. “Castro ya me costó unas elecciones. No va a costarme las segundas”, dijo el presidente. Se refería a la reelección como gobernador de Arkansas que perdió en 1980 tras el desastre de acogida de 19.000 marielitos en una base militar del estado. No le volvió a pasar. En agosto de 1994, Clinton anunció que trasladaría a cualquier balsero a campos fuera de Estados Unidos, entre ellos Guantánamo. Dos años después, el Congreso aprobó la ley Helms-Burton que endurecía el embargo a Cuba después de que el régimen de La Habana derribara dos aviones de Hermanos al Rescate, un grupo que trataba de ayudar a los balseros y lanzaba panfletos a la isla. Ya fuera de la Casa Blanca, Clinton confesaba que su relación con Cuba y su respaldo a Helms-Burton habían estado marcados por su propio interés político. “Apoyar la ley era una buena táctica en Florida en año electoral. Pero dinamitaba cualquier oportunidad de que yo pudiera levantar el embargo a cambio del progreso en Cuba si ganaba un segundo mandato… Casi parecía que Castro quería forzarnos a mantener el embargo como una excusa para los errores económicos de su régimen”, escribe Clinton en su autobiografía, Mi vida. Clinton se adaptaba a lo que era entonces Estados Unidos. Aquel 1996, el 81% de la población aseguraba tener una opinión negativa sobre Cuba, el récord en la encuesta de Gallup sobre el asunto. La mayoría de...
¿Qué ocurrirá ahora con Marco Rubio? Sus cuatro opciones después de abandonar la carrera presidencial

¿Qué ocurrirá ahora con Marco Rubio? Sus cuatro opciones después de abandonar la carrera presidencial

Marco Rubio abandonó la carrera presidencial en un vestíbulo de la Florida International University: muy cerca de las aulas donde imparte sus clases un día a la semana y a tan sólo unos metros del obelisco levantado por el exilio cubano para recordar a las víctimas del régimen de Fidel Castro. Rubio pronunció uno de sus mejores discursos. Presentó su derrota como el fruto de un tsunami político, advirtió contra el discurso del odio y pidió a los ciudadanos que no se rindan al miedo ni a la frustración. El senador se va por los errores de cálculo de su campaña. Pero sobre todo porque la irrupción en escena de Donald Trump puso el foco de la campaña sobre el punto débil de su carrera: sus bandazos sobre la inmigración. En este artículo expliqué en detalle alguno de esos bandazos, fruto de la cobardía del candidato pero también del sistema político. Según todas las firmas de encuestas, la mayoría de los votantes republicanos están a favor de una reforma que regularice la situación de millones de indocumentados. Pero la amenaza de una minoría radical hace imposible defender esa reforma a ningún republicano que quiera llegar a la Casa Blanca. Rubio habló a menudo de la seguridad en la frontera pero nunca defendió en campaña el proyecto de reforma migratoria que ayudó a aprobar en el Senado. Al despedirse, sí hizo una referencia a la inmigración. La pregunta ahora es qué ocurrirá con Rubio. ¿Dejará la política para siempre? ¿Se lanzará a otra campaña dentro de unos meses? ¿Lo repescará alguno de los candidatos como aspirante a vicepresidente? Estas son las cuatro opciones más evidentes para...
El candidato de las mil caras: las contradicciones que han minado la campaña de Rubio

El candidato de las mil caras: las contradicciones que han minado la campaña de Rubio

Marco Rubio no fue un político especialmente conservador durante sus años como miembro de la Cámara de Representantes de la Florida. Ni siquiera había cumplido 30 años cuando llegó a Tallahassee y quienes lo conocieron entonces lo retratan como un joven más preocupado por tejer alianzas que por impulsar propuestas concretas. Un político demócrata que optó por no desvelar su nombre me describió esos primeros años de Rubio en política con esta frase: “No sabía dónde estaba el baño y ya quería ser el ‘speaker’ de la Cámara”. Esa actitud tenía que ver con un detalle importante: una ley aprobada en 1992 había limitado los mandatos de los miembros de la Cámara de Representantes. Es decir, en 2000 Tallahassee empezaba a vaciarse de veteranos y medrar era más fácil para un político como Rubio, impaciente por abrirse camino en la política estatal. El reportero Michael J. Mishak describe ese ascenso en este largo perfil que publicaron el ‘National Journal’ y la revista ‘The Atlantic’. El Rubio que transpira ese retrato no es un ideólogo sino un seductor con cintura para llegar a acuerdos con sus adversarios. Hoy Rubio se presenta como un duro halcón en asuntos de política exterior. Pero en 2001 advirtió sobre los riesgos de las leyes que proponían extender los poderes de la policía: “No podemos ignorar que mucha gente a la que represento vino a este país por sus libertades. Muchas de estas medidas son las mismas que impuso Castro al llegar al poder”. Los bandazos de Rubio sobre inmigración también datan de sus años en Tallahassee, donde impulsó una ley para facilitar educación gratuita...
Así fue la última convención abierta: lecciones para 2016

Así fue la última convención abierta: lecciones para 2016

  En agosto de 1976 el presidente Gerald Ford se pasó cuatro días en el hotel Crown Center de Kansas City, Misuri. Llegó el domingo a la convención republicana en la que al candidato le tocaba hablar el jueves siguiente. Le montaron una suite con decoración que intentaba imitar al despacho oval de la Casa Blanca. Por la mañana, el presidente firmaba leyes y departía con sus asesores sobre los asuntos de Estado. Por la tarde y por la noche, hacía llamadas a los delegados y daba discursos a sus seguidores para animarles a que presionaran a sus partidos locales. Ford se reunía con delegados de lugares tan poco poblados e insignificantes en las presidenciales como Guam o Wyoming. Cada voto contaba en una convención dividida entre él y Ronald Reagan. En plena convención se murió un delegado de Long Island que apoyaba a Reagan y su sustituto se pasó al presidente. Pero unas horas antes de la votación aún no se sabía si Ford conseguiría desbaratar el apoyo de su rival a la derecha. La escenas aún se parecían a las de la campaña. Un grupo de seguidores de Reagan invadieron el hall del hotel Crown Center y se pusieron a dar vueltas en círculo alrededor de los de Ford gritando “We want Reagan! We want Reagan!“. Los de Ford, según contaba entonces el New York Times, tardaron en reaccionar antes de contestar con cánticos similares a favor de su candidato. La negociación Después de una campaña de primarias que se había alargado hasta junio, Ford no había conseguido llegar al umbral necesario de delegados para ser proclamado...

Por qué Trump no es (aún) el candidato republicano y qué ocurre a partir de ahora

Donald Trump ganó más delegados que ningún otro candidato durante el supermartes. Pero no todo fueron buenas noticias para el millonario neoyorquino, que perdió en cuatro estados y no alcanzó el 50% en ninguno de los lugares que estaban llamados a votar. Es el favorito indiscutible para hacerse con la candidatura republicana pero aún suscita rechazo entre un sector importante del electorado conservador. A continuación explico los obstáculos que aún debe salvar Trump para ganar. Doce estados estaban llamados a votar en el supermartes. En ocho Trump fue el aspirante más votado. En uno (Minnesota) ganó Marco Rubio y en tres (Texas, Alaska y Oklahoma) ganó Ted Cruz. Estas cifras son menos importantes de lo que parece porque esta vez los delegados se repartían de forma proporcional. Es decir, el ganador no se los llevaba todos. El gráfico que publico aquí debajo explica muy bien cuáles eran las reglas en cada uno de los estados. Todos menos dos incluyen umbrales del 15% o del 20%. Los candidatos que quedan por debajo de esas cifras no entran en el reparto de delegados. El gráfico que debes ver para comprender el reparto de delegados en el Supermartes https://t.co/tfKtAWS6vI pic.twitter.com/ZGoYSDmLSi — eduardosuarez (@eduardosuarez) March 1, 2016 Esos umbrales fueron un problema grave para Rubio, que quedó fuera del reparto de delegados en estados como Texas, Alabama o Vermont. Su campaña confiaba en alcanzar el 20% en esos estados. Sobre todo en Texas, donde se repartían más delegados que cualquier otro estado del supermartes y donde todos daban por hecho el triunfo de Cruz. John Kasich y Ben Carson no despuntaron en ningún estado. Pero Rubio fue el gran...