


El miedo a abrir la puerta: “Los hispanos temen hablar con las campañas por las redadas aunque sean ciudadanos”
Mónica Reyes acompañó hace unos días a su amigo Chris Enriquez a informar de puerta en puerta sobre los caucus en los barrios más hispanos de Des Moines. Los dos son jóvenes, hablan español y tienen una actitud amable. Pero Mónica se dio cuenta de la desconfianza de los vecinos.”Uno no más abrió la puerta un poquitico para hablar. Cuando informamos de lo que estábamos haciendo abrió la puerta un poco más. Pero no quería abrirla del todo. Lo entiendo”. Desde principios de enero ha habido varias redadas en busca de inmigrantes indocumentados en sitios como Des Moines, Marshalltown, Storm Lake y Waterloo, la ciudad de unos 68.000 habitantes a dos horas de Des Moines donde vive Mónica. En su barrio también corren las historias sobre agentes que aprovechan la presencia de operarios del cable o de los voluntarios de los caucus. En la zona de casas prefabricadas de Waterloo, algunos vecinos han dejado de llevar a sus hijos al colegio por miedo a las redadas. “Hay mucha confusión. Se teme que los agentes de inmigración vayan a ir disfrazados de otra cosa, por ejemplo tocando la puerta como si fueran a registrar votantes”, explica Mónica. Su hermano es ciudadano y ahora que puede votar le llega mucha información electoral a casa igual que los visitantes de las campañas. Pero Mónica y su hermana no tienen papeles. Ella se dedica a fomentar la participación de sus vecinos en la vida pública, pero aconsejó prudencia a su madre. “Después de las redadas, le dije, ‘no creo que sea buena idea seguir abriendo la puerta'”. Con su hermana, Mónica ha fundado...
Marco Rubio se presenta como el salvador republicano. ¿Pero puede triunfar su tono amable en el año bronco de Trump?
“Tenéis derecho a estar enfadados pero el enfado no es un plan”. La frase la pronuncia Marco Rubio en un edificio universitario de Ames, en el centro del estado de Iowa. A su lado tiene un taburete de madera con un vaso de agua y a su alrededor un grupo de universitarios, familias con niños y mujeres de mediana edad. Unos minutos antes, Hillary Clinton se ha presentado a 200 metros de este edificio como la mujer llamada a perpetuar el legado de Obama. Unos minutos después, la última encuesta antes de los caucus augurará el triunfo de Donald Trump. ¿Queda sitio para el estilo amable y optimista de Rubio en una campaña bronca e impredecible como la de 2016? Ésa es la apuesta del senador hispano en esta tarde de invierno en que enumera alguna de sus propuestas y menciona su familia, sus orígenes obreros y su religión. Se podría decir que Rubio es el anti-Trump. No sólo por su actitud titubeante pero favorable hacia la reforma migratoria. También por las formas que exhibe en sus mítines, sin insultos ni salidas de tono capaces de llamar la atención de la televisión. El senador se ríe de sí mismo, no cita a sus rivales republicanos y menciona varias veces a Hillary Clinton y a Barack Obama. Es una forma subliminal de presentarse como el aspirante con más opciones de derrotar a los demócratas en las generales. Pero Rubio debe salvar algunos obstáculos antes de despegar en esta carrera presidencial. Por ahora los sondeos colocan al senador hispano muy por detrás de Cruz y Trump a 48 horas del inicio de los...
Hillary Clinton en busca de Taylor Swift: le faltan mujeres jóvenes
Hillary Clinton sube al escenario precedida por su hija Chelsea y la ex congresista Gabby Giffords. En el hall frente al laboratorio de realidad virtual de la Universidad del estado de Iowa hay cientos de personas, la mayoría mujeres, la mayoría mayores. Chelsea habla de la ilusión que siente por votar por primera vez desde que es madre y se refiere a su nuevo embarazo, que ya se le nota. El vídeo que acompaña el mitin incluye la frase “los derechos de las mujeres son derechos humanos” de su discurso en una conferencia de la ONU en China en 1995, cuando era primera dama. Es una de las que tiene más aplausos. Por los altavoces suenan sobre todo voces femeninas, de jóvenes cantantes como Taylor Swift, Kathy Perry o Kelly Clarkson. “Me encanta que hayan elegido canciones de mujeres jóvenes. Estoy segura que lo han hecho a propósito”, dice Emily Quinn, una estudiante de Políticas del Emerson College de Boston que ha venido a los caucus para observar de cerca el sistema político en su momento de pleno apogeo. Ella, que tiene 18 años, reconoce que es una excepción entre sus amigos. Le gusta Clinton porque le parece “una mujer súper poderosa” y le hace ilusión tener una mujer presidenta. Pero cuenta que para muchos amigos es más atractivo Bernie Sanders. “Se relaciona mejor con los jóvenes”, dice. La última encuesta antes de los caucus del Des Moines Register confirma la percepción de Quinn. Clinton no convence a los jóvenes, ni siquiera a las mujeres jóvenes. La principal brecha entre los dos candidatos es generacional. Una paradoja considerando...
Los republicanos juegan otra vez con el fuego de la inmigración
Al encuestador jefe de Marco Rubio, Whit Ayres, le gusta calcular cuántos votantes diferentes del núcleo duro habitual necesita un candidato republicano para llegar a la Casa Blanca. Es decir cuántos que no sean hombres blancos. Si en noviembre el republicano elegido no consigue más del 17% de votantes no blancos de Mitt Romney le haría falta al menos el 65% del voto blanco, seis puntos más de lo que logró Romney en 2012. Sólo Ronald Reagan obtuvo un apoyo así, pero su caso es excepcional: sigue teniendo el récord de apoyo ciudadano y votos del colegio electoral de la historia de Estados Unidos. Incluso si el candidato republicano alcanzara un 30% de apoyos entre no blancos necesitaría un 64% del voto blanca para ganar. Ayres calcula que un aspirante republicano que quiere llegar con menos presión a la carrera final necesita alrededor de un 40% del voto hispano para ganar la Casa Blanca. Los votantes hispanos son obviamente ciudadanos estadounidenses y no sufren personalmente la vida en las sombras de los millones de personas que no tienen los documentos para residir en el país. Para la mayoría de los hispanos la posición sobre la reforma migratoria de un candidato no es la motivación central de su voto, pero la retórica anti-inmigrantes de esta campaña los empuja de nuevo hacia el campo demócrata. La agresividad de Trump ya está provocando una movilización para registrar a más hispanos que quieran parar con su voto al candidato que mantiene un discurso racista. En este contexto, a medio plazo es muy arriesgada la batalla durante el debate del jueves por la noche entre...