Qué tiene Bloomberg que le falta a Hillary
Enero 24, 2016
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Éstas son las terceras elecciones presidenciales en que Michael Bloomberg, millonario, ex alcalde de Nueva York y presidente de un imperio de información financiera, coquetea con la idea de presentarse a la Casa Blanca. Ahora ha encargado encuestas sobre su aceptación y está a la espera de ver si hay hueco para un candidato de centro tras el resultado en las primarias demócratas y republicanas.
Bloomberg era demócrata, se presentó a la Alcaldía de Nueva York como republicano y después como independiente, pero a quién más podría rascarle votos es al candidato demócrata que emerja de las primarias. Sus asesores sugieren que se animaría a presentarse si el aspirante demócrata fuera el socialista Bernie Sanders, pero también dejan abierta la posibilidad de hacerlo aunque la candidata fuera la más probable Hillary Clinton. ¿Qué ofrecería a los votantes diferente de Clinton?
1. Más experiencia de gestión
Clinton tiene una larga carrera política, pero su experiencia de gestión directa se reduce a los cuatro años en el Departamento de Estado. Bloomberg gestionó 12 años la Alcaldía de Nueva York, la ciudad más grande de Estados Unidos, y lleva su empresa con minucioso detalle desde 1981. Puede presentar el éxito de su empresa, basada en la innovación de los terminales de información financiera en tiempo real, y la recuperación de Nueva York tras los atentados del 11-S y la crisis de Wall Street.
2. El hombre hecho a sí mismo
Es la quintaesencia del sueño americano más clásico. Viene de una familia de inmigrantes judíos de Rusia y Bielorrusia. Su padre era agente inmobiliario y su madre, oficinista. Mike estudió en Boston, se metió en un banco de inversión y cuando lo echaron utilizó el dinero de la indemnización para fundar una pequeña empresa hoy convertida en imperio. Clinton es abogada, pero se ha dedicado a la vida política la mayor parte de su carrera: su fortuna viene de la política y de las autobiografías que ha escrito.
3. Más pragmatismo
Bloomberg es conocido por su estilo práctico y directo. No quiere romper ningún “techo de cristal” ni ha soñado toda su vida con llegar a la Casa Blanca, como Clinton. Sólo se presentará si ve un hueco claro para una candidatura moderada con un mensaje poco grandilocuente y práctico de hacer con Estados Unidos lo que hizo con su empresa y con la ciudad: resolver problemas. Su estilo de dirección es rápido. Prefiere las reuniones de pie para que duren unos pocos minutos y le gustan los relojes de cuenta atrás para recordar el valor del tiempo a todos los que trabajan con él.
4. Más millones
La fortuna de Bloomberg ronda 36.500 millones de dólares, según los últimos datos de Forbes. Puede pagarse la campaña por su cuenta sin tener que depender de donaciones como Clinton, pese a que la ex secretaria de Estado también tiene una fortuna personal sustancial (según Forbes, unos 45 millones). El dinero puede ser un arma de doble filo. Aunque Bloomberg tiene una larga labor de innovadora filantropía a sus espaldas, la imagen de multimillonario no ayuda a que el candidato conecte con el votante medio.
5. ‘New York values’
Para el electorado demócrata, Bloomberg puede funcionar por su coherencia con los valores actuales de los demócratas, que el alcalde de Nueva York defendió cuando no eran tan populares entre otros líderes que esperaban a ver las encuestas. Bloomberg ya apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo cuando Clinton no se atrevía a hacerlo. El ex alcalde incluso ha donado dinero para defender que se aprobaran leyes a favor del matrimonio gay en otros estados. Bloomberg ha defendido la reforma migratoria sin matices y es uno de los políticos que más ha hecho por limitar el acceso a las armas. Ha intentado aplicar soluciones creativas como una red de ciudades para reducir la violencia urbana. No lo tendría fácil con los afroamericanos, que le echarían en cara la política de “detención y cateo” que aplicó en Nueva York.
Sus ideas y su personalidad encajan bien en los valores de Nueva York que gustarían a una parte de demócratas que tal vez desconfian de los cambios de opinión de Clinton. Ahora bien, también lo tendría más difícil que Clinton para ser aceptado en los estados indecisos donde sus posiciones podrían alejar a votantes menos neoyorquinos.
6. Más años
Bloomberg cumple el 14 de febrero 74 años. No ha tenido problemas de salud y su madre llegó a los 102 años. A su lado, Clinton, de 68, puede tener, sin embargo, la ventaja de la edad. Ambos están acostumbrados a horarios largos y viajes constantes, pero Bloomberg tendría que probar si está preparado para las palizas de la campaña y de la Casa Blanca.
7. Más sinceridad
Bloomberg no es carismático, pero es un político sincero y directo. La imagen acartonada y oportunista de Clinton siempre ha ido en su contra fuera merecida o no. Bloomberg tiene un estilo informal. En el Ayuntamiento de Nueva York renunció a tener despacho porque le gustaba trabajar en medio de los demás trabajadores. El millonario iba todos los días a trabajar en metro (después de que lo llevaran en coche hasta la parada) porque quería ser parte de la ciudad y ver lo que otros neoyorquinos veían.
Su empeño por aprender español no es una estrategia política sino un desafío personal que lo obsesiona desde hace años. Ante las bromas sobre su falta de fluidez, en diciembre de 2013, dijo en una entrevista de radio que un día hablaría bien español: “Lo voy a conseguir. No tengo ninguna duda de ello”.
María Ramírez
Reportera y analista política de Univision Noticias. Nació en Madrid en 1977 y estudió Periodismo en la Universidad de Columbia con una beca Fulbright. Trabajó durante 15 años como corresponsal de El Mundo (España) en Nueva York, Milán y Bruselas. Fundó la web de innovación periodística #nohacefaltapapel y el diario El Español. Colabora con NY1 Noticias. Es autora de La Carrera: Retrato de 10 candidatos cuyo ascenso marca el futuro de América (2012) y Marco Rubio y la hora de los hispanos (Debate, 2016). @mariaramirezny