Articulos, Elecciones de 2016
El 12 de febrero de 1992, en un club lleno de humo y globos de Dover llamado Elks Lodge, Bill Clinton dijo la frase que pasó a la historia de aquellas primarias de New Hampshire. Estaba ronco, cansado y tocado por las acusaciones de que había maniobrado para no ir a Vietnam y los rumores de que había mantenido una relación extramatrimonial de 12 años con Gennifer Flowers. Aquel día habló con tono casi de confesión, reduciendo el espacio entre él y el votante. Se mostró vulnerable, pidió ayuda e hizo una promesa. “Dicen que estoy contra las cuerdas porque otra gente ha cuestionado mi vida después de años de servicio público”, dijo. “Os diré algo: os voy a devolver estas elecciones, si me las dais, no seré como George Bush. Nunca me olvidaré de quién me dio una segunda oportunidad y estaré ahí para vosotros hasta que muera el último perro”. En New Hampshire los votantes aún llaman a Clinton “big dog” por aquel momento. Fue el momento en que Clinton, abatido, se abrió a los votantes. Así triunfó. En aquellas primarias quedó en segundo lugar, un éxito en la batalla de las expectativas que se convirtió en triunfos en las siguientes primarias y en la candidatura de facto cuando en marzo se retiró su principal oponente, Paul Tsongas. El café Habían pasado casi 16 años cuando Hillary Clinton tuvo su momento emocional en New Hampshire. También estaba cansada aquel 6 de enero de 2008 cuando en un café de Portsmouth se le saltaban las lágrimas mientras respondía a un votante por qué era importante para ella presentarse....
Articulos, Elecciones de 2016
La encuesta del Des Moines Register del domingo le daba a Marco Rubio un 15% de los votos. Durante meses los sondeos lo situaban alrededor del 10% luchando por el tercer puesto. Este viernes ganó el 23% de los apoyos y quedó a un punto de Donald Trump, el gran favorito entre los republicanos. Hay poca diferencia entre el número de delegados que le han correspondido a Ted Cruz, Trump y Rubio entre los 44 que reparte Iowa. El primero en Iowa ni siquiera suele ganar la candidatura republicana. Pero la primera cita electoral cuenta sobre todo por su valor simbólico. Lo más premiado aquí suelen ser las sorpresas por lo que la lucha de los candidatos durante la campaña es para conseguir ser el underdog. Los de Rubio han conseguido ahora capturar ese delicado momento. El mercado de predicción ha cambiado de opinión en unas pocas horas. El resultado en Iowa le da un empujón para las primarias del 9 de febrero en New Hampshire, donde tampoco es el favorito. Su campaña apuntaba desde el principio a las votaciones de finales de febrero en Carolina del Sur y Nevada, una estrategia arriesgada y que no suele casar con la historia. Sólo un aspirante ha conseguido la candidatura sin vencer ni en Iowa ni en New Hampshire: Bill Clinton. 1. Gestión de expectativas La campaña insistió durante meses en que éste no era el lugar ideal para su candidato, que ni siquiera se dedicó al estado hasta el final mientras Ted Cruz recorría sus 99 condados. Sin embargo, el supuesto desinterés de Rubio era también una pose para quitarle...