A Clinton le falta su ‘momento New Hampshire’: cómo conectar con los votantes
Febrero 05, 2016
|El 12 de febrero de 1992, en un club lleno de humo y globos de Dover llamado Elks Lodge, Bill Clinton dijo la frase que pasó a la historia de aquellas primarias de New Hampshire. Estaba ronco, cansado y tocado por las acusaciones de que había maniobrado para no ir a Vietnam y los rumores de que había mantenido una relación extramatrimonial de 12 años con Gennifer Flowers.
Aquel día habló con tono casi de confesión, reduciendo el espacio entre él y el votante. Se mostró vulnerable, pidió ayuda e hizo una promesa.
“Dicen que estoy contra las cuerdas porque otra gente ha cuestionado mi vida después de años de servicio público”, dijo. “Os diré algo: os voy a devolver estas elecciones, si me las dais, no seré como George Bush. Nunca me olvidaré de quién me dio una segunda oportunidad y estaré ahí para vosotros hasta que muera el último perro”.
En New Hampshire los votantes aún llaman a Clinton “big dog” por aquel momento.
Fue el momento en que Clinton, abatido, se abrió a los votantes. Así triunfó. En aquellas primarias quedó en segundo lugar, un éxito en la batalla de las expectativas que se convirtió en triunfos en las siguientes primarias y en la candidatura de facto cuando en marzo se retiró su principal oponente, Paul Tsongas.
El café
Habían pasado casi 16 años cuando Hillary Clinton tuvo su momento emocional en New Hampshire. También estaba cansada aquel 6 de enero de 2008 cuando en un café de Portsmouth se le saltaban las lágrimas mientras respondía a un votante por qué era importante para ella presentarse.
“Alguna gente cree que las elecciones son un juego: quién sube y quién baja. Esto va de nuestro país. Va del futuro de nuestros hijos. Es sobre todos nosotros juntos. Algunos de nosotros nos ponemos ahí fuera y hacemos esto contra pronóstico”, dijo la entonces senadora. Varias votantes allí también se emocionaron al escucharla.
El chiste de Obama
También ayudó a humanizar a Clinton la manera despreciativa en que Obama se refirió a ella en el debate demócrata unas horas antes, cuando la candidata fue interrogada por el moderador sobre si podía conseguir el atractivo que parecía tener su oponente. Obama pretendía hacer un chiste, pero el tono de su intervención se le volvió en contra y la respuesta de Clinton ayudó a acercarla a los votantes.
¿Cuál es el momento emocional de estas primarias? Los Clinton lo suelen tener difícil en New Hampshire, un estado al que le gusta sorprender y en el que triunfan candidatos de la zona. Este año, la mayoría de los votantes se inclinan por el senador de Vermont que se identifica como socialista. En la media de las encuestas Bernie Sanders va casi 20 puntos por delante de Clinton.
La persona detrás del político
A los votantes les gusta ver a una persona más allá del político. La campaña demócrata difundió el fragmento del town hall del miércoles en que Clinton hablaba de sí misma y del conflicto entre el ego y la humildad de la carrera a la Casa Blanca. Aunque se intuyen momentos de autenticidad, Clinton vuelve a menudo al discurso oficial.
#Hillary's answer to a rabbi on #Ego vs. #Humility, her faith & her public life.#DemTownHall https://t.co/ZbzNAXTHDI
— Larry Potter (@LarryPotter2016) February 4, 2016
Es difícil superar la espontaneidad con la que Sanders reaccionó el mismo día ante el desmayo de un hombre en el escenario que le acompañaba durante un acto en New Hampshire. Su cara de susto y su carrera a socorrer hacia la persona afectada es parte de la autenticidad que atrae a los votantes hacia un hombre de 74 años de un carisma limitado.
¿Llegará el “momento New Hampshire” de Hillary Clinton? La campaña lo necesita con fuerza ahora que de nuevo el principal problema de Clinton ante los votantes es el de la falta de empatía. Su larga experiencia y carrera política juegan a menudo en contra de la candidata.
Así en la encuesta del Des Moines Register, una de las brechas más claras entre Sanders y ella era la de la relación de Clinton con los votantes, que no terminan de creer que a la candidata le importen los problemas de gente como ellos.
En el debate de este jueves, Clinton tuvo un discurso contundente, fue energética y se defendió bien de los ataques de Sanders. Pero respetó el guión de manera escrupulosa. Tal vez demasiado. No se acercó al votante, su verdadera cuenta pendiente.
El “momento New Hampshire” es más que una anécdota. Refleja lo que le falta a Clinton. Y no se trata ya de ganarle a Sanders, sino de ganar en noviembre.
María Ramírez
Reportera y analista política de Univision Noticias. Nació en Madrid en 1977 y estudió Periodismo en la Universidad de Columbia con una beca Fulbright. Trabajó durante 15 años como corresponsal de El Mundo (España) en Nueva York, Milán y Bruselas. Fundó la web de innovación periodística #nohacefaltapapel y el diario El Español. Colabora con NY1 Noticias. Es autora de La Carrera: Retrato de 10 candidatos cuyo ascenso marca el futuro de América (2012) y Marco Rubio y la hora de los hispanos (Debate, 2016). @mariaramirezny