Cuando el halcón es el candidato demócrata: por qué militares y espías están con Clinton

Cuando el halcón es el candidato demócrata: por qué militares y espías están con Clinton

  El equipo de Hillary Clinton en el Departamento de Estado la llamaba “The Warrior” (“la guerrera”). La candidata se llevaba bien con los generales Stanley McCrystal y David Petraeus. Votó a favor de la invasión de Irak y presionó al presidente Obama para que interviniera en Siria. En la última década, Clinton ha tenido un aire de “halcona” en sus políticas que asustaba a los seguidores de Bernie Sanders, pero que ahora está atrayendo apoyos a su campaña insólitos para un demócrata. El temor a la irresponsabilidad de Donald Trump y su coqueteo con las armas nucleares ha acelerado esa tendencia. Michael Morell, ex director de la CIA que sirvió con George W. Bush y Barack Obama, publica este viernes un artículo en el New York Times declarando su apoyo a Clinton. Morell dice que ha votado a miembros de ambos partidos y que hasta ahora nunca había contado en público sus preferencias. Así explica por qué ha tomado la decisión de hablar. “En primer lugar, Hillary Clinton está muy cualificada para ser nuestra comandante-en-jefe. Confío en que va a cumplir con el trabajo más importante de un presidente: mantener a salvo a nuestra nación. En segundo lugar, Donald Trump no sólo no está cualificado para el trabajo, sino que puede suponer una amenaza para nuestra seguridad nacional”, escribe. En su pieza, Morell incluye una frase inédita en una campaña presidencial pronunciada por un ex jefe de los espías. “En la comunidad de inteligencia, diríamos que Putin ha reclutado a Trump como un agente involuntario de la Federación Rusa”. La carta de los republicanos En marzo, más de...
Trump niega ahora su apoyo a Ryan, McCain y Ayotte, pero ¿lo necesitan?

Trump niega ahora su apoyo a Ryan, McCain y Ayotte, pero ¿lo necesitan?

  Donald Trump ha sugerido este martes que no apoyará a Paul Ryan, el speaker de la Cámara de Representantes, en sus primarias republicanas para mantener el puesto. “Todavía no estoy allí”, dijo Trump al Washington Post utilizando la expresión que empleó Ryan mientras decidía si respaldar o no al aspirante a la Casa Blanca. En el caso del senador John McCain, ya ha dicho que no le apoyará en Arizona. A la senadora Kelly Ayotte la ha llamado “desleal”. Los tres salieron a defender de los ataques de Trump a la familia de Humayun Khan, el soldado que murió en la guerra de Irak y cuyos padres participaron en la convención demócrata. Pero ninguno de los tres le retiró su apoyo al candidato republicano a la Casa Blanca. Siempre lejos Trump nunca ha estado cerca de los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado de su partido. Su última visita al Capitolio terminó con un intercambio de reproches. ¿Puede hacerles daño mutuamente esta nueva ruptura? Trump ganó las primarias republicanas sin el apoyo de ningún congresista o gobernador republicano. El aspirante a la Casa Blanca, por su parte, apenas ha respaldado miembros del que ahora es su partido. La única congresista a la que Trump apoyó, Renee Ellmers, de Carolina del Norte, perdió sus primarias por 30 puntos. Lo que atrae de Trump a parte de los electores es que no es político y no está rodeado de ellos. Pero esa distancia tiene consecuencias. Así en la convención republicana no había ningún gobernador, ex presidente o figura de peso para hablar sobre el candidato. No fueron...
Por qué la deserción de un congresista republicano es una mala noticia para Trump

Por qué la deserción de un congresista republicano es una mala noticia para Trump

Muchos dirigentes republicanos han expresado sus dudas sobre Donald Trump o se han negado a respaldar su campaña a la Casa Blanca. Pero nunca hasta ahora un representante del partido había pedido el voto para Hillary Clinton. Ni siquiera críticos como los hermanos Bush o el senador Jeff Flake. El primero en pedir el voto para Hillary Clinton fue Richard Hanna, que ejerce desde 2011 como miembro de la Cámara de Representantes por un distrito del norte de Nueva York. Hanna ha explicado su decisión en este artículo, publicado en el diario local de Syracuse y compartido este martes por la candidata demócrata, que aspira a atraer el respaldo de republicanos moderados que se resisten a apoyar a Trump. ¿Quién es Richard Hanna?  Hanna es un constructor de origen libanés que llegó al Capitolio en enero de 2011 y que ha representado a dos distritos distintos de Nueva York. Según la calificación de la Asociación Conservadora, es uno de los seis republicanos menos conservadores de la Cámara de Representantes. Se ha pronunciado a favor del aborto en algunos supuestos y a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. No es la primera vez que habla contra el candidato republicano. En marzo de este año, avanzó que no pediría el voto para Trump ni para Ted Cruz en las primarias de Nueva York. “¿De verdad quiere usted a uno de estos dos hombres”, respondió a la pregunta de un periodista. “El primero [Cruz] dijo que haría añicos Oriente Medio y el segundo [Trump] cree que es racional deportar a 11 millones de personas, construir un muro y hacer que...
¿Puede el partido republicano sustituir a Trump?

¿Puede el partido republicano sustituir a Trump?

    La regla número 9 del partido republicano lleva años intacta. Se refiere a cómo “llenar las vacantes en las nominaciones”, es decir qué hacer para sustituir a un candidato a presidente o a vicepresidente si es necesario. El artículo dice que la responsabilidad recae sobre el comité nacional republicano y contempla tres supuestos: “muerte, dimisión u otra cosa” (“otherwise”) del candidato republicano a presidente o a vicepresidente una vez elegidos por la convención. No hay ningún precedente en ninguno de los dos partidos en los que se haya sustituido al candidato a presidente ni se hayan tenido que afrontar circunstancias extremas entre la convención y las elecciones. Pero la peculiaridad de estas elecciones hace que ni los supuestos más raros sean ya impensables. Sobre todo cuando Trump está violando tantos principios del comportamiento básico en la democracia de Estados Unidos. Las declaraciones de Donald Trump contra los padres de un soldado muerto en la guerra de Irak han indignado a gran parte de su partido. Paul Ryan, Mitch McConnell, John McCain, Jeb Bush, Nikki Haley e incluso el candidato a vicepresidente Mike Pence han salido a defender a la familia de Humayun Khan, en algunos casos criticando abiertamente a Trump. Personas próximas a McCain (su nieta) o a Bush (una de sus principales asesoras) ya han dicho que votarán por Hillary Clinton el 8 de noviembre. “Otra cosa” El movimiento dentro de los republicanos del grupo Never Trump intentó su última ofensiva en la convención republicana y ahora la mayoría de sus miembros dicen que no queda nada por hacer contra el candidato oficial. Sin embargo, en...

Así golpeó a Trump la convención demócrata y así le fue a cada candidato desde 1964

A principios del siglo XX, las convenciones eran eventos tumultuosos. Las decisiones se tomaban en salones llenos de humo, los delegados se liaban a puñetazos y se celebraban decenas de votaciones hasta elegir un candidato que pudiera contentar a cada facción. Hoy son reuniones mucho más pacíficas por el ascenso de las primarias, que suelen dejar claro el nombre del candidato del partido antes de empezar. La última convención que se vio obligada a celebrar una segunda votación fue la demócrata que eligió a Adlai Stevenson en 1952. Ese extremo ha convertido a las convenciones en eventos diseñados para moldear la imagen del elegido y concebidos para las cámaras de televisión. Se trata de unir a los delegados en torno al candidato pero sobre todo de potenciar sus cifras en los sondeos unos meses antes de la elección. Así nació lo que los expertos conocen como “convention bounce”: el repunte en las encuestas que suele experimentar un candidato después de su convención. Mucho se ha escrito sobre este asunto en las últimas décadas: desde este artículo clásico publicado por James Campbell, Lynna Cherry y Kenneth Wink en julio de 1992 hasta aproximaciones como ésta que hizo Nate Silver hace cuatro años después de la convención republicana de Tampa y antes de la de Charlotte. Por ahora nadie ha alcanzado ninguna conclusión firme. Entre otras cosas porque la muestra es demasiado pequeña: las 26 convenciones de las 13 elecciones que se han celebrado desde 1964. Los estudios arrancan en 1964 porque fue entonces cuando la firma demoscópica Gallup empezó a publicar cada día un sondeo que reflejaba el estado de...
Así ha cortejado Hillary Clinton a los republicanos durante la convención

Así ha cortejado Hillary Clinton a los republicanos durante la convención

  Antes de labrarse un nombre como demócrata, Hillary Clinton hizo campaña por dos candidatos republicanos: por el conservador Barry Goldwater en 1964 y por el pragmático Nelson Rockefeller cuatro años después. A finales de los años 60, abandonó el partido espantada por el tono racista de la campaña de Nixon, conoció en una biblioteca de Yale a un joven de Arkansas y todos sabemos lo que ocurrió después. La candidata no suele airear sus orígenes republicanos, ensombrecidos por sus años como primera dama, senadora, secretaria de Estado y candidata presidencial. Pero esta convención ha estado llena de guiños a sus adversarios políticos y avanzan una estrategia de campaña dirigida a captar el respaldo de republicanos que no se atreven a votar por Trump. No es una estrategia nueva. Lyndon B. Johnson hizo algo similar al lanzar este anuncio en su única carrera presidencial. El vídeo es un monólogo interpretado por el actor Bill Bogert, que explica a un republicano asustado por el discurso extremista del candidato Goldwater y por el respaldo de algunos grupos racistas en estados del Sur. “No me siento culpable de ser republicano”, dice Bogert mirando a cámara. “Mi padre es republicano y lo fue también su padre y toda la familia. Yo voté por Eisenhower y por Nixon pero hay algo distinto en el senador Goldwater. Me da la impresión de que estamos ante un hombre muy diferente. Este hombre me da miedo. Si el líder del Ku Klux Klan apoya al candidato de mi partido, una de dos: o ellos no son republicanos o no lo soy yo”. Johnson se las arregló para...