Articulos, Destino 2016, Elecciones de 2016
Desde la primavera varios grupos de activistas y líderes republicanos intentan frenar a Donald Trump. No han sido siempre las mismas personas, pero el objetivo y el resultado se han repetido. El último intento es la candidatura del independiente Evan McMullin. En abril, la obsesión de los reticentes a Trump era celebrar una convención abierta en la que el líder de la carrera no llegara al umbral de delegados para ser elegido candidato en Cleveland. En mayo, una vez quedó claro que Trump sí lograría alcanzar el número mínimo de apoyos, se volcaron en empujar a otro aspirante que se sacrificara por la causa y se presentara como independiente para dar voz a los conservadores. En julio, en la convención, hubo un esfuerzo por cambiar las reglas aunque fuera de manera testimonial para que los delegados no estuvieran obligados a votar por Trump. Quién está detrás Las figuras de primera línea que más han criticado a Trump han sido Mitt Romney, que fue gobernador de Massachusetts y candidato presidencial en 2008 y 2012, el senador de Nebraska Ben Sasse, y el gobernador de Ohio, John Kasich. Ellos tres han valorado una candidatura independiente para quitarle votos a Trump, pero ninguno se ha atrevido por miedo a ser vistos como los responsables de la victoria de Hillary Clinton. Pero sobre todo personas del entorno de Romney no han dejado de perseguir opciones para poner obstáculos en el camino de Trump, que es percibido como una amenaza para el futuro del partido y de la democracia estadounidense. Entre los más activos, están Bill Kristol, el editor del Weekly Standard, y Stuart Stevens,...