Cuando el halcón es el candidato demócrata: por qué militares y espías están con Clinton
Agosto 05, 2016
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El equipo de Hillary Clinton en el Departamento de Estado la llamaba “The Warrior” (“la guerrera”). La candidata se llevaba bien con los generales Stanley McCrystal y David Petraeus. Votó a favor de la invasión de Irak y presionó al presidente Obama para que interviniera en Siria. En la última década, Clinton ha tenido un aire de “halcona” en sus políticas que asustaba a los seguidores de Bernie Sanders, pero que ahora está atrayendo apoyos a su campaña insólitos para un demócrata. El temor a la irresponsabilidad de Donald Trump y su coqueteo con las armas nucleares ha acelerado esa tendencia.
Michael Morell, ex director de la CIA que sirvió con George W. Bush y Barack Obama, publica este viernes un artículo en el New York Times declarando su apoyo a Clinton. Morell dice que ha votado a miembros de ambos partidos y que hasta ahora nunca había contado en público sus preferencias. Así explica por qué ha tomado la decisión de hablar.
“En primer lugar, Hillary Clinton está muy cualificada para ser nuestra comandante-en-jefe. Confío en que va a cumplir con el trabajo más importante de un presidente: mantener a salvo a nuestra nación. En segundo lugar, Donald Trump no sólo no está cualificado para el trabajo, sino que puede suponer una amenaza para nuestra seguridad nacional”, escribe.
En su pieza, Morell incluye una frase inédita en una campaña presidencial pronunciada por un ex jefe de los espías. “En la comunidad de inteligencia, diríamos que Putin ha reclutado a Trump como un agente involuntario de la Federación Rusa”.
La carta de los republicanos
En marzo, más de un centenar de republicanos de la comunidad de seguridad e inteligencia publicaron una carta de oposición a Trump.
“Hemos estado en desacuerdo en muchos asuntos, incluidas la guerra de Irak y la intervención en Siria. Pero estamos unidos en nuestra oposición a una Presidencia de Donald Trump”, escribían. “Pasa del aislacionismo a las osadías militares en una sola frase”. Entre los firmantes están el analista Robert Kagan, Kori Schake, que fue directora de estrategia de Defensa del Consejo de Seguridad Nacional de George W. Bush, o Peter Mansoor, militar y ex asesor de Petraeus también con el presidente republicano. Estos tres ya decían en marzo que iban a votar por Clinton.
Parte de los firmantes aseguraban entonces que no podrían votar por un demócrata, pero desde la primavera más miembros de la comunidad de inteligencia y seguridad han reconocido que la única opción para frenar a Trump es votar por la candidata demócrata. Así lo han hecho también donantes, congresistas y ex altos cargos republicanos.
Altos cargos que han servido para gobiernos republicanos han expresado su preocupación por el “temperamento” de Trump en asuntos de política exterior y de seguridad. Entre ellos está Bob Gates, ex secretario de Defensa y ex director de la CIA.
El general
En la convención demócrata, uno de los discursos más apasionados en defensa de Hillary Clinton lo dio el general John Allen, que fue comandante supremo de la OTAN y tampoco se había metido en política hasta ahora. Allen lideró las tropas en Irak y en Afganistán. Trazó una relación muy fuerte con el presidente Obama, que lo definió como “su hombre”.
“He estado fuera de la arena política toda mi vida adulta, pero dados los asuntos complejos que afrontan nuestro país y sus aliados hoy, me siento obligado a hablar y a que me escuchen”, explicó Allen.
El presidente Barack Obama comentó después que le había sorprendido ver a Allen en ese papel en público. “El presidente nos dijo cómo de impactado se había quedado por su discurso. Es alguien que conoce muy bien al general Allen, pero no le había visto actuando en este tipo de plataforma antes”, dijo un portavoz de la Casa Blanca al día siguiente del discurso.
Allen también vivió la hostilidad que puede provocar entre algunos demócratas la presencia de generales en la campaña de Clinton. En la convención fue uno de los más abucheados por los delegados más activos de Bernie Sanders. Los cánticos de “No more wars” le interrumpieron varias veces mientras la mayoría intentaba acallar a los que protestaban con gritos de “U-S-A, U-S-A“, una escena insólita en una convención de los demócratas.
Pocos con Trump
Trump tiene pocos apoyos en la comunidad de seguridad. Uno de ellos es el general Michael Flynn, que también sirvió en la Administración Obama. El candidato republicano lo llegó a considerar como posible vicepresidente y ahora ha criticado a su colega Allen.
El candidato republicano no tiene el panel habitual de asesores en este campo. Algunos militares incluso dicen que podrían desentender sus órdenes si Trump fuera presidente y que los miembros del ejército no son “sus guardias de palacio”.
Los ataques de Trump a los padres del capitán Humayun Khan, asesinado en la guerra de Irak en 2004 mientras trataba de defender a su unidad, han ayudado poco a la causa del candidato republicano.
Más allá de los apoyos, el principal problema de Trump es presentarse como alguien de fiar y capaz de defender al país. En el último sondeo del Wall Street Journal, el 46% de los que contestan aseguran que Clinton sería mejor comandante-en-jefe frente al 35% que prefieren a Trump. La tendencia es constante desde mayo, pero la confianza en Clinton ha crecido desde entonces.
El candidato republicano tiene aún un hueco para crecer en seguridad porque hay división sobre quién protegería mejor al país. Clinton tiene ahora una ligera ventaja sobre Trump.
Militares en política
Algunos militares se sienten incómodos por la intervención de sus colegas en el debate político. Es el caso del general Martin Dempsey, el ex jefe del Estado Mayor, que se quejó de que Allen y Flynn estén participando en la campaña en una carta al Washington Post.
No es la primera vez que generales y ex generales han intervenido en política. Wesley Clark, que fue comandante supremo de la OTAN durante la guerra de Kosovo, incluso fue candidato presidencial. Y la reacción colectiva contra los políticos ha sucedido en casos recientes, por ejemplo contra Donald Rumsfeld, cuando era secretario de Defensa, por sus órdenes en Irak.
María Ramírez
Reportera y analista política de Univision Noticias. Nació en Madrid en 1977 y estudió Periodismo en la Universidad de Columbia con una beca Fulbright. Trabajó durante 15 años como corresponsal de El Mundo (España) en Nueva York, Milán y Bruselas. Fundó la web de innovación periodística #nohacefaltapapel y el diario El Español. Colabora con NY1 Noticias. Es autora de La Carrera: Retrato de 10 candidatos cuyo ascenso marca el futuro de América (2012) y Marco Rubio y la hora de los hispanos (Debate, 2016). @mariaramirezny