El virtual nominado del partido republicano a la presidencia, Donald Trump, ha indicado en varias oportunidades que uno de los principales motivos por los que seleccionó a Mike Pence como su compañero de fórmula fue por su éxito como gobernador de Indiana.

El ahora virtual nominado a la vicepresidencia, también defiende a menudo su gestión, resaltando los éxitos económicos de su estado natal desde que asumió el poder en 2013. Pero, ¿se destacan éstos a nivel nacional? ¿Superan la recuperación que ha visto todo Estados Unidos en los últimos tres años?

“I looked at the numbers. Unemployment, what a great job he did, jobs, what a great job he did. Triple A rating on his bonds”

¿Más empleo que nunca en Indiana?

Una de las líneas habituales de Mike Pence al hablar de la recuperación de Indiana es señalar que en el estado hay “más personas trabajando” ahora que en cualquier otro momento de sus 200 años de historia.

Tal afirmación es cierta, pero engañosa. Textualmente lo que dice Pence es verdad. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, en mayo de 2016 había 3.2 millones de personas empleadas en Indiana, cifra que supera cualquier registro oficial desde que éstos se tienen disponibles, en 1976.

Sin embargo, buena parte de este récord histórico se debe al crecimiento poblacional. Por ejemplo, entre 1997 y 2008, en casi todos los meses hubo 3 millones de personas empleadas en Indiana, pero en ese entonces la población del estado rondaba los 6 millones. Hoy la población es de 6.6 millones.

Es por esto que la tasa de desempleo actual no es la más baja en la historia del estado. En mayo de 2016 había 5% de desempleo en Indiana, superior al 4.5% de octubre de 2015, y casi el doble del mínimo histórico de 2.9% de desempleo al que se llegó en 1999 y 2000.

Algo que debe tener muy claro al juzgar los indicadores es que ningún resultado puede asumirse como generado por la política pública del gobernador. Muchos otros factores sociales y económicos globales y locales participan en los resultados.

Pence vs Obama

Más allá de ver las cifras de Indiana en comparación con su propia historia, para analizar el éxito de Pence al frente del estado hay que colocarlo en un contexto nacional. ¿Sobresale su gestión del resto del país?

En líneas generales Pence tiene algunos indicadores buenos. Por ejemplo, aunque la tasa de desempleo de Indiana es ligeramente superior a la de Estados Unidos (5.0% vs 4.9% en mayo), desde que inició su gobierno en enero de 2013, Mike Pence ha visto una caída del desempleo más acelerada que la vivida en el resto del país en ese período.

A inicios de 2013 Indiana tenía 8.4% de desempleo, frente al 8.0% de Estados Unidos. Para mayo de este año, en Indiana el desempleo se había reducido 40.5%, mientras que en todo el país la reducción fue de 38.8%.

Algo similar ocurre con la cifra total de personas que están empleadas. Al llegar a 3.2 millones de empleados en Indiana, el estado había visto crecer tal cifra en 9.77% desde enero de 2013. En el mismo período las personas empleadas a nivel nacional aumentaron 6.58%, de 135.2 millones a 144.1 millones.

En el sector de la manufactura, punto resaltado por Trump, Indiana incrementó 6% el número de empleos desde inicios de 2013, mientras que en todo el país el crecimiento fue de 2.6%.

Pence vs John Kasich

Si comparamos los logros de Pence con los de otro gobernador republicano, John Kasich de Ohio, quien buscó la nominación resaltando sus éxitos de gestión y quien no ha dado su respaldo a Trump, parece que Pence queda nuevamente bien parado.

Desde enero de 2013 el desempleo en Ohio ha caído 32% (frente a 40.5% en Indiana), mientras que la fuerza laboral empleada ha crecido 4.56% (9.77% en Indiana), y el sector de la manufactura ha incrementado el número de empleos en 3.35% (6% en Indiana).

Cabe recordar que tanto Kasich como Obama iniciaron sus gestiones años antes que Pence (2011 y 2009 respectivamente), y que muchos de estos índices ya venían mejorando desde que asumieron el poder.

Más violencia, menos exportaciones, similar crecimiento

De lo que no puede regodearse Pence es de haber hecho a Indiana un estado más seguro, al menos no en sus dos primeros años de gestión. A pesar de que Trump (y ahora su compañero de fórmula) ha insistido en ser el candidato de la fuerza y la ley y el orden, Pence ha visto aumentar los delitos y los homicidios en Indiana.

En el año previo a iniciar su gestión, en Indiana hubo en torno a 346 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes. Para 2014 tal cifra había crecido hasta 365 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes, un incremento de 5.4%. Tal tendencia es contraria a la vista a nivel nacional, en donde los delitos han venido cayendo: de 387 en 2012 a 376 en 2014, una reducción de 2.84%. En Ohio también disminuyeron los crímenes violentos en ese período en un 5%.

Un aspecto económico en donde Indiana luce rezagado con el resto del país es el de las exportaciones. En los primeros tres años de gestión de Pence como gobernador, las exportaciones cayeron 3.35%, mientras que a nivel nacional aumentaron en casi 2% (en Ohio el incremento fue mayor: 4.5%).

En cuanto al crecimiento del producto interno bruto, Indiana se ha movido muy cerca del promedio nacional: el estado creció 2.2% en 2013, 2.2% en 2014 y 1.7% en 2015, mientras que el país vio cifras de 1.9%, 2.2% y 2.4% en ese mismo período. Ohio se vio un poco mejor que su estado vecino, con crecimiento del 2.1%, 3.5% y 1.8% en los últimos tres años.

Veredicto

Nos parece medio mentira considerar la mejoría de Indiana desde 2013 como algo extraordinario, dado que muchos de los indicadores más optimistas que ha visto el estado van a la par de lo visto en todo Estados Unidos.

Aunque el desempleo se ha reducido más, el crecimiento económico ha sido ligeramente más lento y la inseguridad ha subido, contrario a lo que ocurre en el resto del país.