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Donald Trump manipula las cifras al decir que hay un ataque de ISIS cada 84 horas

En un nuevo discurso sobre política exterior, enfocado en terrorismo y seguridad, Donald Trump dio una espeluznante cifra sobre la frecuencia de los ataques terroristas del Estado Islámico, perpetrados fuera del Medio Oriente.

El nominado republicano dijo que el grupo terrorista conocido como ISIS lanza un ataque cada 84 horas, es decir, cada tres días y medio, fuera de zonas de conflicto, admitiendo él mismo que la cifra era difícil de creer.

“This summer, there’s been an ISIS attack launched outside of the war zones of the Middle East, hard to believe, every 84 hours”

(Referencia a ISIS en 1:00)

¿Cómo comprobar si el dato es correcto?

Trump fue medianamente específico en su afirmación, aunque de todas maneras dejó varios cabos sueltos. Habló de “este verano”, pero no sabemos exactamente a qué fechas se refiere. Habló específicamente de ISIS, pero no dijo si se cuentan los actos “inspirados” por la organización, y dijo que eran ataques fuera de las “zonas de guerra del Medio Oriente”, sin señalar países específicos.

Dándole el beneficio de la duda al nominado republicano, podemos restringir el análisis de datos a los ataques perpetrados o inspirados por ISIS, a partir del 1 de junio, en todos los países a excepción de Siria o Irak, los más directamente afectados por el grupo terrorista. Sólo de esa manera la cifra tiene asidero en la realidad, aunque en todo caso se queda corta.

Ataques a granel en Egipto, Yemen y Afganistán

Un reporte de CNN actualizado hasta el 26 de julio, contabiliza 31 ataques del Estado Islámico (incluyendo los inspirados en el grupo) entre junio y julio de este año en diversas partes del mundo, excepto Siria o Irak. Tomando como ciertos esos números, los ataques de este grupo se habrían dado cada 43 horas, es decir, menos de dos días, lo cual dejaría la cifra de Trump muy por debajo pero daría fuerza a su argumento: ISIS está expandiéndose y fuera de control a nivel mundial.

Pero tal promedio tiene muchos asteriscos. De los 31 ataques en ese período, seis se dieron en Afganistán, Yemen o Libia, países que bien pudieran ser considerados como “zonas de guerra” cercanas al Medio Oriente. Otros siete se dieron en Egipto, país que tiene su propio conflicto entre rebeldes islámicos y el gobierno militar de Abdel Fattah el-Sisi. En la cuenta hay además cuatro atentados de Boko Haram en Nigeria o Camerún, y aunque el grupo se alió con ISIS, mantiene también desde hace años su propio conflicto en contra de las autoridades nigerianas.

Sacando esos 17 atentados, la cifra se reduce a 14 ataques en los mismos 55 días de junio y julio de 2016, lo que baja el promedio a un atentado cada 94 horas. Muy relevante, pero lejos de lo indicado por Trump.

Menos atentados en las últimas semanas

Otras bases de datos de ataques terroristas tienen menos coincidencias con lo dicho por Trump. El New York Times contabiliza nueve ataques inspirados o cometidos por el Estado Islámico entre el 1 de junio y el 16 de julio fuera de Irak o Siria, dando un promedio de un ataque cada 120 horas en ese período.

El portal de colaboración abierta Wikipedia tiene su propio conteo, actualizado hasta mediados de agosto: 13 ataques desde el 1 de junio vinculados de alguna forma a ISIS, lo que daría un promedio de un atentado cada 140 horas.

¿De dónde saca la cifra Trump?

En la transcripción oficial de su discurso, la campaña de Trump cita dos artículos de CNN para respaldar el cálculo de un ataque de ISIS cada 84 horas. Uno de ellos fue el mismo que utilizamos más arriba para intentar contextualizar las palabras de Trump, mientras que el otro es un artículo de opinión de Tim Lister, quien además de citar también a CNN, se refiere a un análisis del grupo IntelCenter.

Esta organización publicó esa información a comienzos de agosto, refiriéndose a ataques ejecutados o inspirados por ISIS recientemente en diversas partes del mundo a excepción de Siria, Irak, el Sinaí en Egipto o Libia.

Trump, en todo caso, no hace la salvedad de que en tal cálculo se incluyen ataques “inspirados” por ISIS, en los cuales no se tiene certeza de que la organización haya participado. El nominado republicano también parece dar un contexto distinto a la cifra, ya que, aunque la mayoría de los ataques se han producido en Asia o África, Trump en su discurso da un listado de ataques ocurridos exclusivamente en Estados Unidos y Europa, dejando la idea de que se trata de una guerra en contra de los países occidentales.

Veredicto

Lo dicho por Trump lo consideramos casi mentira. Aunque existe una organización que habla de un ataque de ISIS cada 84 horas, el nominado republicano no especifica a qué aplica la cifra y en cambio parece indicar que tales ataques son perpetrados mayormente en Estados Unidos y Europa.

Además, otras organizaciones ponen en duda tal frecuencia de ataques del Estado Islámico, sobre todo si se toman en cuenta atentados “inspirados” por la organización, o cometidos por grupos o en conflictos particulares, como en Nigeria por Boko Haram o en Egipto.


Trump descontextualiza situación económica de Detroit para culpar a Obama

En un discurso centrado en su análisis y sus propuestas para la economía nacional, Donald Trump tomó como ejemplo la ciudad de Detroit, Michigan, sitio que había elegido para tal evento.

La ciudad, que se ha convertido en un símbolo de la caída de la manufactura y la industria automotriz en Estados Unidos, sufre distintas dificultades, y aunque en algunos casos Trump exageró o no dio contexto a la situación, acertó en distintos indicadores económicos y de seguridad negativos de la ciudad.

“In short, the city of Detroit is the living, breathing example of my opponents´s failed economic agenda. Every policy that has failed this city, and so many others, is a policy supported by Hillary Clinton”

Es cierto que los ingresos per cápita son la mitad del promedio nacional

Los datos económicos de Detroit son muy negativos: tal como dijo Trump, es verdad que los ingresos per cápita en la ciudad son inferiores a $15,000 al año, representando casi la mitad del promedio nacional ($14,984 en Detroit y $28,555 a nivel nacional); la pobreza es de casi 40% (39.8%), cerca de tres veces el promedio de Estados Unidos (14.8%), y su desempleo es el más alto entre las 50 ciudades más grandes del país: 24.8% para abril de este año, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Detroit es la ciudad con la tasa más alta de crímenes violentos en el país, pero delitos han ido en descenso

Tal como dice Trump, Detroit sigue siendo una de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos, y la que tiene el índice de crímenes violentos más alto de todo el país: según el reporte de Crimen en Estados Unidos del FBI en 2014 (el más reciente con datos de todo el año), en la ciudad de Detroit se cometieron 13,616 crímenes violentos. La cifra es igual a 1,989 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes, en una ciudad con 684,694 pobladores.

Eso deja a Detroit por encima de otras ciudades con altos índices delictivos, como Memphis, Tennessee (1,741 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes), Oakland, California (1,709) o Baltimore, Maryland (1,338).

Lo que no dijo Trump, es que los delitos en Detroit han venido bajando. En 1999, por ejemplo, el índice de delitos violentos en Detroit fue de 2,254 por cada 100,000 habitantes. En años recientes, sin embargo, la ciudad no ha visto una disminución tan notable de la violencia como el resto del país. En 2009 tuvo un índice muy similar al de 2014 (1,966 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes), aunque sí se ha registrado un descenso en los últimos tres años: 2,123 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes en 2012; 2,073 en 2013 y 1,989 en 2014.

Políticas de Obama, y Clinton, no parecen haber afectado a Detroit o a Michigan

Al menos en el área metropolitana de Detroit, en los ocho años de gobierno del Presidente Barack Obama, los indicadores económicos han mejorado considerablemente: el desempleo, que saltó de 9.3% a 13.1% entre el cierre de 2008 y el inicio de 2009, y llegó a un tope de 17.2% en junio de ese mismo año, ha caído considerablemente hasta 4.5% en abril de 2016 (en junio volvió a crecer a 5.8%).

Los empleos en manufactura, punto central de las propuestas de Trump, tocaron fondo en el área metropolitana de Detroit en junio de 2009 con unas 161,500 personas empleadas. Para junio de 2016 el sector había subido a 241,900 empleados, contradiciendo las críticas del nominado republicano con relación al actual gobierno demócrata.

Algo similar ocurre con la industria automotriz. Trump denuncia una notable caída en el sector desde la entrada en vigencia de NAFTA en 1994. En aquel entonces, en el estado de Michigan había en torno a 280,000 empleados en la industria, y ahora hay unos 160,000, como indica el republicano. Sin embargo, en ese período de 22 años se dieron varios cambios: en los primeros seis años con NAFTA en vigor, la industria generó más empleos, llegando a 320,000 trabajadores en junio del año 2000. A partir de entonces inició una caída que llegó a su punto más bajo durante la crisis económica, en junio de 2009, con apenas 96,000 empleados. Por tanto, bajo el gobierno de Obama casi se ha duplicado el número de trabajadores en la industria automotriz en Michigan.

Veredicto

El análisis que Trump hace de Detroit lo consideramos medio mentira, debido a la falta de contexto en muchas de las cifras que da, así como de señalar responsabilidades sin tener certezas al respecto. Detroit sí muestra cifras muy negativas en comparación con el resto del país, pero los últimos 7 años, bajo el gobierno de Obama, han dejado una importante recuperación.