Trump se apegó a un libreto… pero igual mintió
La misma noche en que Hillary Clinton confirmaba el triunfo en las primarias del partido demócrata, Donald Trump se enfrentaba a todo tipo de críticas por sus comentarios sobre el juez Gonzalo Curiel, quien lleva el caso vinculado a “Trump University”.
Para intentar apaciguar el fuego, el discurso de cierre de las primarias republicanas de parte del ganador de la nominación fue atípico: breve, sin demasiada emoción y apegado a un libreto, el cual era leído por Trump a través de un teleprompter.
Aun así, varias afirmaciones hechas por el ganador de la nominación republicana nos llamaron la atención, por lo que decidimos analizar éste, su discurso más comedido.
“A todos los seguidores de Bernie Sanders, que han sido dejados de lado por un sistema fraudulento de superdelegados, los recibimos con brazos abiertos”
Al igual que ha hecho anteriormente, Trump quiso involucrarse en la elección primaria del partido demócrata, para atraer a los decepcionados seguidores de Sanders. En su convocatoria, dio a entender que el triunfo de Clinton sobre el senador de Vermont fue amañado por los superdelegados.
Trump sigue una línea a menudo mencionada por los más duros seguidores de Sanders: el partido demócrata arregló el sistema a favor de Clinton y ella no hubiera ganado sin respaldo de los superdelegados. Sin embargo, se trata de una mentira.
Tras las primarias del martes 7 de junio Clinton llegó a 2,203 delegados comprometidos, por 1,828 de Sanders, según la AP. Eso significa que, del total de delegados asignados por elección popular, Clinton se ha hecho con 54.7%, asegurándose con holgura la mayoría de esto tipo de delegados.
Es decir: si no existieran los superdelegados, Clinton también sería la virtual nominada demócrata. De hecho, la única estrategia y opción de Sanders de aquí en adelante es precisamente que los superdelegados le den la espalda a Clinton y los respalden masivamente a él, irrespetando la votación mayoritaria de quienes han participado en las primarias demócratas.
“He respaldado a las víctimas de la migración ilegal, madres y padres quienes han tenido que enterrar a sus propios hijos, por culpa de personas que no debían estar en el país”
Trump tocó el tema de la migración ilegal y su vinculación al crimen probablemente pensando en uno de los casos ocurridos poco después de lanzar su candidatura en 2015: el asesinato de la joven Kathryn Steinle en San Francisco, herida mortalmente de bala por un inmigrante indocumentado con orden de deportación.
Sin embargo, diversos estudios en la última década han señalado que la migración en general no conlleva a mayores índices delictivos, y que las personas nacidas fuera de Estados Unidos cometen menos delitos y están infrarrepresentados en el sistema carcelario.
Un informe del Instituto Cato analizó varios estudios al respecto, hallando que los hombres estadounidenses tienen el doble de probabilidad que los hombres inmigrantes de ser encarcelados, y que en ciudades con mayor concentración de inmigrantes la tasa de delincuencia disminuye. Otro análisis no halló diferencias entre el comportamiento de inmigrantes legalmente establecidos en el país con inmigrantes indocumentados.
Ciertamente, como dice Trump, hay inmigrantes indocumentados que han cometido delitos, con consecuencias trágicas para diversas familias. Pero no es cierto que cometen delitos en mayor número que los ciudadanos estadounidenses.
“He visto nuestros aeropuertos, carreteras y puentes dilapidados y los he comparado con otros países donde vemos instalaciones tan superiores a las nuestras, es algo que no se puede creer”
En este caso Trump parece estar en lo correcto, al menos a medias. La Asociación Americana de Ingenieros Civiles (ASCE en inglés) en su más reciente reporte le dio a la infraestructura estadounidense la nota de D+, muy lejos de la calificación ideal A. En el reporte, la infraestructura de aviación recibe una D, los puentes un C+, las carreteras D, las vías de tren C- y las escuelas D.
A nivel global, el Foro Económico Mundial coloca a Estados Unidos en el puesto 11 en cuanto a infraestructura, por detrás de Hong Kong, Singapur, Holanda, Alemania y Francia, entre otros.
Según Business Insider, tal reporte coloca a Estados Unidos como el quinto país con mejor estructuras de transporte aéreo, pero en los puestos 14 y 15 en la calidad de las carreteras y la calidad de las vías férreas, respectivamente.
“El crimen está aumentando. La gente está asustada”
Aunque hay varias maneras de analizar las tasas delictivas en Estados Unidos, en líneas generales no es verdad que el crimen en el país esté aumentando. El más reciente informe del FBI, del año 2014, muestra que la tendencia a la reducción de crímenes violentos se mantiene.
En 2014 se cometieron 1,165,383 crímenes violentos en Estados Unidos, 0.2% menos que en 2013, 6.9% menos que en 2010 y 16.2% menos que en 2005. En cuanto a asesinatos, 2014 cerró con 14,249, 0.5% menos que en 2013, y 14.9% más bajo que en 2005.
En las grandes ciudades las cifras son menos alentadoras. Nueva York tuvo en 2015 un año récord debido a la baja tasa de delitos violentos, pero en Los Ángeles los crímenes y los asesinatos aumentaron notablemente con relación a 2014, 19.9% y 10.2% respectivamente. En Chicago, entre enero y febrero de 2016 se cometieron 108 homicidios, más del doble de los cometidos en ese mismo período en 2015.
En cuanto al miedo de los estadounidenses, el Detector de Mentiras ya reportó que eran exageradas las afirmaciones de Trump sobre el temor a un ataque terrorista en el país. En cuanto a otros miedos, la Universidad de Chapman en California reveló en 2015 que la corrupción, el cyber-terrorismo y el seguimiento corporativo a datos personales generan más preocupación en los ciudadanos que el terrorismo. A su vez, sólo 21.6% de los consultados dijeron temer un robo y 16% ser asesinado.