Ley y orden y un partido dividido en el arranque de la convención de Trump
Julio 18, 2016
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Las masacres de Dallas y Baton Rouge ensombrecieron el inicio de la convención republicana, que se abrió en Cleveland en torno a la una de la tarde con un momento de silencio para honrar la memorias de los policías fallecidos y con una sesión dedicada a ultimar las normas de la reunión.
Los sucesos de las últimas horas han llevado al entorno de Donald Trump a enfatizar su mensaje de ley y orden, que centrará la primera jornada de la convención. Este lunes hablarán varios oradores que han servido en el Ejército, entre ellos el general Michael Flynn. También activistas contra la reforma migratoria y líderes con experiencia en la lucha contra el crimen como el gobernador Chris Christie y Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York.
El plato fuerte del día es la intervención de Melania Trump, que será presentada en torno a las 10 de la noche por su marido, según ha explicado el jefe de campaña Paul Manafort. “Es una oportunidad para presentar al candidato a un público más amplio. No sólo a la figura política sino también al hombre que no es tan bien conocido”, explicó Manafort este lunes unas horas antes del inicio de la convención.
Fuera del perímetro se celebrarán varias protestas contra la retórica racista del candidato. Dentro la gran incógnita es hasta dónde llegarán las protestas de los delegados republicanos que todavía se oponen a Trump.
Al contrario que hace cuatro años, esta vez la convención no contará con la presencia de las voces más influyentes del partido. Gobernadores como Brian Sandoval o Susana Martínez y senadores como Lindsay Graham, Tim Scott o Kelly Ayotte han optado por no venir a Cleveland para no airear sus diferencias con Trump.
“El partido está unido”, aseguró este lunes Manafort cuando un periodista le preguntó por la ausencia de pesos pesados y por el rechazo al candidato de la familia Bush. “La familia Bush es parte del pasado y aquí estamos gestionando el futuro. Ellos no son un reflejo del partido republicano”. El ex speaker Newt Gingrich fue aún menos diplomático: definió la conducta de los Bush como “infantil” y dijo que el partido había sido “terriblemente bueno” con ellos.
Hace tiempo que el entorno del candidato no aspira a atraer el respaldo de la dinastía. Pero sí espera que la elección de Mike Pence como aspirante a vicepresidente ayude a disipar las dudas de los republicanos más conservadores, que respaldaron a aspirantes como Rubio, Carson o Cruz durante las primarias y que durante meses no se fiaron de Trump.
Es un proceso difícil por el perfil profano del candidato pero también porque no es un político profesional. Uno de los objetivos de la convención es blanquear su imagen por medio del apoyo de figuras conocidas como los gobernadores Scott Walker o Mike Huckabee.
Una de las ausencias más notables es la del gobernador de Ohio, John Kasich, que ha optado por no aceptar la invitación de su rival. Al contrario que Marco Rubio, ni siquiera ha aceptado enviar un vídeo para la convención.
“Está cometiendo un gran error”, dijo este lunes Manafort sobre la ausencia del gobernador. “Hace daño a su estado y lo deja en una posición embarazosa. Las negociaciones con su entorno se rompieron porque [su asesor] John Weaver cree que tiene más posibilidades de ser presidente si no apoya a Donald Trump”.
Las palabras de Manafort levantaron ampollas entre los republicanos de Ohio, a los que no les gustaron las críticas a su gobernador. “No sabe de lo que habla”, dijo este lunes Matt Borges, presidente del partido estatal. “Hace tiempo que busco un mensaje conciliador de la campaña de Trump y de pronto Manafort llega a Cleveland esta mañana y decide ir en otra dirección”.
El final de la investigación sobre su correo electrónico y la cobertura de los prolegómenos de la convención de Cleveland han ayudado al candidato republicano, que ha repuntado en los sondeos aunque sigue lejos de su rival. El modelo de predicción de Nate Silver le otorga un 35% de opciones de ganar la carrera presidencial.
Eduardo Suárez
Eduardo Suárez (León, 1979) ha ejercido como corresponsal del diario ‘El Mundo’ en Londres, Bruselas y Nueva York y es creador junto a María Ramírez de la web de innovación periodística #nohacefaltapapel. Licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, ha cubierto diversos procesos electorales y ha entrevistado a líderes como Marco Rubio, Tony Blair o Gordon Brown. En 2011 asumió la corresponsalía del diario en Estados Unidos, donde cubrió las elecciones presidenciales de 2012 y el atentado contra el maratón de Boston y donde escribió decenas de historias sobre ciencia, cultura e innovación. Ha ejercido como comentarista en programas de canales como CNN, Univision, BBC, NY1 Noticias o Sky News. Es autor de los libros ‘La carrera’ (2012), ‘El rastro del Exxon Valdez’ (2014) y ‘Marco Rubio y la hora de los hispanos’ (2016). Ganó el Premio Internacional García Márquez al mejor texto de 2014 con un reportaje en Alaska sobre el Exxon Valdez. @eduardosuarez