Así son los votantes de Marco Rubio: nueve claves según sus resultados en Iowa

Marco Rubio salió de Iowa convertido en el favorito para ganar las primarias republicanas. Pero su ascenso se frenó en seco después del debate del sábado, donde el gobernador Chris Christie se las arregló para presentarlo como un político inexperto e incapaz de improvisar.

¿Hasta qué punto dañará a Rubio este episodio en las primarias de New Hampshire? Los primeros sondeos indican que Donald Trump sigue muy por delante y que se ha igualado la pugna por el segundo puesto entre cuatro aspirantes: los senadores Cruz y Rubio y los gobernadores John Kasich y Jeb Bush.

A la espera de las primarias del martes, merece la pena analizar los desafíos que afronta el senador hispano. Los datos de estos 12 gráficos están sacados de los sondeos a pie de urna que se hicieron en la noche de los caucus de Iowa y ofrecen una idea sobre quién ha apoyado su candidatura en la primera cita electoral.

1. Es más popular entre los votantes con estudios.

Ni los orígenes humildes de Rubio ni su atractiva historia personal le ayudaron en Iowa a ganar el respaldo de las personas sin estudios universitarios. Sólo un 17% votaron por Rubio y un 58% de los votantes de ese grupo optaron por Cruz o Trump.

Rubio atrajo en cambio el respaldo de los graduados universitarios y de las personas de las zonas urbanas al igual que hiciera Mitt Romney cuando estuvo a punto de ganar los caucus en 2012.

2. Los moderados prefieren a Trump.

Muchos presentan al senador hispano como el hombre llamado a captar el voto de los votantes de centro. Pero al menos en Iowa Trump se las arregló para ganar en ese sector de la población.

Esas cifras son un problema para Rubio. Entre otras cosas porque en New Hampshire hay más votantes moderados y porque aquí los independientes pueden votar en las primarias republicanas. Al contrario que en Iowa, varios candidatos compiten con él en este estado por el voto moderado: Bush, Kasich, Christie y el propio Trump.

3. Atrajo a quienes como “algo conservadores”.

Iowa propició el triunfo de Cruz entre quienes se definen como “muy conservadores” y el de Trump entre los “moderados”. El senador de la Florida ganó en cambio entre quienes se definen como “algo conservadores”.

Se podría decir que es una buena noticia para Rubio porque es el grupo más numeroso entre los republicanos del país. Pero sólo si logra conservar ese respaldo en las primarias que se avecinan pues es un grupo que podría girar hacia uno de los gobernadores que acechan en los sondeos al senador.

4. Ganó entre quienes buscan experiencia.

El senador hispano batió a Trump y a Cruz entre los votantes de Iowa que buscaban un candidato con experiencia suficiente para llegar a la Casa Blanca. Es decir, los votantes ignoraron las críticas de rivales como Bush o Christie y lo percibieron como un aspirante preparado para gobernar.

La pregunta es si esa percepción sobrevivirá a su actuación en el debate del sábado. ¿Calará el mensaje de Christie entre los votantes de New Hampshire? Este martes sabremos más.

5. Los votantes no lo perciben como un ‘outsider’.

Sólo un 7% de quienes quieren un ‘outsider’ en la Casa Blanca votaron por el senador hispano. Es una mala noticia para el candidato, al que los votantes de Iowa percibieron como un político de carrera y no como el joven hijo de inmigrantes que dice su mensaje electoral. ¿Puede triunfar un hombre que vive de la política desde hace 16 años ganar en el año de Bernie Sanders y Donald Trump?

6. Atrajo a quienes quieren alguien capaz de ganar.

Muchos comparan al senador hispano con Barack Obama. Pero en Iowa sólo lo respaldó un 17% de quienes quieren un candidato capaz de impulsar el cambio.

Tampoco respaldan a Rubio aquéllos que buscan un candidato que diga las cosas claras, que apoyan en masa la candidatura de Trump. Esta cifra explica por qué prendieron las críticas de Christie, que reforzaron la percepción del senador como un político con un discurso enlatado y poco capaz de improvisar.

Quienes sí votaron en Iowa por Rubio son aquellos republicanos que buscan un aspirante capaz de derrotar a los demócratas en noviembre. Un 44% de ese sector apoyó al senador hispano y lo presentó durante unos días como el candidato favorito del establishment republicano.

¿Sobrevivirá esa percepción a su actuación en el debate? Sólo si Rubio mantiene el segundo puesto que le otorgaban los sondeos antes del sábado. Si le adelantan Bush, Kasich o Cruz, el aura que lo envolvió después de Iowa se verá dañada y sembrará dudas entre los grandes donantes, que empezaban a ver al senador como la mejor opción después del fiasco de Bush.

7. Su punto fuerte es la economía.

El senador hispano logró un 30% de los votos entre los votantes de Iowa más preocupados por el desempleo y la situación económica. El porcentaje es más alto que el de cualquier otro candidato republicano y refleja uno de los puntos fuertes de Rubio: su mensaje optimista sobre la economía.

8. El terrorismo es un punto fuerte de Trump.

Más preocupante para Rubio es el triunfo de Trump entre quienes están más preocupados por el terrorismo global. De poco han servido los seis años del senador en el Comité de Relaciones Exteriores ni sus viajes a Jordania, Israel o Corea del Sur.

La retórica agresiva de Trump convenció a los votantes de Iowa de que él es el aspirante mejor capacitado para gestionar las amenazas de líderes como Vladimir Putin o Kim Jong-Un. Este extremo puede ser un problema para Rubio si se alarga la carrera republicana y no cambia la percepción de que no está preparado para gestionar la política exterior. Es un argumento que repiten a menudo candidatos como Christie o Bush.

9. El motivo por el que casi no habla de inmigración.

Las cifras de Iowa no engañan: Rubio apenas logró un 10% de los votos entre los republicanos más preocupados por la inmigración.

La irrupción de Trump colocó en el centro la polémica sobre la reforma migratoria y Rubio no supo articular un mensaje capaz de seducir a quienes votaron en Iowa, mucho más reacios a legalizar la situación de los indocumentados que los republicanos de otros puntos del país.

Las cifras de Iowa explican por qué Rubio sigue hablando mucho más de mejorar la seguridad en la frontera que de resolver el problema migratorio. La mayoría de los republicanos están a favor de resolver la situación de los indocumentados. Pero no quienes votan en estados como Iowa o Carolina del Sur.