Así es la estrategia de cada candidato republicano para ganar
Enero 10, 2016
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Se acerca el inicio de las primarias republicanas y todos los aspirantes afilan sus estrategias justo antes de empezar. Sus objetivos no son los mismos. Unos se juegan mucho en Iowa o New Hampshire y otros se reservan para las siguientes etapas de la carrera presidencial. La campaña es larga y está llena de obstáculos. Importan debates como el que se celebrará este jueves en Carolina del Sur. Pero también el calendario, la capacidad para recaudar fondos y la ideología de la población.
En este contexto y a tres semanas de la noche en que se celebran los caucus de Iowa, el 1 de febrero, es un buen momento para explicar los objetivos y las estrategias de los cinco aspirantes con más opciones de ganar la candidatura republicana en una pugna que se podría demorar hasta el mes de abril.
1. Trump: no desinflarse
El millonario neoyorquino sigue estando muy por delante en los sondeos nacionales. Pero su posición es mucho más débil en Iowa, donde la media de RealClearPolitics ya le sitúa por debajo del senador republicano Ted Cruz, que se ha asegurado el respaldo de influyentes líderes evangélicos como James Dobson, Steve Deace o Bob Vander Plaats.
Al contrario que Cruz, Trump no necesita ganar en Iowa para seguir en la carrera hacia la Casa Blanca. Quizá por eso este sábado recordó que los republicanos del estado no suelen votar por el aspirante que se lleva luego la candidatura presidencial.
Trump tiene recursos para competir en Carolina del Sur, en Nevada y en los estados sureños del llamado Super-Martes, cuyas primarias se celebran el 1 de marzo. Pero una derrota en Iowa acrecentaría la sensación de que su candidatura se está desinflando y haría más necesario un triunfo en New Hampshire, donde por ahora tiene una ventaja cómoda sobre los demás.
Los votantes de Iowa son más conservadores que los de New Hampshire pero eso no quiere decir que sean más propicios para Trump, que tiene más apoyo entre los votantes moderados (28%) que entre los conservadores (21%) como demuestra este gráfico de la última encuesta de la firma Marist para el Wall Street Journal y NBC News.
The is the stat @RonBrownstein is referring to: pic.twitter.com/oB2cOvxuDo
— Shane Goldmacher (@ShaneGoldmacher) January 10, 2016
2. Cruz: no ser Santorum
Ted Cruz es el hombre de moda en la carrera republicana: los últimos sondeos le colocan por delante en Iowa y se acerca a Trump en un estado tan conservador como Carolina del Sur.
El calendario de 2016 favorece las opciones del senador de Texas. De los 13 estados llamados a votar en el Super-Martes, siete tienen un alto porcentaje de votantes evangélicos y pertenecen al Sur más conservador. Lugares como Tennessee, Oklahoma o Texas son un terreno fértil para Cruz, que podría aprovechar la inercia de Iowa para coger ventaja en la pugna por la nominación.
La amenaza que se cierne sobre Cruz es la gestión de las expectativas. Un triunfo por la mínima en Iowa se interpretaría como una derrota y un segundo puesto sería un mazazo. New Hampshire no es un estado propicio para el senador y un resultado adverso en los caucus le obligaría a remar contracorriente en unas semanas decisivas para la carrera presidencial.
El desafío de Cruz es demostrar que es capaz de ganar en estados como Ohio, Nevada o Colorado, donde no es tan sencillo ganar para un aspirante tan conservador. Líderes como Rick Santorum (2012) o Mick Huckabee (2008) ganaron en Iowa pero no lograron la candidatura republicana. ¿Seguirá sus pasos Ted Cruz o encontrará una vía para ser el elegido en 2016?
3. Marco Rubio: despertar en New Hampshire
El senador hispano ha ido mejorando a medida que avanzaba la campaña pero no ha llegado a despegar en las encuestas a pesar de su buena actuación en los debates. Rubio es tercero en los sondeos nacionales y se perfila como el mejor colocado para acabar con la hegemonía de Trump en New Hampshire. Pero en Iowa está muy lejos del millonario neoyorquino y de su colega Ted Cruz.
Según explica en detalle este artículo de Jim Geraghty, Rubio tiene un historial tan conservador como cualquiera de sus rivales. Pero su discurso, su perfil y sus contactos en el Capitolio lo han convertido en uno de los favoritos del establishment republicano, que anda buscando un candidato capaz de frenar el ascenso de aspirantes como Ben Carson, Donald Trump o Ted Cruz.
Hasta ahora Rubio se las ha arreglado para contener las expectativas. Al contrario que Cruz o Christie, no lo ha apostado todo a ninguno de los estados llamados a votar durante febrero y ha aprovechado el otoño para sumar apoyos y para recaudar. Pero el candidato debe empezar a definir una estrategia si quiere llegar a la Casa Blanca.
Un segundo puesto en Iowa sería aceptable para Rubio, sobre todo si queda cerca de su colega Cruz. El senador de Florida se juega mucho más en New Hampshire, donde aspira a aglutinar el voto del establishment, que por ahora se reparte con Christie, Kasich y Bush.
A ningún candidato le conviene más que tiren la toalla esos aspirantes. Sobre todo pensando en los 13 estados que votan el 1 de marzo, donde Rubio está mejor preparado que cualquiera de ellos pero donde es más vulnerable que Ted Cruz.
Si sobrevive al Super-Martes, Rubio tiene un mes de marzo relativamente favorable, con primarias en Florida y en estados como Ohio, Utah o Carolina del Norte, donde ha construido una red de apoyos que podría ayudarle a generar una inercia favorable para la nominación.
4. Bush: acabar con Rubio
El ex gobernador de Florida arrancó más fuerte que ninguno de sus rivales recaudando más de 100 millones de dólares en el segundo trimestre de 2015. Pero se fue desinflando a medida que avanzaban los meses, sacudido por la irrupción de Donald Trump y por el ascenso de su pupilo Marco Rubio, que lo destrozó a finales de octubre en este duelo dialéctico durante un debate electoral.
Muchos analistas dan a Bush por muerto. Pero el ex gobernador tiene recursos suficientes para estirar su campaña hasta el 15 de marzo: el día en que se celebran las primarias en Florida, Ohio, Missouri, Carolina del Norte e Illinois. Pero si mantiene su porcentaje actual en los sondeos, sólo lograría mermar las opciones de Rubio, un candidato con el que hasta ahora siempre había mantenido una relación especial.
El porcentaje que logre en New Hampshire será decisivo a la hora de tomar cualquier decisión. Si Bush queda por detrás de Rubio, crecerán las presiones del establishment para que abandone la carrera presidencial.
5. Chris Christie: 8 de febrero
El gobernador de New Jersey sólo tiene dos opciones para sobrevivir en esta carrera: ganar las primarias de New Hampshire o quedar segundo por detrás de Donald Trump. Cualquier otro escenario sería el final de su campaña, que sólo puede ganar vuelo en un estado como New Hampshire, donde el 47% de los votantes se definen como moderados y donde muchos simpatizan con su estilo deslenguado e informal.
Lo que no está claro es si Christie tendría futuro aun ganando las primarias de New Hampshire. No es favorito ni en Nevada ni en Carolina del Sur. Tampoco en los estados que votan el 1 de marzo, salvo en Massachusetts o en Vermont. Mantener la inercia de un triunfo aislado durante un mes se antoja difícil para un candidato al que muchos perciben como demasiado moderado para ganar.
Eduardo Suárez
Eduardo Suárez (León, 1979) ha ejercido como corresponsal del diario ‘El Mundo’ en Londres, Bruselas y Nueva York y es creador junto a María Ramírez de la web de innovación periodística #nohacefaltapapel. Licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, ha cubierto diversos procesos electorales y ha entrevistado a líderes como Marco Rubio, Tony Blair o Gordon Brown. En 2011 asumió la corresponsalía del diario en Estados Unidos, donde cubrió las elecciones presidenciales de 2012 y el atentado contra el maratón de Boston y donde escribió decenas de historias sobre ciencia, cultura e innovación. Ha ejercido como comentarista en programas de canales como CNN, Univision, BBC, NY1 Noticias o Sky News. Es autor de los libros ‘La carrera’ (2012), ‘El rastro del Exxon Valdez’ (2014) y ‘Marco Rubio y la hora de los hispanos’ (2016). Ganó el Premio Internacional García Márquez al mejor texto de 2014 con un reportaje en Alaska sobre el Exxon Valdez. @eduardosuarez