junio 7, 2016 • Verificado por: Luis Alejandro Ordóñez
¿Van las propuestas migratorias de Clinton en sintonía con su historial? La ponemos a prueba
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Hillary Clinton

US Democratic presidential candidates Hillary Clinton arrives on stage before participating in the MSNBC Democratic Candidates Debate at the University of New Hampshire in Durham on February 4, 2016. Clinton and Sanders face off on February 4, in the first debate since their bruising Iowa clash that the former secretary of state won by a hair, as they gear for a battle royale in New Hampshire. / AFP / JEWEL SAMAD / ALTERNATE CROP (Photo credit should read JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images)

(JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images)

La candidata a la nominación presidencial por el partido demócrata, Hillary Clinton, hace de la reforma migratoria integral punto destacado de su plataforma de ideas a llevar a cabo si se convierte en presidenta de Estados Unidos. En ocho puntos Clinton desarrolla su plan en inmigración tocando aspectos como la defensa de las medidas ejecutivas tomadas por el actual presidente Obama, defensa de las familias, caminos claros hacia la ciudadanía, integración de las comunidades de inmigrantes y la seguridad nacional. En el Detector de Mentiras repasamos algunos de los puntos de ese plan.

Luchar por una reforma migratoria integral con caminos hacia una ciudadanía total e igualitaria.

La propuesta migratoria de Clinton comienza hablando de sus actuaciones de gobierno, específicamente durante su desempeño como senadora por el estado de Nueva York.

En su propuesta, Clinton menciona su apoyo a la reforma migratoria copatrocinada por el senador Ted Kennedy en 2004 y a las reformas de 2006 y 2007. Así mismo, dice haber copatrocinado las leyes DREAM de 2003, 2005 y 2007. En el registro de votación de Clinton como senadora, se puede ver la clara tendencia de la candidata a favorecer reformas que beneficiaran y protegieran a los inmigrantes, como el apoyo a ciudades santuario y a capacitación de trabajadores inmigrantes, y su oposición a planes que limitaran las opciones y posibilidades de los inmigrantes, como la instauración del inglés como lengua oficial del país.

Ya en la campaña electoral de 2008, Clinton hacía referencia a su amplio récord de promoción de una reforma integral del sistema migratorio del país. En un debate de enero de ese año, la aspirante a la presidencia declaró:

“Yo patrociné una reforma migratoria integral en 2004, por lo que he estado en los registros de este tema ya por bastante tiempo. Representar a Nueva York, el hogar de la Estatua de la Libertad, que atrae tantos inmigrantes a nuestras costas, ha sido no solo un privilegio extraordinario sino que me ha dado la oportunidad de ser vocero de estos asuntos. Cuando la casa de representantes aprobó la más mezquina medida, que decía que si ayudabas a alguien que estuviera en el país ilegalmente tú estarías cometiendo un crimen, yo me opuse y dije que eso sería criminalizar al Buen Samaritano y al mismísimo Jesucristo… yo no solo he trabajo en apoyo de los inmigrantes, yo he trabajado por mejorar sus condiciones por muchos años”.

Sin embargo, en el Detector de Mentiras ya hemos verificado dos posiciones de Clinton traídas a colación por su rival por la nominación demócrata, Bernie Sanders, que bien podrían considerarse puntos de distanciamiento sobre esta imagen. El senador por Vermont aseguró que Clinton apoyó las deportaciones de niños y que no apoyó el otorgamiento de licencias de conducir a indocumentados en Nueva York. Ambas afirmaciones de Sanders resultaron ciertas, aunque ambas fueron expresadas en los términos que Clinton insiste en sus propuestas sobre reforma: que tiene que ser integral y no de medidas aisladas que puedan dar pie al incumplimiento de la ley.

Al respecto, Clinton cierra el primer punto de su propuesta diciendo que “Como presidente ... luchará por una reforma migratoria completa que provea un camino a la ciudadanía igualitaria y total, que trate a cada persona con dignidad, defienda el mandato legal, proteja nuestras fronteras y la seguridad nacional, y lleve a millones de trabajadores a la economía formal”.

Defender las acciones ejecutivas DACA y DAPA

La lucha por las acciones ejecutivas está en pleno desarrollo, y se espera una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de aquí a finales de junio. Los escenarios son varios, por lo que las acciones de Clinton dependerían de cuál de estos se impone.

Por lo pronto, Clinton promete defender DACA y DAPA “de ataques partidistas y de demandas con motivación política que pongan a los Dreamers y otros en riesgo de ser deportados”. En febrero de 2016, ante una pregunta en un encuentro con votantes, Clinton dijo que renovará las acciones ejecutivas y que iría aún más allá si es legalmente posible. “... haré de esto un tema político de la mayor importancia, porque tenemos que mantener a esos jóvenes trabajando, yendo a la escuela y siendo miembros productivos de la sociedad”.

Esas últimas palabras van a tono con el siguiente punto en su propuesta:

Hacer todo lo que sea posible legalmente para avanzar en la protección de las familias

Sin mayores especificaciones, Clinton dice que “pondrá en marcha un sistema simple, directo y accesible para los padres de Dreamers y otros con una historia de servicio y contribución a su comunidad que sean capaces de defender su caso y ser elegibles para una acción diferida”. Por esta frase final y por el punto de defensa de DACA y DAPA, es posible pensar que las acciones legales que impulsaría Clinton se parecerán en mucho a la protección que ofrece DACA.

La posición y apoyo de los Dreamers ha sido punto clave de la campaña por la nominación demócrata, en especial en estados con muchos indocumentados como Nevada. No siempre Clinton ha tenido el visto bueno de Dreamers.

Eliminar las prohibiciones de entrada al país de 3 y 10 años

Con el fin de mantener unidas y juntas las familias en que sus miembros tengan diferente estatus migratorio, Clinton presionaría al Congreso por la eliminación de estas medidas, que obligan a quienes hayan entrado ilegalmente al país y permanecido en él más de seis meses no puede solicitar una Green Card por períodos de 3 o 10 años, dependiendo de si pasaron en el país menos o más de un año.

Hay quienes dicen que esta medida ha tenido un impacto menor, pero que ha creado el incentivo para que los inmigrantes indocumentados se mantengan en la sombra y para que no regresen a sus países de origen.

En los términos expresados en la plataforma de Clinton, la eliminación de la prohibición de entrada por 10 años pareciera ir a quienes han establecido raíces en el país, que es el espíritu de todas estas primeras medidas migratorias de la virtual candidata demócrata.

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