La más joven de la historia
Por Maye Primera @mayepri
–Algunos se han ido. Ya no estamos todos –dice Marialbert.
Señala la foto de grupo de sus compañeros de la escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, de la que egresaron todos en 2012. Ahora unos viven en Chile, otros en Perú. Unos en Barcelona, otros en Madrid. La mejor amiga de Marialbert, en Islas Canarias.
Entre las postales familiares colgadas en una amplia pared de la casa que Marialbert comparte con sus tías hay también un plano americano del Hugo Chávez, de traje gris, adornado con la banda y las joyas presidenciales. Él –que subió al poder cuando ella tenía 9 años y murió cuando ya había cumplido 23– tampoco está más.
–Los jóvenes somos los únicos que hemos vivido siempre bajo el mismo gobierno –reflexiona ella.
Marialbert Barrios tiene ahora 25 años y es la diputada más joven de la historia del Parlamento venezolano y de la nueva mayoría opositora en la Cámara que se instaló el 5 de enero. Con 112 de los 165 escaños a su favor, los partidos agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aspiran cambiar el rumbo político del país y ejercer control legislativo sobre el chavismo, que por primera vez en 17 años no tiene la mayoría de las curules consigo.
Ella fue postulada por los partidos opositores que integran la Mesa de Unidad Democrática, para competir con dos hombres fuertes del chavismo –el exministro Ernesto Villegas y el exalcalde de Caracas Freddy Bernal– en uno de los circuitos más empobrecidos y politizados de la capital: el que comprende las comunidades de Catia, El Junquito y La Pastora, donde las campañas de la oposición solían ser repelidas a tiros.
Marialbert ganó, contra el pronóstico de todos sus familiares que votan por Chávez, con una campaña modesta y una ventaja generosa para la oposición: 54% en Catia, 62% en El Junquito y 68% en La Pastora.
No pueden pretender que apoye a un fulano que no me deja tener la responsabilidad de ejercer mi carrera
–Me iba en moto a repartir mis volantes en las colas del Mercal (los mercados populares de alimentos operados por el Estado), en las paradas de autobuses. Entrábamos en esas colas, tocábamos a la gente. Eso nos ayudó mucho a que nos conocieran como candidatos. Si no era así, ¿cómo lo logras?
Las barriadas más temidas de la ciudad hoy la reciben con reguetón.
Marialbert entró a la universidad en 2007, justo el año en que el presidente ordenó la salida del aire del canal privado de televisión de RCTV e intentó sin éxito promover una reforma constitucional para establecer, entre otros cambios, la reelección presidencial indefinida –que terminó siendo aprobada en 2009. Eran esos los asuntos que entonces se debatían en los salones de clases y así fue como ella comenzó su carrera política.
En 2009 se sumó al movimiento estudiantil que durante los últimos ocho años ha mantenido encendida la protesta contra los gobiernos de Chávez y de Nicolás Maduro. Fue escogida como consejera de la escuela de Estudios Internacionales y luego como consejera de facultad. En 2012 se incorporó al partido Primero Justicia y a la campaña presidencial de su líder fundamental, Henrique Capriles Radonski, y de ese modo le dio la vuelta al país.
A partir de esas giras políticas, Barrios comenzó también a hacerse una imagen propia dentro del partido: “monto la foto en mi Instagram, escribo cada hora un tuit, retuiteo aquí, retuiteo allá, salgo en cámara”, dice.
De Chávez podría rescatar algunas cosas, admite. Pero de Maduro, nada. Entre otros argumentos políticos, por un asunto de profesión.
–No pueden pretender que apoye a un fulano que no me deja tener la responsabilidad de ejercer mi carrera.
Entre los años 2000 y 2007, un periodo en el que Maduro llegó a ser presidente de la Asamblea Nacional, la mayoría oficialista en la Cámara reformó dos veces la ley que regula el ejercicio profesional de las relaciones internacionales y estableció que todos los cargos de la Cancillería eran de libre nombramiento y remoción. Es decir, que ya no se alcanzaban con la acumulación de méritos en la carrera diplomática sino a través de la filiación personal o partidista.
Nosotros no peleamos, cada quien tiene sus ideas. Uno evita entrar en discusiones, porque primero está la familia. Así de sencillo
Barrios también le critica a Maduro que, siendo ministro de Relaciones Exteriores de Chávez durante seis años, no logró suscribir con otros países ni un solo convenio de peso que contribuyera al desarrollo económico del país. En su lugar, fortaleció la relación política con la región a fuerza del canje de petróleo barato por suministro de servicios médicos y de alimentos, y mediante unos acuerdos desventajosos que Venezuela ya no es capaz de sostener.
–Los acuerdos internacionales hicieron que un país como Chile llevara su arancel a cinco dólares y se convirtiera en uno de los países más fuertes de la región. Las relaciones internacionales hicieron que Brasil se convirtiera en el monstruo de Latinoamérica. ¿Y las Brics de dónde vienen? De la emergencia de países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Mientras tanto, la política exterior venezolana se hizo a punta de chequeras y regalías –analiza Barrios.
Marialbert Barrios creció en una familia chavista. Sus dos tías lo son, también el tío que le sopla al oído consejos políticos y que se hincha de orgullo por la victoria de la sobrina. Su padre, que respaldó la revolución, cambió de opinión cuando el comandante propuso la primera reforma constitucional. Luego votó con la oposición en las elecciones primarias de 2012 donde se escogió a Henrique Capriles como el abanderado presidencial de la unidad.
–Nosotros no peleamos, cada quien tiene sus ideas. Uno evita entrar en discusiones, porque primero está la familia. Así de sencillo. A veces me toca decirle a los chavistas: ‘Yo vengo de familia chavista, pero vamos a trabajar como hermanos, lo que tienes es que ponerte los pantalones y echar pa’lante –dice la diputada electa.
Pero admite que le duele escuchar a personas decir que la situación de escasez e hiperinflación que asfixia al país es consecuencia de una guerra económica, como repiten a diario en la radio, en los periódicos y en la televisión la propaganda oficial.
–¿De dónde sacan eso de la guerra económica, si nosotros no producimos nada en Venezuela?, se pregunta.
Barrios confía en que los que votaron por ella y los que no lo hicieron coincidan en el fondo en la necesidad de superar juntos la crisis. En las largas filas de los supermercados, que todavía visita para agradecer el apoyo recibido o para presentarse a quienes no la conocen, percibe en la gente un ánimo renovado, sereno.