Seis republicanos (y un demócrata) que ganaron el martes y darán que hablar
Noviembre 06, 2014
Las elecciones del martes han sido las de los republicanos. Más allá del nuevo equilibrio de poder, hay ganadores que darán mucho que hablar en los próximos años. Aquí van seis ganadores con futuro. Haciendo un esfuerzo, también he encontrado un demócrata.
Joni Ernst
Tiene 44 años y es la primera mujer elegida para representar a Iowa en el Senado. Es novata en la política, pero ganó por más de ocho puntos a su rival, el congresista demócrata Bruce Braley.
Se crió en una zona rural del sur del estado con pocos medios y progresó gracias a los estudios y al ejército. Ernst estuvo en Kuwait como comandante de una compañía de transporte en 2003 y 2004 y presume de que trajo a sus 150 soldados sanos y salvos de vuelta a casa. Su marido también fue comandante en el ejército. Se metió en política en 2011, cuando fue elegida miembro del Senado de Iowa.
Sus ideas son conservadoras. Duda de que el cambio climático sea obra humana, cree que la vida empieza en la concepción, se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo y defiende que el Gobierno selle las fronteras antes de plantearse cualquier ayuda para dar documentos a los inmigrantes que viven en Estados Unidos y no los tienen. La política se hizo famosa en marzo por un anuncio llamado ‘Squeal’ (chillido) en el que se presentaba como la candidata idónea para el Senado porque creció “castrando cerdos”. En el discurso de su victoria electoral el martes por la noche, anunció entre risas: “Vamos a ir a Washington. Y vamos a hacerles chillar”.
Se ha presentado con el mensaje de que el Congreso y la Casa Blanca han “fallado” a los ciudadanos. Su capacidad retórica, su energía en campaña y su historia personal la han encumbrado en un estado donde Barack Obama ganó las dos veces en las presidenciales.
Tom Cotton
Tiene 37 años y acaba de ser elegido senador por Arkansas después de ganar por 17 puntos al demócrata en el escaño, Mark Pryor, que tiene raíces políticas en el estado y por el que los Clinton hicieron campaña.
Cotton estudió Derecho en Harvard y empezó sin muchas ganas a practicar como asistente legal. Se metió en el Ejército después del 11-S y sirvió como soldado en Irak y en Afganistán. A la vuelta, trabajó como guardia en el cementerio de Arlington. Allí participaba en los funerales solemnes de los caídos.
Es intelectual, joven y osado. En el partido lo empezaron a definir como “el futuro” cuando ganó un sitio en el Congreso en 2012. El senador Marco Rubio fue uno de los primeros en apoyarle.
Es más conservador que la media de su partido en algunos asuntos. El nuevo senador es contrario a la reforma migratoria y dice que lo importante es asegurar la frontera. En un mitin dijo que los extremistas islámicos colaboran con los narcotraficantes en México y pueden entrar por esa frontera y atacar Arkansas. En otros temas, es más moderado que otros miembros de su partido. No quiere parecerse a Ted Cruz, el senador republicano identificado con el Tea Party. Cuando un portavoz republicano cuestionó la religiosidad de su oponente demócrata en Arkansas, Cotton salió en su defensa.
Está muy convencido de sus principios y está acostumbrado al debate. En la progresista Harvard discutía con las compañeras más feministas o con los que defendían a un restaurante local en lugar de dejarlo cerrar en honor a las leyes más básicas del capitalismo.
Scott Walker
Tiene 47 años y ya es una de las estrellas nacionales de los republicanos. El gobernador republicano de Wisconsin ganó el martes su tercera elección en apenas cuatro años en este estado que votó por Barack Obama en las dos presidenciales.
Su triunfo lo consolida como uno de los aspirantes más sólidos en 2016. Entre otras cosas porque viene del Medio Oeste, la región donde se ganan las elecciones nacionales. Tiene experiencia gubernamental, aunque también arrastra polémicas, con la reducción de las pensiones de los funcionarios públicos y la limitación de sus derechos sindicales que llevó a unas elecciones extraordinarias en Wisconsin, las primeras para intentar sustituir a un gobernador. Walker ganó por nueve puntos aquellos comicios.
Se presenta como un moderado capaz de unir al partido demócrata y de ofrecer mensajes optimistas, y no sólo anti-Obama, sobre el futuro del país.
Mia Love
Tiene 38 años y es la primera negra republicana elegida en la Cámara de Representantes. También es la primera haitiana-americana en entrar en el Congreso, aunque ella insiste en que no quiere ser definida por sus circunstancias.
“No he sido elegida por el color de mi piel. No fui elegida por mi género. Fui elegida por las soluciones que puse encima de la mesa y porque prometí que haría una campaña orientada en asuntos positivos”, dijo tras la victoria.
Nació en Brooklyn, en Nueva York, donde sus padres llegaron de Haití con diez dólares en el bolsillo, según cuenta ella. Love ha hecho su carrera política en Utah. Fue alcalde de Saratoga Springs y ya se presentó al Congreso en 2012, aunque entonces perdió. Ese año fue una de las oradoras más aplaudidas en la convención republicana que nombró candidato a Mitt Romney, mormón y con casa en Utah (Love también es mormona).
Elise Stefanik
Tiene 30 años y acaba de ser elegida miembro de la Cámara de Representantes por Nueva York. Nunca una mujer tan joven había sido congresista.
Siempre lo ha hecho todo pronto. Se graduó con sólo 21 años en la Universidad de Harvard, donde coincidió con Mark Zuckerberg y fue una de las primeras usuarias de Facebook. Recién graduada, empezó a trabajar para el Gobierno de George W. Bush en un consejo dedicado a asuntos de Interior. En 2012, se metió en la campaña de las presidenciales y acabó preparando debates con Paul Ryan, el congresista y entonces candidato a vicepresidente.
Ahora es la primera republicana que ha ganado en este distrito que está en manos demócratas desde 1993. Stefanik empezó con pocas posibilidades, pero subió gracias a un intensa campaña puerta a puerta. Consiguió atraer a jóvenes y mujeres, que tradicionalmente votan menos en las elecciones a mitad de mandato y que suelen ser demócratas.
Se presenta como la voz de la nueva generación del milenio. Se ha comprometido a colgar todos sus votos en su página de Facebook.
Carlos Curbelo
El republicano de 34 años ha conseguido reconquistar el distrito 26 de Florida, que incluye Miami, para su partido. El lugar tiene un historial de cambiar de grupo político a menudo y al actual congresista demócrata, Joe García, le costó varios intentos. Curbelo ganó por tres puntos a García.
Hijo de exiliados cubanos, Curbelo trabajaba ahora en el consejo escolar. También había creado un grupo de presión especializado en relaciones con el Gobierno que ha sido polémico durante la campaña (Curbelo no quiso decir quiénes eran sus clientes). Su principal arma contra García en campaña fue el intento de manipulación de votos por el que el jefe de gabinete del congresista fue a la cárcel. Curbelo también ha tenido que dar explicaciones sobre contribuciones a su campaña no declaradas. Pese a todo, ha conseguido afianzarse como el candidato limpio de su partido después de los escándalos del congresista republicano que ocupó el escaño antes que García, David Rivera.
Su juventud le ha ayudado a presentarse como la cara más fresca del partido republicano igual que sus ideas más progresistas. Defiende la reforma migratoria, apoya el matrimonio gay y se presenta como un pragmático.
Jonathan Kreiss-Tomkins
Tiene 25 años y en un año muy republicano este prometedor demócrata ha conseguido ser reelegido en la Cámara de Representantes de Alaska por una mayoría contundente. Desde la isla de Sitka, con 14 años, montó en Internet la red de seguidores más numerosa para el demócrata Howard Dean, una especie de Facebook cuando aún no existía.
El joven es intelectual y multifacético, una pequeña leyenda entre los progresistas que trabajaron con Dean en 2003. Hace carreras de montaña y toca el chelo, el oboe y los platillos. Estudió Políticas en Yale, pero en lugar de quedarse en la Costa Este a intentar medrar volvió a su isla de Alaska.
En sus primeras elecciones en 2012 ganó por 32 votos al veterano republicano que ocupaba el sitio después del recuento de las últimas papeletas. Con unos pocos amigos, recorrió pueblos remotos donde nunca había estado ningún político. A menudo los votantes no tienen dirección ni teléfono fijo pero le siguen a través de Facebook.
El martes, Kreiss-Tomkins arrasó. Ganó por veinte puntos a su rival, el republicano Steven Samuelson, de 37 años, que se presentaba al escaño por tercera vez.