Los republicanos conquistan el Senado y avanzan en todo el país
Noviembre 05, 2014
El presidente Barack Obama tendrá que gobernar en la recta final de su Presidencia con las dos cámaras del Congreso en contra. Los republicanos ganaron este martes la mayoría en el Senado por primera vez en ocho años y avanzaron aún más en su control de la Cámara de Representantes. En carreras por todo el país, los candidatos del partido del presidente perdieron o sufrieron en lugares que unas horas antes contaban como victorias casi seguras: en Florida, en Virginia, en Illinois o en Maryland.
Los republicanos no tenían el control de las dos cámaras desde 2006, cuando perdieron la mayoría en el Senado durante el segundo mandato de George W. Bush. Según los cálculos del ‘Washington Post’, el Congreso que tomará posesión en enero será el que tenga el mayor margen de dominio republicano desde 1929.
Senado
Los republicanos tuvieron una buena noche. Consiguieron nuevos escaños en Iowa, Arkansas, Dakota del Sur, West Virginia, Montana, Colorado y Carolina del Norte. Entre los siete estados más dudosos, los demócratas sólo resistieron en New Hampshire, donde el republicano Scott Brown fue derrotado después de cambiarse de estado (en 2012, perdió su escaño en Massachusetts contra Elizabeth Warren).
Carolina del Norte fue especialmente decepcionante para los demócratas, esperanzados con la demografía cambiante del estado. El presidente Obama llamó por la tarde a un popular programa de radio en Charlotte para apoyar a la senadora demócrata, Kay Hagan, pero sus ruegos sirvieron de poco. Incluso en Virginia, el senador demócrata Mark Warner creía su puesto a salvo, pero casi pierde contra el rival republicano, Ed Gillespie. La contienda, con unos miles de votos de diferencia, puede acabar en recuento.
Al final de la noche, y a falta de los resultados en Alaska, los republicanos ya tenían 52 senadores asegurados contra 45 demócratas. Luisiana tendrá que ir a segunda vuelta el 6 de diciembre porque ningún candidato superó el umbral del 50%, pero se espera que entonces gane el republicano Bill Cassidy. También queda por resolver el posible recuento en Virginia.
En cualquier caso, Mitch McConnell, el republicano de Kentucky que ganó este martes su sexto mandato, será a partir de enero el líder del Senado en lugar de Harry Reid, el demócrata de Nevada que encabezaba hasta ahora la mayoría demócrata.
Cámara de Representantes
Los republicanos ampliaron su mayoría en la Cámara, con entre 14 y 18 sitios más, también más de lo esperado y más de lo que ha controlado el partido desde que los republicanos tomaron el Congreso en 1946 e hicieron sufrir a Harry S. Truman. Los republicanos vencieron en lugares esperados, como Florida, y en otros menos previstos, como Nueva York.
John Boehner, el líder de la mayoría republicana, ya ha tenido problemas para gobernar la Cámara en particular por el grupo más joven y contrario al compromiso del partido. La incógnita es cómo trabajará con una mayoría más contundente y un Senado republicano. Boehner, siempre más moderado, ha negociado a menudo para contener a los miembros de su grupo más agresivos con las políticas del presidente.
Gobernadores
Los líderes de los estados también sorprendieron a los republicanos con mejores noticias de las esperadas.
El gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, fue reelegido tras una ajustada batalla con Charlie Crist, el ex republicano y ex gobernador que se presentaba ahora como demócrata. Scott llevaba semanas por detrás en las encuestas y al final ganó la carrera por unos 80.000 votos. El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, también consiguió la reelección tras una disputa menos ajustada de lo que predecían los sondeos antes de las elecciones. Walker es uno de los posibles contendientes para las presidenciales de 2016. De igual manera, fue reelegido el gobernador de Georgia, Nathan Deal, que derrotó a Jason Carter, el aspirante demócrata y nieto del ex presidente. Además, serán republicanos los gobernadores en Maryland, Maine y Massachusetts. Todas eran carreras donde la derrota republicana era probable o posible.
Iniciativas populares
Entre las 146 enmiendas que se votaban este martes, Florida rechazó el uso de la marihuana para fines médicos y Colorado dijo “no” a la definición del ser humano desde la concepción para limitar el derecho al aborto. Oregon y la ciudad de Washington sí apoyaron la legalización de la marihuana para uso recreativo. En Oregon, la mayoría de los votantes se opusieron a permitir que los inmigrantes indocumentados puedan tener licencia de conducir.
La medida más popular por todo el país fue la subida del salario mínimo: los votantes la apoyaron en Arkansas, Illinois, Nebraska y Dakota del Sur.
La campaña más cara
Pese al escaso interés de la población –se estima que alrededor de la mitad de los que podían votar este martes no lo han hecho-, ésta ha sido la campaña para las elecciones de mitad de mandato más cara de la Historia. Casi 4.000 millones de dólares se han gastado demócratas, republicanos e independientes, según el Center for Responsive Politcs. Los grupos simpatizantes de las campañas y que funcionan fuera de ellas han desembolsado la mayoría del dinero, con el que han bombardeado con anuncios y llamadas telefónicas a los votantes.
Éste es el ranking del gasto en los siete estados decisivos para el Senado.
El lastre Obama
La mala imagen de Obama ha contribuido a hundir a los demócratas. La economía crece a un ritmo del 3,5% del PIB, según los datos del tercer trimestre recién publicados, pero la mayoría de la población cree que el país “va en la dirección equivocada”. El aumento de la desigualdad ha hecho que el grueso de la población no perciba mejoras, sobre todo más allá de las áreas más ricas de las dos costas.
La popularidad de Obama a esta altura de su segundo mandato se parece a la de George W. Bush en el mismo punto: 42% del demócrata en comparación con el 38% del republicano, según Gallup.
¿Y ahora qué?
El presidente Obama lleva cuatro años con un Congreso partido entre el Senado demócrata y la Cámara de Representantes republicana. En ese tiempo ha visto bloqueadas algunas de las políticas que más defendía, como la reforma migratoria o el control del historial criminal de los compradores de armas.
La Cámara en manos de los republicanos más jóvenes y menos dados al compromiso ha sido símbolo de bloqueo, pero los propios miembros del partido del presidente también se han revuelto contra la Casa Blanca. Las disputas entre los partidos han hecho que Estados Unidos estuviera al borde de la suspensión de pagos dos veces y el anterior Congreso ha sido uno de los que menos legislación ha producido de la Historia.
Con el Congreso entero en manos de los republicanos, Obama tendrá difícil aprobar sus políticas más queridas a no ser que recurra al decreto o que afecten a la política exterior, donde el comandante-en-jefe tiene más poderes por sí solo. Por otro lado, los republicanos y la Casa Blanca pueden colaborar más fácilmente en asuntos donde los demócratas no comparten la posición del presidente.
Teniendo una Cámara de Representantes y un Senado republicanos, será más fácil y más rápido firmar el acuerdo de libre comercio pendiente con la Unión Europea y otro con 11 países del Pacífico. También puede haber nuevos pactos en la construcción y reparación de infraestructuras y en el desarrollo del oleoducto Keystone XL entre Canadá y Estados Unidos. Obama aún no ha decidido qué hacer sobre este proyecto pese a la oposición de parte de los demócratas.
Los republicanos intentarán reducir la regulación financiera y aunque la Casa Blanca está lista para vetar grandes modificaciones, sí podría aceptar legislaciones que suavicen algunas normas concretas. También puede haber nuevos pactos en la bajada de impuestos.
Los asuntos donde los republicanos y el presidente se enfrentarán son la reforma sanitaria y la política de sanciones a Irán, que Obama quiere mantener congelada mientras continúan las negociaciones para el desarme nuclear de Teherán. Hasta dónde llegue el conflicto dependerá en buena parte del nuevo liderazgo republicano.
El senador de Texas Ted Cruz es partidario de la guerra abierta con la Casa Blanca con la misma agresividad con la que se han comportado los republicanos en la Cámara, según contó en una entrevista con el ‘Washington Post’ . Pero esa estrategia puede ser peligrosa.
La mayoría de los ciudadanos ya tienen una opinión negativa de los congresistas republicanos, según la última encuesta del ‘Wall Street Journal’. La lección de Harry S. Truman debería preocupar a los aspirantes para 2016. En 1946, los republicanos consiguieron el control de ambas cámaras y bloquearon la mayor parte de las políticas de la Casa Blanca. En 1948, Truman ganó la Presidencia y recuperó el poder en el Congreso con su campaña contra el “Do Nothing Congress”.