logo-pol16

GUÍA PARA COMPRENDER LA POLÍTICA EN AMÉRICA

María Ramírez

foto-maria

por:

&

foto-eduardo

Eduardo Suárez

GUÍA PARA COMPRENDER LA POLÍTICA EN AMÉRICA

María Ramírez

foto-maria

por:

&

foto-eduardo

Eduardo Suárez

Las claves del día: una decepción en Texas, un presidente tramposo y un gobernador homosexual

Noviembre 02, 2014

Los demócratas sueñan desde hace años con transformar Texas en un estado púrpura: una demarcación que los dos grandes partidos se disputen en cualquier proceso electoral. Esta vez jugaban a su favor algunos factores: el adiós del gobernador Rick Perry y el imparable crecimiento demográfico de los hispanos con derecho a voto, que según este enlace son más de cuatro millones y ya representan un 27,4% el censo electoral.

Algunos líderes demócratas creyeron que la elección de Wendy Davis como aspirante a gobernadora ayudaría a mejorar las perspectivas del partido, que durante décadas se ha mantenido apartado de los resortes del poder. Pero Davis nunca llegó a despegar pese a la inyección económica y al respaldo de algunos de los genios digitales de la campaña de Obama, que crearon la organización Battleground Texas con el objetivo de potenciar la presencia demócrata en un estado que ha votado por el candidato republicano en todas las elecciones presidenciales desde 1976.

Este artículo describe muy bien las tribulaciones de Davis. La aspirante logró su candidatura al llevar a cabo un acto de filibusterismo contra una legislación antiabortista pero su perfil público se ha desdibujado durante la campaña. Su gran objetivo era empujar a votar a personas que normalmente no ejercen su derecho a voto y por ahora no lo ha logrado. Este análisis provisional del ‘Texas Tribune’ indica que en las circunscripciones más importantes ha votado un 7,2% menos del censo que en 2010. Un problema especialmente grave si tenemos en cuenta el perfil de quienes no votan: más jóvenes, más pobres y menos propensos a votar por el partido en el poder.

Como explica muy bien este artículo, los demócratas nunca pensaron que Davis fuera a arrebatar el poder a los republicanos. Pero sí creyeron que podría mejorar el resultado de noviembre de 2010. Entonces Rick Perry derrotó a Bill White por un 12,7%. Los cálculos de Nate Silver auguran que Wendy Davis perderá por cuatro puntos más.

Los cinco artículos que debes leer

Este texto del ‘New York Times’ indaga en los dilemas que deberá afrontar Barack Obama después de la jornada electoral. Algunos detalles del artículo dejan entrever cómo el presidente empieza a perder influencia en su entorno más íntimo a medida que se acerca 2016.

El veterano periodista Dan Balz traza aquí un retrato de los ciudadanos llamados a votar este martes. Describe a unos votantes frustrados con el presidente y hartos con el bloqueo legislativo del Capitolio. Pero también aliviados al sentir cerca el final de los anuncios negativos que han soportado durante la campaña electoral.

El reportero Jon Swaine escribe un interesante perfil del demócrata Mike Michaud, que podría convertirse este martes en el primer gobernador abiertamente homosexual. Obama estuvo en Maine el jueves apoyando su campaña y los sondeos auguran que puede ganar.

El politólogo Matt Barretto critica en este artículo a quienes que auguran el triunfo del aspirante republicano Cory Gardner en Colorado y asegura que algunas firmas demoscópicas descuidan a los hispanos a la hora de medir su influencia electoral.

La reportera Elise Foley describe precisamente aquí los esfuerzos de los republicanos por ganar el respaldo de los hispanos en las carreras más relevantes de Colorado, donde están en juego el sexto distrito de la Cámara de Representantes, un escaño en el Senado y la mansión del gobernador.

El gráfico del día

1politicaMigratoria

Las trampas de un presidente

Texas ha sido republicana desde que Lyndon B. Johnson dio el Sur por perdido para los demócratas al aprobar las leyes para acabar con la discriminación racial. Pero dos décadas antes Johnson tuvo su propia experiencia complicada en su estado natal. Según cuenta su biógrafo Robert Caro, Johnson amañó las primarias de su partido el año en que fue elegido senador por Texas en 1948.

Oficialmente Johnson ganó por 87 votos pero en realidad estaba a miles de sufragios de distancia de su rival, el ex gobernador Coke Stevenson. Caro explica que la manipulación de votos vino de un jefe del sur del estado, George Parr, que amañó el recuento en San Antonio y en los condados del Valle de Río Grande. Johnson y Parr ya estaban muertos cuando el historiador publicó sus hallazgos en 1990.

Si hubiera perdido aquellas primarias, Lyndon B. Johnson nunca habría sido presidente. Entre sus planes estaba abandonar la política y dedicarse a la radio local de su mujer.

Ir al inicio