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GUÍA PARA COMPRENDER LA POLÍTICA EN AMÉRICA

María Ramírez

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Eduardo Suárez

GUÍA PARA COMPRENDER LA POLÍTICA EN AMÉRICA

María Ramírez

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Eduardo Suárez

Las claves del día: el plan de los republicanos, un distrito en paro y la frase que Reagan casi no pronunció

Noviembre 07, 2014

La pregunta del millón sigue siendo qué estrategia adoptarán los republicanos ahora que tienen el control de las dos cámaras del Capitolio. Por ahora la respuesta más aproximada es este texto que firman Mitch McConnell y John Boehner en el ‘Wall Street Journal’. Nadie mejor que ellos para explicar lo que se proponen hacer.

El artículo asegura que los republicanos se centrarán en la economía y subraya tres prioridades: una que tiene que ver con la política energética y dos relacionadas con la reforma sanitaria del presidente, que todos aquí conocen como ‘Obamacare’.

Aquí se pueden encontrar muchos detalles sobre el primer proyecto republicano: aprobar el oleoducto Keystone y someterlo al criterio del presidente Obama, que deberá escoger entre vetarlo o dar luz verde a su construcción.

Los líderes republicanos no se olvidan de ‘Obamacare’. Pero el artículo sugiere que esta vez evitarán un ataque frontal y optarán por intentar retocar los detalles más impopulares de la ley: aprobar por ejemplo una excepción que facilite a las empresas la contratación de veteranos y cambiar la definición de empleo a tiempo completo para eximir de la obligación de adquirir un seguro médico a quienes trabajan menos de 40 horas semanales. Lo primero está muy bien explicado en este artículo. Lo segundo en esta pieza de MarketWatch.

En el artículo no hay ni una sola palabra sobre inmigración. No es una prioridad ni para el liderazgo republicano del Capitolio ni para el sector más radical del partido, que bloquea la aprobación de la la reforma migratoria desde el segundo mandato de George W. Bush.

Los cinco artículos que debes leer

Los demócratas David Axelrod y Ed Rendell dicen aquí que Obama debería demorar durante unos meses la orden ejecutiva que prepara sobre inmigración.

Este artículo de Lisa DePaulo explora la influencia de las mujeres durante la campaña electoral de 2014. Lecciones de la guerra contra las mujeres y sus derivados en Bloomberg Politics.

Este texto de Jordi Pérez Colomé en Yahoo Noticias ofrece muchos detalles sobre los aspirantes a las presidenciales de 2016. Si las primarias empezaran mañana, el autor apostaría por un duelo entre el hispano Marco Rubio y la demócrata Hillary Clinton.

Y hablando de Hillary: pocas personas conocen mejor su entorno que la reportera Amy Chozick. Aquí examina la incipiente carrera presidencial de la ex secretaria de Estado, que podría arrancar unos días después de que los congresistas tomen posesión.

La mejor historia del día es esta pieza de Danielle Kurtzleben sobre Yuma (Arizona). Ningún otro distrito tiene una tasa de desempleo tan alta en EEUU: 28%. La autora habla con algunos de sus habitantes. Entre ellos la hispana María Dávalos, que se mudó a Yuma desde San Diego en busca de una vida mejor.

El gráfico del día

RESULTADOSIllinois

Así ayudó Reagan a tirar el muro

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Ocurrió el 12 de junio de 1987. Ronald Reagan pronunció el discurso más célebre de su presidencia delante de la Puerta de Brandenburgo de Berlín. “Si usted busca prosperidad para la Unión Soviética y para Europa del Este, si busca liberalización, venga usted a esta puerta. Señor Gorbachov, abra esta puerta. Señor Gorbachov, derribe este muro”.

No era la primera vez que el presidente visitaba Berlín. “Este muro es tan feo como la idea que lo sostiene”, había afirmado durante una visit al Check Point Charlie en la primavera de 1982. Pero su frase más famosa sobre el muro no es suya sino de su asesor Peter Robinson, que cuenta la intrahistoria del discurso en este texto imprescindible para cualquier historiador.

Robinson explica que la frase se le ocurrió durante una cena en casa de unos amigos alemanes y que la fue puliendo hasta presentar el discurso a sus superiores en los prolegómenos del viaje a Berlín. La frase le encantó al presidente pero no a un sinfín de personas de su entorno, que hicieron lo posible por que no la llegara a pronunciar.

Entre quienes no querían que Reagan no pronunciara la frase se encontraban nombres muy familiares: su secretario de Estado George Shultz, su jefe de gabinete James Baker y el joven general Colin Powell, que expuso sus argumentos timoratos en una reunión donde Robinson se mantuvo firme en su posición.

Quienes se oponían a la frase decían que era ingenua y torpe. Que crearía falsas esperanzas y sería una provocación innecesaria en un momento muy delicado para Moscú. Reagan tenía un borrador alternativo al llegar a la Puerta de Brandenburgo pero le dijo a uno de sus asesores que pronunciaría el discurso original: “Los chicos del Departamento de Estado van a matarme pero esto es lo que debo hacer”.

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