Las claves del día: el dilema de Jeb, los hispanos contra Hillary y la astróloga de Reagan

Apenas quedan ocho días para las elecciones de mitad de mandato y todos los ojos están puestos en el control del Senado, liderado por los demócratas desde las elecciones de 2006. El sondeo más reciente lo presentó este fin de semana la firma demoscópica Marist Poll y sus conclusiones apuntan a un triunfo de los republicanos en la mayoría de los escaños decisivos en esta cita electoral.

Aquí podéis leer un buen resumen de las cifras de la encuesta, que confirma una ligera ventaja de los republicanos en estados como Arkansas o Iowa y refleja un empate técnico en lugares en disputa como Kansas, Colorado o Carolina del Norte.

A la espera de la jornada electoral, esta otra encuesta de YouGov aporta un ángulo distinto: no pregunta a los ciudadanos por quién votarán sino qué candidato será según ellos el vencedor. Como apunta aquí David Leonhardt, las conclusiones son aún mejores para los republicanos, que ganarían muchas de las carreras igualadas. Incluida la que enfrenta en Florida a Charlie Crist y Rick Scott.

Los 5 artículos que debes leer

Esta pieza de Peter Baker apunta muchas claves sobre la incipiente carrera presidencial de Jeb Bush. En su entorno todos están de acuerdo con que se presente salvo su madre, a la que ya han convencido de que no vuelva a expresar en público su oposición.

Este artículo de ‘Politico’ intenta ofrecer algunas respuestas a la pregunta del millón: ¿cómo trabajará un Senado republicano con la Casa Blanca? El texto incluye muchos detalles sobre la estrategia que seguirán unos y otros después de la jornada electoral.

Aquí Douglas Berkin del ‘Wall Street Journal’ nos descubre el grupo demográfico de moda entre los consultores políticos: los graduados universitarios que no encuentran trabajo y viven con sus padres. Demócratas y republicanos buscan su voto.

Este artículo del Center for Public Integrity recuerda el suplicio que atraviesan los habitantes de los estados decisivos en la recta final de la campaña. Hasta 10.800 anuncios televisivos contra el republicano Thom Tillis o la demócrata Kay Hagan se mostraron en Carolina del Norte entre el 14 y el 20 de octubre. Una cifra que supone más de un anuncio por minuto y que crecerá a medida que se acerque la jornada electoral.

Esta historia de Amy Chozick detalla el porqué de las protestas de varios hispanos en eventos de Hillary Clinton y los recelos que despierta la aspirante demócrata entre quienes hacen campaña a favor de la reforma migratoria.

El dato del día

La astróloga más poderosa de América

La presidencia de Ronald Reagan habría sido bien distinta sin la astróloga Joan Quigley, que acaba de fallecer en su casa de San Francisco a los 87 años. A Quigley la reclutó Nancy Reagan en la primavera de 1981, aún conmocionada por el magnicidio frustrado contra su esposo a la salida de un hotel de la capital.

Desde entonces la primera dama otorgó a la astróloga un poder inédito sobre los viajes, los discursos y las apariciones públicas de su esposo hasta el punto de maniatar a sus asesores y condicionar los detalles más nimios de la agenda presidencial.

Reagan era un tipo supersticioso: se echaba sal sobre los hombros, llevaba en el bolsillo un centavo de la suerte y estaba seguro de que un profesor con dotes de vidente había profetizado su llegada a la Casa Blanca. Pero no tanto como su esposa, que otorgó a Quigley un papel protagonista en cualquier decisión. “Nosotros planeábamos los viajes y de pronto teníamos que cambiar nuestros horarios en el último momento”, recuerda alguien del entorno de Reagan al periodista Lou Cannon en el libro ‘The Role of a Lifetime’. Ningún colaborador del presidente sufrió tanto como Mike Deaver, que apodaba a Quigley con sorna ‘Madame Zorba’ y que se vio obligado a inventar motivos que justificaran los cambios irracionales que la astróloga le obligaba a hacer: “La gente venía a mí con ideas perfectamente razonables y les gritaba: ‘¡Es absurdo! ¿Pero te has vuelto loco?’. No podía decirles por qué hacía lo que hacía y por eso les insultaba. No me siento orgulloso de ello pero eso es lo que hice”.