Donald Trump no deja de presumir sobre su fortuna. El 16 de julio del año pasado, durante el lanzamiento de su precandidatura presidencial, el magnate aseguró que no necesitaba dinero para pagar por su campaña política (ver video min: 32'10").
“Yo no necesito el dinero de nadie. Yo estoy usando mi propio dinero. Yo no necesito cabilderos. Yo no necesito donantes. No me importa. Yo soy realmente rico”.
Pese a sus declaraciones, en octubre, el empresario rectificó en una entrevista a CBS que se refería exclusivamente a lobbyists y a gente que quisiera cobrarle favores cuando ocupara la Casa Blanca.
Lo cierto es que, pese a que Trump se jacta de que no recurriría al dinero de otras personas, su campaña sí se ha beneficiado de diferentes fuentes de financiamiento adicionales al capital del millonario.
El Center for Responsive Politics demuestra que durante 2016 el precandidato ha recibido contribuciones de grupos financieros, empresas inmobiliarias, aseguradoras y compañías de manejo de riesgo, entre otros.
Por su parte, datos de la Comisión Federal Electoral (Federal Election Commission) indican que, a lo largo de su campaña, Trump ha reunido poco más de $25 millones de distintas fuentes, la mayoría es dinero propio.
Ese monto incluye $17,5 millones en préstamos de sus propias empresas y $7,49 millones de contribuciones individuales. Es decir, una tercera parte del dinero que ha recibido la campaña de Trump proviene de otros donantes.
En cuanto al dinero que aportaron sus propias empresas, el hecho de ser préstamos le deja la puerta abierta a Trump para luego recuperar su inversión, utilizando dinero que sí le fue donado por sus contribuyentes para pagarse a sí mismo.
Sin embargo, el jefe de campaña del magnate, Corey Lewandowski, recientemente dijo a la prensa que el republicano no va por esa jugada y descartó que Trump se pague a si mismo el dinero prestado.
Veredicto
Trump podrá ser multimillonario, pero es mentira que para su campaña presidencial no recurre a donaciones y otras fuentes de financiamiento ajenas a su propio capital.
De acuerdo a fuentes oficiales, el precandidato republicano no solo ha recibido financiamiento de contribuyentes individuales, sino también de compañías privadas y grupos financieros.
Y aunque no registra eventos de recaudación de dinero, el republicano sí mantiene un botón prominente en su página de Internet, para recibir donaciones de sus simpatizantes.