Uno de los temas recurrentes tanto en la Convención Nacional Republicana como en la Demócrata fueron las críticas a los tratados de libre comercio que ha firmado o que planea firmar Estados Unidos.
Tanto el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económico (TPP), fueron los objetivos principales de críticas negativas de Donald Trump, por un lado, y de Bernie Sanders y otros dirigentes demócratas, por otro.
Pero, más allá de este ambiente negativo para estos acuerdos de parte de la dirigencia de ambos partidos cabe preguntarse: ¿Están esos sentimientos en sintonía con la mayoría de la población?
¿Mayoría silenciosa a favor del libre comercio?
En marzo de este año, un estudio del Pew Research Center reveló que 47% de los estadounidenses consideran que el libre comercio ha sido algo bueno para Estados Unidos, por 43% que considera que ha sido algo malo para el país.
42% de los consultados dijeron que personalmente se han visto beneficiados por los tratados de libre comercio, por 39% que dicen haber sido afectados personalmente.
Encuestas de Gallup que han preguntado sobre el comercio exterior desde 1992, muestran que, en 2016, los estadounidenses se mostraron más optimistas que nunca al respecto.
Ante la pregunta de si ven al comercio exterior como una amenaza o como una oportunidad, 58% de los estadounidenses dijeron verlo como como una oportunidad, frente a 34% que lo considera una amenaza. Una ventaja tan amplia de quienes ven el comercio exterior como algo positivo se viene repitiendo desde el año 2013, y se dio por primera vez desde el año 2001.
A diferencia de lo que ocurría a inicios del siglo XXI, en la actualidad son muchos más los demócratas que ven el comercio internacional como una oportunidad: 63% de ellos y 63% de los independientes lo ven positivamente, por apenas 50% de los republicanos. En 2005, en cambio, 56% de los republicanos veía al comercio exterior como una oportunidad, por apenas 38% de los demócratas.
Los votantes de Trump son los más críticos
Dentro del partido republicano hay diferencias en cuanto a los tratados de libre comercio. No sólo entre los dirigentes (el Presidente de la Cámara Paul Ryan, por ejemplo, es defensor del TPP y otros acuerdos), sino también entre la base de votantes.
Según un estudio de marzo del Pew Research Center, sólo 38% del total de republicanos o quienes se inclinan hacia el partido republicano consideran buenos los tratados de libre comercio, por 53% que los consideran malos. Sin embargo, el respaldo entre republicanos que no respaldaron a Trump en las primarias llega a 46%, frente a 43% de este grupo que los rechazan. En cambio, entre los votantes de Trump sólo 27% los respaldan y 67% los ven como algo malo.
Sorpresivamente, del lado demócrata, los seguidores de Bernie Sanders tienen una visión casi igual a los seguidores de Hillary Clinton con relación a los tratados de libre comercio: 55% de los votantes de Sanders respaldan la idea de que los tratados de libre comercio son buenos para Estados Unidos, frente a 57% de los votantes de Clinton que opinan de la misma manera.
¿Respaldo al TPP?
Al menos antes de que se iniciara la campaña de las primarias presidenciales, el respaldo al TPP en la opinión pública estadounidense era notablemente superior al rechazo. En junio de 2015, Pew Research Center publicó una encuesta en la que 49% de los estadounidenses dicen que el TPP sería algo bueno para el país, frente a 29% que decía que el acuerdo sería algo malo para el país.
Veredicto
A pesar de la fuerte oposición de Donald Trump y Bernie Sanders, y de las críticas más ligeras de Hillary Clinton, es mentira que la mayoría de la población estadounidense esté en contra de los tratados de libre comercio o los considere negativos.
Más aún, una reciente encuesta de The Economist/YouGov, señala que los acuerdos de libre comercio son importantes o muy importantes para 74% de los votantes a la hora de tomar su decisión de a quién apoyar, pero 0% de los consultados lo colocaron como el asunto más importante a la hora de votar, por lo que no luce como un factor determinante para la elección de noviembre.