Tras su contundente triunfo en las primarias de Nueva York, el multimillonario Donald Trump aseguró, durante su discurso de victoria y horas más tarde vía Twitter, que su principal rival, el Senador Ted Cruz, estaba eliminado matemáticamente de la lucha por ser el nominado republicano.
Trump obtuvo más de 60% de los votos en su estado natal y se calcula que se llevará en torno a 90 de los 95 delegados que el partido asigna a Nueva York, mientras que Cruz no obtendrá ninguno. El resultado amplía la ventaja del magnate de bienes raíces en la carrera republicana, sumando entre 844 y 847 delegados (de acuerdo a diversos estimados), frente a los casi 560 de Cruz.
“Ya no tenemos realmente una competencia, basado en lo que estoy viendo en televisión. El Senador Cruz está eliminado matemáticamente”
(Referencia a las posibilidades de Cruz al 4:09)
¿Hay posibilidad matemática de que Ted Cruz llegue a los 1,237 delegados necesarios para hacerse con la candidatura republicana?
En las primarias que quedan por delante no. Sin importar el estimado que se use de los delegados obtenidos hasta ahora, a Cruz simplemente no le da la cuenta. Univision le otorga 559 delegados al senador por Texas. Quedan 674 delegados en disputa. A Cruz le faltan 678 delegados para llegar a 1,237.
Es decir: si de aquí en adelante Ted Cruz obtiene 100% de los delegados en cada uno de los 15 estados que no han votado por los candidatos republicanos, quedaría todavía 4 por debajo de la 'cifra mágica'. Y eso sin tomar en cuenta que otros medios de comunicación, como CNN, le dan menos de 559 delegados.
Sin embargo, hay algunas otras vías por las cuales Cruz pudiera aumentar su número de delegados antes de llegar a la convención. Por ejemplo, con la ayuda de los candidatos que se han retirado de la contienda presidencial.
¿Tienen alguna relevancia los delegados obtenidos por candidatos que han suspendido su campaña?
Sí. Una de las opciones para Cruz poder contar con más delegados surge de los ex-candidatos a la nominación republicana. El gran botín lo tiene Marco Rubio, quien detuvo su campaña tras haber sumado 173 delegados (todavía tiene más que John Kasich). Ben Carson obtuvo 9, Jeb Bush 4, y Rand Paul, Carly Fiorina y Mike Huckabee un delegado cada uno, de acuerdo al portal The Green Papers.
Muchos de estos están obligados a votar por su candidato en la convención, pero otros pueden obtener libertad. Según National Review, unos 64 delegados de Rubio podrían dar su voto a un candidato distinto en la primera ronda de la convención si se dan ciertas medidas. Si vamos al muy improbable escenario de que Cruz saque 100% de los delegados en las siguientes 15 primarias, algunos de estos delegados no obligados a votar por ex candidatos, podrían impulsarlo por encima de la cifra mágica.
¿Es Donald Trump inalcanzable?
Ted Cruz is mathematically out of winning the race. Now all he can do is be a spoiler, never a nice thing to do. I will beat Hillary!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 20, 2016
No. El líder de las primarias republicanas dijo, en una parte de su discurso de victoria, que es “imposible que nos alcancen”, lo cual no es cierto. Sin embargo, parece muy difícil que lo puedan alcanzar.
Nuevamente basándonos en el estimado de delegados de Univision, Trump aventaja a Cruz por 286 delegados, cuando quedan 674 delegados por luchar. Obviamente, Cruz tendría que ganar la mayoría de las 15 primarias que quedan por delante, y sobre todo dominar el estado de California, que el 7 de junio entregará 172 delegados, para recortar la ventaja. En total tendría que sumar al menos 480 de los delegados que quedan en contienda.
Pero esto no es tarea fácil. Hasta ahora, el triunfo más contundente de Cruz en una primaria se dio en Wisconsin, donde sacó 48.2% de los votos (En los caucus de Utah sacó 69.2% pero ninguna de las 15 contiendas republicanas que faltan son caucus).
En Delaware, Nebraska, Montana, Nueva Jersey y Dakota del Sur el ganador se lleva todos los delegados, sin importar el resultado. En otros, sí será más relevante que la victoria de Cruz sea tan contundente como sea posible para aspirar a reducir la amplia ventaja.
¿Cuáles son las probabilidades de que todo esto ocurra?
Muy, muy pocas. Las encuestas y el mapa no favorecen al senador de Texas. Los 14.5% de los votos obtenidos en Nueva York indican lo impopular que es en el noreste de Estados Unidos. Para su mala fortuna, el 26 de abril votan otros cinco estados de la zona (Connecticut, Delaware, Maryland, Pensilvania, Rhode Island). Hasta ahora, de todas las zonas aledañas, tan sólo en Maine Cruz ha tenido suerte. De resto, finalizó tercero o cuarto en Washington, D.C., Virginia, New Hampshire, Massachusetts, Vermont y hasta Ohio.
Y nada indica que la situación vaya a cambiar en su favor. De acuerdo a los promedios de encuestas publicados por RealClearPolitics.com, Cruz aparece tercero en Maryland (24.5% de intención de voto), segundo con una corta ventaja en Pensilvania (24.3% de intención de voto) y segundo en California (31.4% de intención de voto).
Veredicto
La afirmación de Trump de que Cruz está matemáticamente fuera de las opciones de ganar las primarias es casi verdad. Los delegados que quedan por repartir son menos de los que a Cruz le faltan para llegar a 1,237. Así de simple.
Sin embargo, con diversas vías, además de obtener extraordinarios y sorpresivos resultados positivos en las 15 primarias restantes, Cruz tendría formas para superar esa cima.
Considerarlo “fuera de la carrera” por la nominación es errado, ya que, a pesar de su holgado triunfo en Nueva York, Trump tiene pocas opciones de hacerse con la candidatura republicana de forma automática, y una vez llegados a la convención, todo puede pasar. Por eso la estrategia de Cruz (y de parte del partido republicano) es simplemente torpedear el camino de Trump hacia los 1,237 delegados, y a través de diversas estrategias, todas dentro de las normas del partido, quitarle la opción de llegar a la elección de noviembre.