En un discurso centrado en su análisis y sus propuestas para la economía nacional, Donald Trump tomó como ejemplo la ciudad de Detroit, Michigan, sitio que había elegido para tal evento.
La ciudad, que se ha convertido en un símbolo de la caída de la manufactura y la industria automotriz en Estados Unidos, sufre distintas dificultades, y aunque en algunos casos Trump exageró o no dio contexto a la situación, acertó en distintos indicadores económicos y de seguridad negativos de la ciudad.
“In short, the city of Detroit is the living, breathing example of my opponents´s failed economic agenda. Every policy that has failed this city, and so many others, is a policy supported by Hillary Clinton”
Es cierto que los ingresos per cápita son la mitad del promedio nacional
Los datos económicos de Detroit son muy negativos: tal como dijo Trump, es verdad que los ingresos per cápita en la ciudad son inferiores a $15,000 al año, representando casi la mitad del promedio nacional ($14,984 en Detroit y $28,555 a nivel nacional); la pobreza es de casi 40% (39.8%), cerca de tres veces el promedio de Estados Unidos (14.8%), y su desempleo es el más alto entre las 50 ciudades más grandes del país: 24.8% para abril de este año, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Detroit es la ciudad con la tasa más alta de crímenes violentos en el país, pero delitos han ido en descenso
Tal como dice Trump, Detroit sigue siendo una de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos, y la que tiene el índice de crímenes violentos más alto de todo el país: según el reporte de Crimen en Estados Unidos del FBI en 2014 (el más reciente con datos de todo el año), en la ciudad de Detroit se cometieron 13,616 crímenes violentos. La cifra es igual a 1,989 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes, en una ciudad con 684,694 pobladores.
Eso deja a Detroit por encima de otras ciudades con altos índices delictivos, como Memphis, Tennessee (1,741 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes), Oakland, California (1,709) o Baltimore, Maryland (1,338).
Lo que no dijo Trump, es que los delitos en Detroit han venido bajando. En 1999, por ejemplo, el índice de delitos violentos en Detroit fue de 2,254 por cada 100,000 habitantes. En años recientes, sin embargo, la ciudad no ha visto una disminución tan notable de la violencia como el resto del país. En 2009 tuvo un índice muy similar al de 2014 (1,966 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes), aunque sí se ha registrado un descenso en los últimos tres años: 2,123 crímenes violentos por cada 100,000 habitantes en 2012; 2,073 en 2013 y 1,989 en 2014.
Políticas de Obama, y Clinton, no parecen haber afectado a Detroit o a Michigan
Al menos en el área metropolitana de Detroit, en los ocho años de gobierno del Presidente Barack Obama, los indicadores económicos han mejorado considerablemente: el desempleo, que saltó de 9.3% a 13.1% entre el cierre de 2008 y el inicio de 2009, y llegó a un tope de 17.2% en junio de ese mismo año, ha caído considerablemente hasta 4.5% en abril de 2016 (en junio volvió a crecer a 5.8%).
Los empleos en manufactura, punto central de las propuestas de Trump, tocaron fondo en el área metropolitana de Detroit en junio de 2009 con unas 161,500 personas empleadas. Para junio de 2016 el sector había subido a 241,900 empleados, contradiciendo las críticas del nominado republicano con relación al actual gobierno demócrata.
Algo similar ocurre con la industria automotriz. Trump denuncia una notable caída en el sector desde la entrada en vigencia de NAFTA en 1994. En aquel entonces, en el estado de Michigan había en torno a 280,000 empleados en la industria, y ahora hay unos 160,000, como indica el republicano. Sin embargo, en ese período de 22 años se dieron varios cambios: en los primeros seis años con NAFTA en vigor, la industria generó más empleos, llegando a 320,000 trabajadores en junio del año 2000. A partir de entonces inició una caída que llegó a su punto más bajo durante la crisis económica, en junio de 2009, con apenas 96,000 empleados. Por tanto, bajo el gobierno de Obama casi se ha duplicado el número de trabajadores en la industria automotriz en Michigan.
Veredicto
El análisis que Trump hace de Detroit lo consideramos medio mentira, debido a la falta de contexto en muchas de las cifras que da, así como de señalar responsabilidades sin tener certezas al respecto. Detroit sí muestra cifras muy negativas en comparación con el resto del país, pero los últimos 7 años, bajo el gobierno de Obama, han dejado una importante recuperación.