En una rueda de prensa, el candidato republicano a la presidencia Donald Trump admitió finalmente que Barack Obama nació en Estados Unidos, tras años de haber dudado al respecto públicamente, en la polémica conocida como "birther".
“Hillary Clinton y su campaña del 2008 empezaron la controversia birther. Yo la terminé. El presidente Barack Obama nació en Estados Unidos, punto"
¿Tuvo Hillary Clinton algo que ver en esa polémica?
No. Directamente no hay forma de ligar a la hoy nominada demócrata a la presidencia con las dudas sobre el país de nacimiento de Barack Obama. El tema surgió años antes de que Obama y Clinton lucharan por la nominación presidencial demócrata entre 2007 y 2008.
Algunas personas vinculadas a la campaña de primarias de Clinton en ese entonces intentaron ventilar la teoría de conspiración, pero fueron rechazados. Por ejemplo, la jefa de campaña de Clinton en 2007, Patty Solis Doyle, dijo recientemente a CNN que un voluntario en Iowa habló del tema, pero fue despedido inmediatamente.
También se ha mencionado que un estratega sugirió a Clinton a comienzos de 2007 ventilar la idea de que Obama era "fundamentalmente extranjero", debido a su crianza en Indonesia, además de ser hijo de padre keniano. Sin embargo, la idea tampoco fue utilizada.
El rol de Trump en el movimiento "birther"
A diferencia de Clinton, Trump sí tuvo un papel protagónico en darle fuerza a la conspiración, años después de que estuviera rodando en páginas webs extremistas. Fue en 2011, ya con Obama en la Casa Blanca, cuando el empresario empezó a hablar al respecto en diversas apariciones en televisión y a través de su cuenta de Twitter.
Con el paso de los años, a pesar de que Obama publicó una partida de nacimiento extendida, y de que no hubiera ninguna prueba para basar la acusación, Trump siguió sin aceptar que el presidente hubiera nacido en Estados Unidos, hasta septiembre de este año.
Veredicto
Es mentira que la campaña de Hillary Clinton iniciara el movimiento para dudar del lugar de nacimiento de Barack Obama, o que fuera la propia dirigente y sus asesores quienes impulsaran tal teoría. Trump sí tuvo un rol fundamental en multiplicar tal teoría conspirativa en los medios de comunicación tradicionales.