En redes sociales ha circulado un gráfico donde se muestra que el candidato a la nominación presidencial por el partido demócrata, el senador Bernie Sanders, estaría por detrás de su rival, la ex secretaria de estado y exsenadora Hillary Clinton, con cualquier otro sistema de elección que se utilizara en el proceso electoral del partido.
I try not to tweet about US election stuff, but amid the discussions about primary rules, I found this interesting: pic.twitter.com/plnlTQEOc3
— Dina D. Pomeranz (@dinapomeranz) May 29, 2016
El cuadro, traducido al español, dice lo siguiente:
¿Qué pasaría si el partido demócrata cambiara las reglas de elección de su nominado?
Sistema |
Hillary Clinton |
Bernie Sanders |
Reglas vigentes | 2310 | 1542 |
Sin superdelegados | 1768 | 1499 |
Proporcional con superdelegados | 2009 | 1680 |
Proporcional sin superdelegados | 1722 | 1424 |
Por estado (el ganador se lleva todos los votos del estado) |
2712 | 1119 |
Con las reglas del partido republicano | 1955 | 978 |
Por el voto popular | 13,463,000 | 10,544,000 |
¿Es verdad que Bernie Sanders iría por detrás de Hillary Clinton con cualquier otro método de elección?
Sí, al menos respecto de las variaciones consideradas arriba, todas con base en los votos emitidos en este proceso.
La situación actual
Estamos muy cerca de un nuevo supermartes electoral en Estados Unidos, donde California, Nueva Jersey, Nuevo México, Montana, Dakota del Norte y Dakota del Sur votarán este 7 de junio por el nominado presidencial del partido demócrata de su preferencia, con un total de 806 delegados comprometidos en juego, incluyendo 546 solo en California y 142 en Nueva Jersey, de ahí la particular importancia de estos dos estados.
A estas alturas, la contienda demócrata está de la siguiente manera:
Hillary Clinton |
Bernie Sanders |
|
Delegados comprometidos | 1769 | 1501 |
Superdelegados | 543 | 44 |
Total de delegados | 2312 | 1545 |
Si se toman en cuenta los superdelegados, para alcanzar los 2383 delegados necesarios para obtener la nominación, a Clinton le bastaría con sumar 71 delegados de los más de 600 en juego este martes para convertirse en la virtual candidata demócrata. Por eso, Sanders advierte de no hacer la cuenta incluyendo a los superdelegados, bajo la idea de que estos podrían variar de posición y apoyarlo a él antes de o durante la convención nacional demócrata del 25 de julio en Filadelfia.
Sanders ha dicho que el proceso demócrata necesita arreglos, pues en su opinión resulta estúpido que haya primarias cerradas, que como en el caso de Nueva York dejan por fuera hasta 3 millones de potenciales electores, mientras 400 superdelegados declararon su apoyo a Clinton antes de que ningún otro candidato estuviera en contienda.
Con respecto a los 400 superdelegados, en el Detector de Mentiras se trató el punto y lo afirmado por Sanders no es cierto. Por si fuera poco, hay quienes consideran la posición de Sanders hipócrita, ya que a estas alturas su principal opción para conseguir la nominación presidencial es que los superdelegados cambien de posición (una estrategia no tan sencilla de lograr) independientemente del resultado de los delegados comprometidos y del voto popular, aspecto en el que, tal como también mostró el Detector, las cuentas no son muy prometedoras para el senador.
Independientemente de los arreglos, con las reglas y los números actuales las opciones de Sanders lucen muy cuesta arriba
¿La cantidad de votos sería igual con otro sistema?
Es la pregunta que el cálculo en el gráfico no puede responder, pero es esperable que un sistema distinto resulte en una dinámica electoral diferente.
Respecto al gráfico, independientemente del “momento” que parece tener la candidatura de Sanders tras sus victorias en las más recientes primarias, la realidad es que Clinton lo supera en el voto popular por casi tres millones de votos y que ha ganado en los estados de mayor población. Así, al asignar los votos emitidos durante este proceso por estado o de manera proporcional, Clinton saldrá beneficiada.
Pero al menos existe una posibilidad donde a Sanders pudiera irle mucho mejor si esa fuera la regla del actual proceso: las asambleas electorales o “caucus” como se les conoce en el proceso estadounidense. En los estados que escogen el candidato en asambleas, Sanders ha acumulado 64% de los delegados, 341, por 195 para Clinton. El problema para hacer una proyección es que no se puede establecer fácilmente la participación en la asamblea respecto del voto popular o de la población del estado.
Veredicto
El gráfico analizado es casi mentira. Con esos mismos votos, los cambios a otros sistemas desfavorecerían a Sanders tal como lo están desfavoreciendo ahora. Pero los votos emitidos en el proceso actual no son del todo endosables a otro sistema. El voto popular, por ejemplo, sería por completo diferente en los estados que hoy por hoy escogen el candidato en asambleas, así como se esperaría una movilización electoral distinta si se pasara de un sistema de asignación proporcional de delegados a uno donde el ganador del estado se lleva todos los delegados. Por eso, proyectar resultados por estado o proporcionales no sirve sino para acentuar un hecho: que en el actual proceso Clinton ha recibido más votos que Sanders.
La pregunta es si los resultados electorales de este 7 de junio, además de las primarias del Distrito de Columbia del 14 de junio, le darán fuerza a las esperanzas de Sanders de esperar de los superdelegados un cambio de posición de suficiente magnitud como para alterar el que luce un desenlace inevitable: que Hillary Clinton sea la candidata presidencial del partido demócrata.