En el debate republicano celebrado en Florida el jueves 10 de marzo, el Senador Marco Rubio criticó al gobierno de Barack Obama por la apertura diplomática con Cuba, acusando a la administración de no haber exigido nada a cambio.
Rubio -quien abandonó la carrera presidencial debido a los malos resultados en las primarias- dijo que a él le encantaría mejorar las relaciones con Cuba, pero eso sólo debería darse a cambio de ciertas condiciones en la isla, como la celebración de elecciones democráticas y libertad de expresión y reunión, cambios que. en su opinión, no se han dado desde el reinicio de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
“No ha habido ninguna apertura democrática, ni un cambio en la isla en derechos humanos. De hecho, las cosas están peor de lo que estaban antes de esta apertura (…) Él (Obama) no pidió nada a cambio y no estamos obteniendo nada a cambio”.
El viaje de Obama y la situación actual en Cuba
La declaración de Rubio debe ser analizada desde dos puntos de vista: por una parte, sobre si hubo algún cambio en Cuba desde diciembre de 2014, y por otra, si alguno de los cambios ha impactado directamente los derechos humanos y las libertades políticas de la población.
La relación Cuba-Estados Unidos ha vuelto a dominar titulares recientemente debido a la visita que realizará el Presidente Obama a la isla entre el 20 y el 22 de marzo. La misma se dará unos 15 meses después del anuncio hecho por Washington y La Habana del reinicio de relaciones bilaterales, tras más de 50 años de ruptura.
En un reportaje con motivo del primer año de la nueva relación, el diario británico The Daily Telegraph afirmó que en los 12 meses previos se habían dado más cambios en Cuba que posiblemente “durante los 12 años anteriores”.
Por su parte, el subasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Ben Rhodes, quien ha estado permanentemente en las negociaciones con La Habana, resaltó en un artículo publicado en Medium.com en febrero que, además de la apertura de embajadas de ambos países, las relaciones comerciales se han estrechado y las visitas legales de estadounidenses a Cuba han aumentado un 54%.
También dijo que se espera que pronto haya hasta 110 vuelos comerciales diarios entre Estados Unidos y Cuba, que el sector privado cubano siga creciendo y que aumenten los beneficios para la población con el ingreso de más remesas de familiares en el exterior. Rhodes aseguró, además, que el gobierno de Raúl Castro ha dado “algunos pasos” para cumplir con su compromiso de expandir el acceso a Internet entre su población, como la colocación de nuevos puntos para conexión inalámbrica y el anuncio de una conexión de banda ancha.
Pocos avances en derechos humanos
Sin embargo, el sistema político cubano parece seguir tan cerrado como a finales de 2014. En su informe anual de 2015, la organización Human Rights Watch dijo que la represión en contra de disidentes en la isla se mantiene, y que el número de detenciones consideradas arbitrarias el año pasado, aunque disminuyó con relación a 2014, fue muy superior al que se venía dando anualmente antes de 2012.
Amnistía Internacional, por su parte, indicó en febrero de este año que el dominio de los medios de comunicación sigue casi exclusivamente en manos del Estado, y aunque recientemente han surgido algunas páginas de Internet privadas, el gobierno intenta obstaculizar el trabajo de periodistas independientes. Sobre el acceso a Internet, la organización de derechos humanos señaló que apenas 25% de los cubanos usan Internet, debido a su todavía escasa presencia y su alto costo.
En su informe de 2016, la misma organización recordó que Cuba aún “no ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ni el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales —ambos firmados en febrero de 2008—, y tampoco el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional”.
En una entrevista con Yahoo News en diciembre de 2015 el propio Presidente Obama dijo que Estados Unidos todavía debía presionar duro a las autoridades cubanas en el tema de los presos políticos y en la libertad de expresión y reunión. El mandatario estadounidense dijo también que parte de la idea de reiniciar relaciones era tener mayor influencia en la situación económica de la isla, para así poder tener más herramientas de presión diplomática.
Según escribió Ted Piccone, experto en derechos humanos y relaciones de Estados Unidos con América Latina del Brookings Institution, aunque desde diciembre ha habido ciertos avances en Cuba, “no hemos visto virtualmente nada – simbólico o de otra forma – en derechos humanos”.
Veredicto
En el Detector de Mentiras calificamos la crítica lanzada por Marco Rubio hacia el gobierno de Obama sobre la falta de cambios políticos en Cuba como “Casi Verdad”. Si bien es cierto que en materia económica se han dado cambios, y que ha aumentado el flujo de recursos, negocios y personas entre Estados Unidos y Cuba desde diciembre de 2014, el gobierno de Castro no se ha abierto a reformas democráticas ni ha habido avances en derechos humanos.
Incluso Obama admitió en diciembre pasado que el gobierno cubano continuaría atacando los derechos humanos “en formas que hallamos objetables” pero recordó que lo mismo ocurre en otros países con los que Estados Unidos mantiene relaciones normales, como China o Vietnam.
No consideramos el planteamiento de Rubio completamente acertado debido a que, aunque no se haya dado una apertura democrática, en 15 meses sí se han concretado reformas económicas con importantes repercusiones en la isla. Parte del plan del actual gobierno estadounidense es que Cuba se vaya abriendo paso a paso, y se apuesta a que las reformas económicas, y la mayor conectividad de Cuba con Estados Unidos, lleven a una apertura política.