El ex gobernador de Massachusetts y ex candidato presidencial Republicano, Mitt Romney, criticó duramente la semana pasada la potencial nominación de Donald Trump como representante del partido conservador a la Presidencia de Estados Unidos.
Entre varias acusaciones, Romney destacó la inconsistencia del republicano (12:20 en el video abajo):
“El señor Trump ha cambiado sus puntos de vista no solo a lo largo del tiempo, sino en el transcurso de la campaña”
De un lado a otro
La identificación política de Trump ha variado con el pasar de los años. El magnate de bienes raíces tiene un largo historial con el partido Demócrata, pero también ha formado parte de las filas del independiente Partido de la Reforma y el partido conservador Republicano en varias oportunidades.
En 1998, Trump confirmó su identificación al partido Republicano en el programa de Larry King. Precisamente en esa entrevista, el ahora candidato aseguró que nunca se lanzaría a la presidencia de Estados Unidos.
En 2004, declaró a la cadena CNN que él se identificaba como Demócrata e incluso consideraba que la economía tenía mejores resultados en gobiernos liberales. No obstante, ahora, explica que su descontento con el desempeño de los demócratas en el poder lo hizo regresar a las filas del partido conservador.
La evolución de su postura sobre temas concretos muy controversiales reflejan sus cambios de criterio.
Sobre el aborto, en 1999, Donald Trump afirmaba que defendía el derecho a escoger y, aunque “odiaba el término aborto”, consideraba que tal práctica no debía ser penada.
“Yo estoy a favor de la escogencia en todos los sentidos”, dijo Trump.
Sin embargo, durante un debate Republicano de cara a las primarias, Trump cambió su postura al otro extremo. “Soy pro-vida", manifestó categóricamente.
Plata para liberales y conservadores
Otra evidencia de los saltos políticos de Donald Trump es dónde pone su apoyo económico. El señor ha favorecido, desde 1990 y hasta 2010, a candidatos de ambos partidos tradicionales de Estados Unidos.
Según datos de la Comisión Federal Electoral (Federal Election Commission), una de las mayores contribuciones de Trump ha sido para el Comité de Campaña Demócrata al Senado, al que entregó varios aportes, entre ellos, $25.000 en 2004 y otros $25.000 en 2008 (pulse aquí para ver parte del reporte).
Más adelante, en 2009, la Fundación Trump donó $100,000 a la Fundación William J. Clinton.
Esta no ha sido la única colaboración de Trump con los Clinton. El empresario realizó varios aportes de menor cuantía a la causa de Hillary Clinton, hoy precandidata a la presidencia, en diferentes oportunidades en 2002, 2006, 2007 y 2008, según reportes de la Comisión Federal Electoral.
Una de sus últimas donaciones al partido liberal fue para Rahm Emanuel, actual alcalde de Chicago, cuando aspiraba a ese cargo en el 2010. Según la lista de contribuyentes del State Board of Elections de Illinois esa contribución individual fue de $50,000.
Desde 2011 hasta la fecha, el financiamiento de Trump ha sido fundamentalmente para los Republicanos. De acuerdo con la organización Center for Responsive Politics, se calcula que el magnate ha donado $1,4 millones en este período, incluyendo el autofinanciamiento a su campaña desde el año 2015.
Estado Islámico e inmigrantes
Su posición sobre el conflicto del Estado Islámico es un ejemplo de cómo Trump ha cambiado de opinión en el plazo de la misma campaña electoral.
Durante el lanzamiento de su candidatura, en junio del año pasado, Trump destacó la necesidad de nombrar a la persona correcta para dirigir y mejorar la milicia nacional. Más tarde, en una entrevista a CNN, el aspirante a la Casa Blanca dijo que mandaría tropas al campo de batalla. Sin embargo, luego se retractó pues dijo que no estaba de acuerdo con una invasión.
Su agresivo discurso migratorio también va y viene. Durante una conferencia de prensa en Laredo, Texas, en agosto 2015, el precandidato suavizó sus argumentos asegurando que habría tiempo para discutir un plan migratorio, ya que es necesario que la gente que entra al país ingrese legalmente (en inglés, textualmente: “you have to make people to come in; they have to be legal”).
Algunas decisiones de sus empresas también parecen contrariar la posición política de Trump. El plan de inmigración del magnate es radical contra la mano de obra extranjera y propone restricciones para las visas de trabajadores temporales H1-B, con el fin de preservar los trabajos para los desempleados en Estados Unidos, en lugar de traer mano de obra extranjera.
El magnate no suele decir que sus propios negocios en territorio estadounidense acuden también a trabajadores extranjeros.
Una investigación de la Unidad de Datos de Univision, de octubre del 2015, demostró que en los últimos siete años, 13 de sus empresas solicitaron autorización para traer, al menos, a 795 trabajadores extranjeros, casi todos con los programas de trabajo temporal H1B y H2B.
Veredicto
La afirmación de Romney es Verdad. Donald Trump ha cambiado no solo de partido sino su posición política respecto a temas sensibles para los ciudadanos. Su respaldo económico a candidatos y causas liberales están asociados a un pasado muy reciente al partido Demócrata.