El triunfo del “Leave” en el referéndum celebrado en el Reino Unido el pasado 23 de junio, que favoreció la salida de esta nación de la Unión Europea, tuvo reacciones inmediatas en los mercados, en el mundo político y en las redes sociales.
Datos de distintas encuestas realizadas en los días previos a la elección y a boca de urna durante la propia jornada electoral indicaron que los británicos más jóvenes votaron abrumadoramente en favor de mantener al Reino Unido en la Unión Europea, pero el dominio de personas mayores de 45 años determinó el balance en favor del “Brexit”.
Pero, ¿qué tan cierto es que los mayores impusieron la salida del Reino Unido de la Unión Europea a los jóvenes?
I risultati del sondaggio @YouGov per fasce d'età (e per aspettativa di vita…) #EUref #brexit #maratonabrexit pic.twitter.com/7hBca87oYz
— YouTrend (@you_trend) 23 de junio de 2016
Los resultados oficiales
En total 17.4 millones de británicos votaron en favor de respaldar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, frente a 16.1 millones que apoyaron la opción de permanecer dentro del organismo continental. La diferencia fue de 1,269,501 votos.
Un punto resaltable fue la alta participación: se estima que 72.2% de los británicos inscritos para votar lo hicieron, una cifra superior a las últimas elecciones generales (en 2015 votó 66.1% de los inscritos).
La molestia por la “injusticia” que se habría cometido en contra de los jóvenes se basa en uno de los pocos estimados que se conocen sobre participación por grupos de edad en la elección. Inicialmente, la encuestadora YouGov indicó que 75% de los jóvenes entre 18 y 24 años votaron en favor de permanecer en la UE, aunque luego rebajaron la cifra a 71%. Según la BBC el respaldo a favor de “Remain” de los jóvenes fue de 73%. En cambio, los mayores de 65 años habrían respaldado la salida de la UE con 64% de sus votos.
¿Qué hay detrás de los porcentajes?
Estas cifras, sin embargo, no muestran los números absolutos entre los distintos grupos de edad. Para hacer un aproximado se debe revisar, primero, cuántas personas están en cada grupo en el Reino Unido y luego conocer el porcentaje de participación de cada bloque en la jornada electoral.
Según la Oficina para Estadísticas Nacionales (ONS) del Reino Unido, para mediados de 2015 había casi 5.9 millones de británicos entre los 18 y los 24 años de edad. Entre los grupos de votantes se trataba del bloque más pequeño, representando casi la mitad que los habitantes con más de 65 años (11.6 millones).
Pero, además de una desventaja poblacional, los jóvenes habrían participado en cifras muy inferiores a los más adultos: Sky News calcula que apenas 36% de los votantes entre 18 y 24 habrían acudido a votar el 23 de junio, frente a 83% de los mayores de 65 años. En general, la participación fue aumentando según aumentaba la edad, ya que el grupo entre 25 y 34 participó en 58%, 72% entre los de 35 y 44 años, 75% entre los 45 y 54 años, y 81% entre los 55 y 64 años. Así también fue aumentando el porcentaje en favor del “Brexit”.
¿Fue la edad el factor más determinante?
El diario Financial Times realizó una serie de análisis con los resultados y sus posibles motivaciones, para concluir que, de entre 100 características sociales, la que más estuvo asociada con la opción de continuar en la Unión Europea fue el que una persona tuviera un título universitario.
El estudio, sin embargo, no resta importancia a la diferencia de voto entre grupos de edad, asegurando que la participación fue mayor en ciudades donde el promedio de edad es más alto, y que la abstención fue mayor en ciudades con promedios de edad bajos.
“Si la participación hubiera sido más alta entre personas más jóvenes su influencia hubiera sido incluso mayor, pero como es usualmente el caso, hubo una tendencia general leve a que la participación aumentara en línea con el promedio de edad”, indica el reporte del Financial Times. Por ejemplo, en Glasgow, una ciudad con un promedio de edad en torno a 36 años, la participación rondó el 56%, mientras que en otras con promedio de edad cerca de 50 años, la participación se acercó al 80%.
¿Pudo la abstención representar la diferencia?
Las cifras de participación de Sky News se basan en su última encuesta previa a la jornada electoral. El 36% de voto de los más jóvenes se quedaría por debajo de la participación de este mismo bloque en las tres elecciones generales anteriores: 37% en 2005, 44% en 2010 y 43% en 2015. En esas tres votaciones la participación global estuvo considerablemente por debajo de la de este referéndum, por lo que el voto joven podría estar subestimado en la encuesta de Sky News.
Si asumimos que en definitiva participaron 40% (y no 36%) de los jóvenes de entre 18 y 24 años de edad, y asumiendo que 90% de los británicos entre esas edades están inscritos para votar, las cifras absolutas nos indicarían que votaron alrededor de 2.1 millones de los más jóvenes el 23 de junio, 1.5 millones de los cuales votaron en favor de permanecer en la Unión Europea.
En un escenario hipotético en el que 70% de los jóvenes de entre 18 y 24 años de edad hubieran participado, manteniendo la misma distribución de voto, los más jóvenes habrían añadido 1,1 millones de votos a la opción de “Remain”, lo que hubiera reducido a apenas 126 mil votos la diferencia a favor de salir de la Unión Europea.
Si a esto se sumaba una participación mayor al 58% estimado del bloque entre 25 y 34 años de edad, es posible, manteniendo la tendencia de sus votos 62% a 38% en favor de “Remain”, que se hubiera producido el triunfo de la opción de que el Reino Unido permaneciera en la Unión Europea.
Veredicto
Consideramos medio mentira el argumento de que los adultos mayores impusieron el triunfo de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, por encima de la voluntad de los más jóvenes quienes, en definitiva, tendrán que vivir muchos más años con esta decisión.
Es cierto que el grupo de personas mayores a 65 años es superior al de entre 18 y 24 años, pero también es cierto que, si los más jóvenes hubieran votado en niveles similares a sus mayores, es lógico pensar que el resultado se hubiera revertido o al menos se hubiera reducido considerablemente.
Para llegar a esta conclusión, sin embargo, utilizamos muchos supuestos, y cifras basadas en encuestas y exit polls, por lo que no podemos rechazar el argumento con mayor contundencia. Tampoco se puede asegurar cómo hubieran emitido los votos aquellos que se abstuvieron, ya que por algún motivo decidieron no votar.
Lo que parece cierto es que, por acción u omisión, los jóvenes fueron tan protagonistas del resultado como sus conciudadanos más adultos.