“El Director del FBI dijo, cuando testificó ante el Congreso, él tuvo que enmendar su declaración del día anterior, de que ella nunca había recibido ningún email clasificado. Ellos vieron dos pequeñas notas con una “C” sobre ellas (…) Eran sobre llamadas telefónicas que ella tenía que hacer. Y el Departamento de Estado colocó una pequeña “C” para evitar que las personas lo hablaran en público, en caso de que el secretario de estado, sea quien sea, no haga la llamada telefónica. ¿Suena eso como una amenaza a la seguridad nacional? Y la verdad es que fue un error de ella usar su email personal, a pesar de que sus predecesores lo habían hecho, y su sucesor John Kerry lo hizo, durante un año hasta que ya no era legal (…) La verdad es, que cuando el Departamento de Estado pidió a todos los ex secretarios de estado dar sus registros que los ayudarían a llenar su archivo, porque no tenían muchos registros, ella fue la única que dio algo”
- Ex Presidente Bill Clinton, en un foro con votantes asiáticos-americanos y pacíficos, 12 de agosto
En un foro de votantes co-patrocinado por la Asociación de Periodistas Asiático-Americanos y el grupo no partidista APIAVote, a Clinton se le pidió que explicara a los votantes por qué deberían confiar en Hillary Clinton tras el escándalo de los emails. En su respuesta, Clinton resumió dos puntos comunes de los demócratas sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton.
Como un servicio público, nosotros mantenemos un resumen de todos los fact checks de los emails de Clinton en wapo.st/ClintonEmailFacts.
En agosto de 2015, dimos dos pinochos (medio mentira) a los alegatos de Clinton sobre materiales clasificados en sus emails. Su declaración muy cuidadosa y legalista levantó sospechas, ya que dejó abierta la posibilidad de recibir información clasificada que no estuviera correctamente marcada. El director del FBI James Comey anunció los hallazgos de su oficina el 5 de julio de 2016, diciendo que 110 emails en 52 cadenas de emails fueron hallados con “información clasificada en el momento en que fueron enviados o recibidos”, incluyendo un “muy pequeño número” de emails que tenían marcas. Ante esta información, actualizamos la evaluación a cuatro pinochos (mentira).
Luego, cuando Comey dio más detalles durante una audiencia el 7 de julio, recibimos innumerables emails de lectores disputando nuestra actualización a cuatro pinochos debido a las pequeñas marcas con la letra “C”. También recibimos emails similares luego de que diéramos cuatro pinochos a Hillary Clinton por declaraciones que hizo sobre el testimonio de Comey.
Por tanto, usaremos la declaración de Bill Clinton como una explicación del por qué el punto sobre la pequeña marca de la “C” no reivindica los alegatos previos de Hillary Clinton sobre material clasificado.
Los hechos
- Materiales clasificados
La noticia sobre el uso exclusivo de un email y servidor privado de Hillary Clinton como secretaria de estado se dio a conocer en marzo de 2015. Desde entonces, ella ha hecho diversas declaraciones, con palabras técnicas, sobre el material clasificado en sus emails.
Primero, ella dijo: “No envié por email ningún material clasificado a nadie. No hay material clasificado” (10 de marzo de 2015, rueda de prensa inicial).
Luego añadió sobre si había emails clasificados “en ese momento”: “Estoy segura de que nunca envié ni recibí ninguna información que fuera clasificada en ese momento” (Julio de 2015).
Luego comenzó a especificar emails “marcados” o “designados”: “Estoy segura que este proceso probará que nunca envié ni recibí ningún email que estuviera marcado como clasificado” (Agosto de 2015). Clinton mayormente usó este lenguaje de “marcado como clasificado” a partir de entonces.
El 5 de julio de 2016, Comey anunció que el FBI no recomendaría cargos criminales en contra de Clinton por su uso de un servidor de email personal como secretaria de estado. Sin embargo, dijo lo siguiente sobre los aproximadamente 30,000 emails que Clinton entregó al Departamento de Estado:
- En 110 emails de 52 cadenas de emails se hallaron que contenían “información clasificada al momento en que fueron enviados o recibidos”. Eso contradijo el alegato de Hillary Clinton sobre la información clasificada “en ese momento”, y su previo alegato general de que no hubiera material clasificado en sus emails.
- Ocho de las cadenas contenían información que era “top secret” en el momento en que se enviaron. Ocho contenían información “confidencial”, la clasificación más baja.
- Otros 2,000 emails “up-classified” (emails que tenían razones para ser clasificados ahora, aunque no fueran clasificados al momento en que se enviaron).
- “Un muy pequeño número de emails que contenían información clasificada tenían marcas indicando la presencia de información clasificada”. Esto contradice el alegato de Clinton de que ella no envió ni recibió material “marcado” como clasificado.
El 6 de julio, el portavoz del Departamento de Estado John Kirby dijo que el departamento estaba al tanto de dos emails con una marca, y que fueron marcados como clasificados por error. Eran hojas de llamadas, con los nombres de personas a las que Clinton planeaba llamar. Kirby dijo que las marcas en las hojas de llamadas “fueron un error humano; no necesitaban estar ahí”. El proceso es para que el secretario decida hacer la llamada, luego cambiar las marcas a no clasificado, dijo Kirby. Él no contestó por qué las marcas seguían ahí.
El viceportavoz del Departamento de Estado Mark Toner dijo en un comunicado que las hojas de llamadas son a menudo marcadas en el nivel “confidencial” antes de la decisión del secretario de estado de hacer la llamada. “A menudo, una vez que está claro que el secretario piensa hacer la llamada, el departamento considera la hoja de llamada sensible pero no clasificada o no clasificada, y la marca de forma apropiada. La clasificación de una hoja de llamada por tanto no es necesariamente permanente, y miembros del personal en la oficina del secretario quienes están involucrados en preparar y finalizar estas hojas entienden eso. Dado este contexto, parece que las marcas en los documentos mencionados por la prensa ya no eran necesarios o apropiados al momento en que fueron enviados”.
Según los lineamientos del Departamento de Estado, los documentos “generalmente deberían ser marcados visiblemente con su nivel general de clasificación” con un estandarte, junto con las instrucciones de de-clasificación. “Marcaciones parciales” son aplicadas a párrafos individuales dentro de los documentos clasificados. Una letra “C” en paréntesis indica información confidencial. Generalmente, esa marca “no completaría por sí sola los requerimientos bajo la guía de clasificación del Departamento para marcar un documento como clasificado”, dijo Toner.
El 7 de julio, Comey testificó durante cinco horas ante el Comité de Seguimiento y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes. Él explicó que había tres emails que tenían la marca “c” pero que no tenían encabezado.
Portavoces de Bill Clinton y de la campaña de Hillary Clinton nos enviaron el siguiente intercambio de la audiencia, durante el cual Comey dijo que sería una “inferencia razonable” que Clinton haya podido considerar el email no clasificado sin encabezado.
- Representante Matt Cartwright: Según el manuel, si vas a clasificar algo, tiene que haber un encabezado en el documento, ¿correcto?
- Comey: Correcto.
- Cartwright: ¿Había un encabezado en los tres documentos que hemos discutido hoy que tenían una pequeña “c” en algún lugar del texto?
- Comey: No. Eran tres emails. La “c” estaba en el cuerpo, en el texto, pero no había encabezado en el email o en el texto.
- Cartwright: Entonces, si la Secretaria Clinton realmente fuera una experta en lo que es clasificado y lo que no es clasificado y estuviera siguiente el manual, la ausencia de un encabezado le diría inmediatamente que esos tres documentos no eran clasificados. ¿Estoy en lo correcto?
- Comey: Esa sería una inferencia razonable.
Cuando se le preguntó si el FBI había consultado con el Departamento de Estado sobre las marcas, Comey dijo: “Tengo plena confianza de que consultamos con ellos y obtuvimos su opinión. No sé sobre lo que pasó ayer (6 de julio, cuando Kirby dijo que las marcas fueron un error). Quizás su opinión ha cambiado o ellos hallaron cosas que no sabíamos. Pero tengo plena confianza de que consultamos con ellos”.
Comey no dijo que “ella nunca había recibido ningún email marcado como clasificado”, como Bill Clinton afirmó. Esa descripción se acerca más a lo que el representante Elijah Cummings (demócrata de Maryland), el más alto miembro de su partido en el comité, concluyó al final de la audiencia: “sobre el alegato de que la Secretaria Clinton envió o recibió emails que estaban marcados como clasificados, ese alegato se ha debilitado significativamente ahora. Esos documentos no estaban clasificados y esas marcas no eran apropiadas”.
Aún así, Comey dijo que Clinton debió haber actuado mejor: “hay evidencia para respaldar una conclusión que cualquier persona razonable en la posición de la Secretaria Clinton, o en la posición de aquellos empleados del gobierno con quienes ella estaba escribiéndose sobre esos asuntos, debió saber que un sistema no clasificado no era lugar para esa conversación”. Añadió que “incluso si la información no estuviera marcada como 'clasificada' en un email, los participantes que conocen o deben conocer que el asunto en cuestión es clasificado, están obligados a protegerlo”.
El 8 de julio, el lenguaje de Clinton sobre los emails volvió a cambiar: “Yo ciertamente no creo que hubiera recibido o enviado ningún material que fuera clasificado, y, ciertamente, ninguno de los documentos que se han mencionado, yo pienso que no estaban marcados, o estaban marcados erradamente, como ahora ha sido aclarado”.
Estrictamente hablando, las marcas de clasificación no se traducen en información clasificada, y la ausencia de las marcaciones no significa que no sean clasificadas, dijo Steven Aftergood, director del proyecto sobre secretos gubernamentales en la Federación de Científicos Americanos. De hecho, una persona puede compartir información clasificada en una fiesta de coctel.
“Si no hay un estandarte o encabezado en la parte alta de un email clasificado indicando que es clasificado, entonces está marcado de forma inapropiada. Pero la falta de tal encabezado no significa por sí solo que el email no sea clasificado. Puede todavía contener información clasificada en él”, dijo Aftergood. “La falta de un estandarte, sin embargo, sí explica cómo un receptor pudiera fácilmente considerarlo no clasificado. Marcajes en porciones aisladas tales como una “C” podrían ser fácilmente no vistas o asumidas como errores, especialmente si su contenido parece poco importante”.
El 16 de agosto, el FBI envió una carta al Congreso aclarando que “el hecho de que la Secretaria Clinton recibió emails conteniendo porciones marcadas con “C” no es evidencia clara de conocimiento o intención”. Estos tres emails fueron reenviados a Hillary Clinton. El Departamento de Estado determinó que uno de los emails tenía información clasificada, dijo el FBI en una carta.
- Comparación con sus antecesores
Los demócratas a menudo describen los emails de Clinton como nada más que una operación estándar hecha también por antiguos secretarios de estado. Esto es engañoso, y Bill Clinton debería saberlo, como para no repetirlo. Aquí hay un sumario de nuestros hallazgos.
El reporte de mayo de 2016 de la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado halló que el uso del email de Clinton debe ser evaluado en el contexto de una guía más clara bajo su mandato, y los memorándums “específicamente discutiendo la obligación” de los funcionarios a usar sistemas del departamento en la mayoría de las circunstancias. Estos estándares se hicieron más detallados y sofisticados con el tiempo, junto al avance de la tecnología, no porque “un estándar distinto” se estuviera aplicando desde que se esperaba que ella fuera candidata a presidente, como Bill Clinton dijo.
El caso de Clinton no es una comparación manzanas con manzanas con sus predecesores, ni con su sucesor John Kerry por dos razones principales: ella fue la única que operó exclusivamente en un servidor de email privado, y ella tenía acceso a más registros electrónicos que sus antecesores.
Madeleine Albright nunca usó email en su trabajo. Condoleezza Rice no usó un email personal para el trabajo, y no usó mucho email en general. John Kerry usa su email personal poco, y lo envía al email del departamento cuando lo hace; Clinton nunca creó una cuenta del departamento. Kerry usó su email personal mayormente cuando estaba haciendo la transición del Senado al Departamento de Estado. Es engañoso comparar a Clinton con estos tres.
Eso deja a un solo antecesor, Colin Powell. Él fue el único otro secretario de estado que usó una cuenta de email personal, como Clinton. Pero el equipo de trabajo de Powell ha dicho que la cuenta tiene “varios años” cerrada, y que Powell ya no tiene acceso a ella, y que no retuvo ni imprimió copias antes de que finalizara su mandato en 2005. Por tanto, ya no puede entregar registros, tal como sí pudo Clinton.
Los lineamientos del Departamento de Estado para emails eran “muy fluidos” durante el mandato de Powell, halló el inspector general. Fue después de que Powell saliera en 2005 que los lineamientos de los emails personales se hicieron más específicos.
Veredicto
Bill Clinton está en lo correcto al decir que Comey “enmendó” su declaración en la audiencia, para dar más detalles sobre lo que había hallado el FBI. Pero Comey no dijo que Hillary Clinton “nunca había recibido emails marcados como clasificados”. Dos de tres emails que tenían porciones marcadas eran hojas de llamadas que estaban marcadas inapropiadamente, y el Departamento de Estado considera que las marcaciones ya no eran necesarias o apropiadas al momento en que se enviaron. Comey admitió que Clinton pudo no haber sabido lo que significaba la pequeña “C”.
Los demócratas, como Bill Clinton, han elegido a conveniencia los comentarios de Comey de la audiencia de cinco horas para declarar a Hillary Clinton reivindicada. Pero lo que han escondido bajo la alfombra convenientemente son los 110 emails, que no eran parte de los 2,000 que retroactivamente fueron considerados clasificados, que fueron hallados con “información clasificada al tiempo en que fueron enviados o recibidos”.
Más aún, la distracción sobre las marcaciones de la “C” es un esfuerzo para alejar al público de los perturbadores hallazgos del FBI de que Clinton fue “extremadamente descuidada” en el manejo de sus emails, y debió haber protegido la información tuviera o no marcaciones de clasificada. Y distrae a los votantes del hecho de que, por más de un año, Clinton modificó su excusa una y otra vez para posicionarse de una manera que pudiera declarar que técnicamente estaba en lo correcto de una u otra forma.
Bill Clinton también repitió la excusa de que ella usó una cuenta de email personal tal como su predecesor, y que ella entregó más registros de emails que sus predecesores. Esta comparación es un intento patético y engañoso para normalizar el uso de Hillary Clinton de su email personal y minimiza el hecho de que ella fue la única secretaria de estado en usar un servidor privado. La decisión de usar un servidor privado es la raíz de todas las dificultades políticas concernientes a sus emails.
Casi mentira.
*Nota: este texto es una traducción adaptada de un artículo que se publicó originalmente en el Washington Post el 17 de agosto de 2016, bajo el titular “Bill Clinton's misleading claim about 'marked classified' information in Hillary Clinton's emails”.
En el Detector de Mentiras publicamos esta versión traducida y adaptada con autorización del Washington Post. Sus fact-checkers mencionan pinochos haciendo referencia a la escala que usan para juzgar la veracidad de lo afirmado. Tres pinochos equivalen a casi mentira.