julio 7, 2016 • Verificado por: Michelle Ye Hee Lee, del Washington Post*
La afirmación falsa de Trump de que Saddam Hussein era “tan bueno” matando terroristas
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Donald Trump

“No debimos haber desestabilizado – Saddam Hussein era un mal tipo, ¿verdad? Era un muy mal tipo. Realmente malo. Pero, ¿saben qué hacía bien? Él mataba terroristas. Él hizo eso tan bien”
- Donald Trump, en un discurso en Carolina del Norte el 5 de julio

Trump ha estado usando una versión de este argumento por un tiempo (como mostramos arriba y como fue indicado por Brandon Wall de BuzzFeed aquí), pero la verdadera polémica se creó luego de que la campaña de Hillary Clinton respondió al discurso de Trump del 5 de julio de 2016.

Hicimos otro ejercicio, de intentar entender qué quiso decir Trump, sin nada más que silencio de parte de su campaña cuando les pedimos una explicación, sólo para hallar información que contradice su alegato.

Los hechos

El régimen de Hussein apoyó por mucho tiempo el terrorismo internacional y fue designado como Estado patrocinador del terrorismo por el Departamento de Estado antes de la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en 2003.

En 2007, el Institute for Defende Analyses (IDA), un think-tank para agencias de seguridad nacional, publicó un reporte de cinco volúmenes, “Saddam y Terrorismo”. El reporte, compilado luego de que cientos de miles de documentos iraquíes quedaron a disposición tras la caída del régimen, resaltaba las relaciones entre el gobierno de Hussein y el terrorismo regional y global. El reporte detalla cómo Hussein tejió relaciones con grupos terroristas, especialmente palestinos. (Revisamos este asunto en un fact-check de 2014).

“Saddam Hussein, quien era un mal tipo y demás, pero él vivía de matar terroristas”
- Donald Trump, en entrevista con CBS el 14 de febrero de 2016

Entre sus principales hallazgos estuvo que no había conexión directa entre el Irak de Hussein y al-Qaeda – contradiciendo una de las premisas del gobierno de George W. Bush para justificar la invasión a Irak. Pero el reporte halló que a veces, sus metas a corto plazo se solapaban.

Ansar al-Islam, vinculado a al-Qaeda, se estableció en 2001 en una esquina de la parte norte kurda de Irak. El gobierno de Hussein no tenía control sobre el área antes de la guerra y no era patrocinador del grupo, el cual veía al régimen de Hussein como enemigo. Pero puede que él tolerara la presencia de Ansar en territorio iraquí porque peleaba contra sus oponentes kurdos, como indicamos anteriormente.

Hussein soñaba con “ser el gobernante de una nación Árabe Unida”, según el reporte de IDA, y en la década de 1990, su régimen peleó con movimientos extremistas internos que él veía como una amenaza. “El régimen de Saddam estaba muy preocupado por la amenaza interna que presentaban varios movimientos islámicos. Persecuciones, arrestos, y monitoreos de movimientos islámicos radicales eran comunes en Irak”.

Sin embargo, el reporte también dice que, a pesar de ser un régimen aparentemente secular, halló “causa común con grupos terroristas que tomaban su inspiración del islam radical. Uno pudiera argumentar que mantener a algunos de estos grupos extremistas activos fuera de Irak era una medida defensiva pragmática contra ellos”.

“Te guste o no Saddam Hussein, él solía matar terroristas. Ahora si vas a Irak, es como Harvard para terroristas”
- Donald Trump, citado por BuzzFeed News el 13 de febrero de 2014

Quizás el propio Hussein consideraba a los disidentes y co-conspiradores en su contra como terroristas, dice Stephen Biddle, profesor de la Universidad George Washington y experto en seguridad nacional. Pero antes de la invasión, Hussein tenía un patrón de apoyar a grupos terroristas internacionales que actuaban en contra de sus oponentes, dijo Biddle.

“La implicación en las declaraciones de Trump es que Saddam frecuentemente reunía y mataba a gran cantidad de terroristas internacionales que intentaban hacer daño en países occidentales, y no hay evidencia de algo así”, dijo Biddle.

La Associated Press indicó que el uso de gas venenoso por parte de Hussein en pueblos kurdos en respuesta a una rebelión a finales de los 80 “remarcó la disposición de Saddam de usar cualquier vía para aplacar a aparentes oponentes de cualquier estilo, no sólo aquellos que él podía considerar terroristas”.

Hussein reprimió con efectividad a la disidencia, pero al costo de brutales muertes de civiles, acciones ampliamente condenadas como violaciones de derechos humanos. A comienzos de los 90, decenas de miles de personas murieron durante la represión de Hussein, tras los levantamientos de kurdos y chiitas.

La AP escribió que, en los levantamientos, “grupos cometieron ataques que podrían caber dentro de una amplia definición de terrorismo, y Saddam ordenó matar a muchos oponentes. Algunos fueron vinculados a grupos apoyados por Estados Unidos, otros a grupos que Washington considera organizaciones terroristas”. Pero expertos en seguridad internacional que consultamos indicaron que estos fueron levantamientos populares, no acciones “de terroristas”.

Veredicto

Hussein no era oponente de terroristas, ciertamente no en los ojos del mundo occidental. Trump se está refiriendo a luchas de Hussein contra movimientos religiosos extremistas internos que él veía como una amenaza a su régimen – una parte de su supresión de la disidencia. Pero la descripción de Trump – de que Hussein “mataba terroristas”, y que lo hacía “tan bien” o de que era “tan bueno” en eso - simplemente no es creíble, especialmente dada la abrumadora evidencia del respaldo (financiero y operacional) por tanto tiempo de Hussein a grupos terroristas internacionales. Por tanto, le damos cuatro pinochos (mentira).

*Nota: este texto es una traducción de un artículo que se publicó originalmente en el Washington Post el 7 de julio de 2016, bajo el titular “Trump’s false claim that Saddam Hussein was ‘so good’ at ‘killing terrorists’

En el Detector de Mentiras publicamos esta versión traducida y adaptada con autorización del Washington Post. Sus fact-checkers mencionan pinochos haciendo referencia a la escala que usan para juzgar la veracidad de lo afirmado. Cuatro pinochos equivalen a mentira.

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