Hillary Clinton afirmó que para finales de los noventa el gobierno de Estados Unidos, en ese entonces liderado por su esposo, Bill Clinton, había creado 23 millones de nuevos empleos (ver min.: 1:35"40').
Según ella, en esta etapa:
"El ingreso familiar promedio aumentó 17% y para las minorías subió aún más".
¿Es cierto que la economía se disparó durante los mandatos de Bill Clinton y las minorías fueron las más beneficiadas?
Ciertamente. El buen desempeño de la economía en los años noventa se sostuvo gracias al incremento de los impuestos para las empresas y los contribuyentes con mayores ingresos, el crecimiento de la productividad y el desarrollo de la tecnología, entre otros factores. Estas medidas impulsaron la economía doméstica e impactaron la capacidad adquisitiva de los estadounidenses.
El empleo también aumentó. Según el Bureau of Labor Statistics, entre 1990 y 2000 se crearon 23,882,000 nuevos empleos, como aseguró Clinton.
El censo confirma que el aumento de la tasa de empleo también favoreció a los hispanos. El reporte de fuerza laboral, empleo y ganancia demuestra que la participación latina en el mercado laboral subió 2,4% de 1990 a 2000. De acuerdo con este informe, 67,4% de los hombres y mujeres latinos formaba parte de la fuerza productiva a principios de la década y 69,7% estaba trabajando para la llegada del nuevo milenio.
¿Cuánto ganaba una familia promedio?
Según el reporte del ingreso monetario de Estados Unidos de 2001, en general una familia promedio americana percibía $39,324 al año en 1990. Esa cifra subió a $43,327 en 2000. Esto implica un aumento porcentual de 9,3% en el ingreso familiar promedio y no 17% como aseguraba Clinton.
Ahora, ¿cuál fue el aumento por raza? Una familia blanca anglosajona percibía $41,016 en 1990 y $45,467 en 2000. Eso significa un aumento de 9,78%.
En el caso de las minoría las mejoras fueron más sustanciosas, como afirmó Clinton. Una familia latina promedio pasó de $29,326 a ganar $34,389 (lo que significa 14,7% más de ingreso), mientras una afroamericana pasó de $24,527 a $31,285 (es decir, 21,6% más).
¿Prosperidad para las minorías?
El Bureau of Labor Statistics confirma el florecimiento económico ocurrido durante los dos períodos de Bill Clinton en la presidencia, pero también evidencia la diferencia de ingresos entre los americanos según la raza.
En términos individuales, un trajador formal de raza blanca que laboraba jornadas de 8 horas diarias, percibió $8,632 más en promedio anual que en 1990; los afroamericanos $7,540 más y los hispanos $4,940 más.
El crecimiento porcentual de cada grupo indica que los afroamericanos consiguieron 30,6% más en las jornadas laborales de 8 horas, mientras los blancos lograron un aumento de 28,1%.
Los latinos quedaron de últimos en este aspecto, pues no sólo percibieron un aumento de 23,8% en el salario promedio (menor que el de los blancos anglosajones y los afroamericanos), sino que sus ingresos fueron considerablemente menores a los del resto de los trabajadores a tiempo completo.
Veredicto
La afirmación de la pre candidata liberal es casi verdad. Aunque la cifra de incremento de ingresos de una familia promedio es 9,3% y no de 17%, según nuestros datos, los señalamientos sobre el impulso económico para las minorías en la década de los noventa son ciertos. Las fuentes consultadas señalan que había más hispanos en el mercado laboral para el año 2000 que en 1990; también que su ingreso familiar aumentó 14,7% en ese período. A la par, destacan que los afroamericanos fueron el grupo minoritario más favorecido, pues a nivel familiar percibieron 21,6% más que en 1990 y sus ganancias por jornadas de 8 horas laborales, les permitieron ganar 30,6% más dinero.