El precandidato presidencial por el partido republicano, John Kasich, suele mencionar su desempeño como gobernador de Ohio como aval de sus aspiraciones presidenciales. En términos de generación de empleo, Kasich se adjudica la creación de 400 mil puestos de trabajo en el estado gracias a sus políticas. El domingo 24 de abril volvió a mencionar las cifras:

“Desde que llegué a Ohio, [...] ahora tenemos 420,000 nuevos empleos del sector privado luego de una pérdida de 350,000”.

¿Son verdaderas estas cifras?

Las cifras de Kasich son ciertas, ya que utiliza números del US Bureau of Labor Statistics que confirman que la economía del estado de Ohio ha recuperado alrededor de 400 mil empleos desde 2011. Pero hay discrepancias sobre cuán destacable es esta tendencia en comparación con el resto del país y qué medida se debe a las políticas del gobernador.

Kasich y el empleo

Desde que fue electo como gobernador de Ohio, en 2010, Kasich hizo de la recuperación económica del estado -duramente golpeado por la gran recesión de 2008- una prioridad de su gestión. Buena parte de lo hecho se basa en incentivos fiscales dirigidos a través de una corporación semiprivada de desarrollo laboral (Jobs Ohio), que según reportes ha entregado “$210 millones en subvenciones y préstamos a negocios mientras trabaja con la Agencia de Servicios de Desarrollo para ofrecer créditos e incentivos a empresas que prometan crear y preservar empleos”. La falta de transparencia es la principal crítica que suele recibir Jobs Ohio.

En la página web de su campaña electoral, Kasich deja ver la importancia que le da al empleo con un capítulo específico al respecto, donde insiste sobre el éxito de la experiencia Ohio. Pero en esa misma página se puede comenzar a ver el origen de las críticas que se le hacen al gobernador.

Para sustentar la afirmación de que la tasa de desempleo de Ohio está por debajo de la media nacional, se enlaza a un gráfico del Banco de la Reserva Federal de San Luis donde en efecto se observa lo dicho por la campaña de Kasich. Sin embargo, se enlaza a los números de junio de 2015, omitiendo que un mes después comenzó a revertirse la tendencia y desde enero de 2016 la tasa de desempleo de Ohio está un poco por encima de la nacional.

Tampoco se muestran los número antes de que Kasich llegara a la oficina, lo que impide al público enterarse que la tendencia a la baja de la tasa de desempleo del estado era anterior al comienzo de la administración Kasich. Además, a simple vista se observa una posible correlación entre el desempeño nacional del empleo con el comportamiento en Ohio.

La recuperación económica del estado bajo la administración Kasich no sólo ha seguido la tendencia nacional sino que se debe en mucho al paquete de estímulo económico pos recesión. Además, sus números suelen estar por debajo del promedio nacional. Según el economista George Zeller, por 40 meses seguidos la tasa de crecimiento del empleo de Ohio ha estado por debajo de la media nacional.

Así mismo, si bien los 400 mil empleos creados entre enero de 2011 y diciembre 2015 son la octava mayor cantidad por estado en ese periodo, Ohio es el séptimo estado de la unión en términos de población. Al ver el porcentaje de crecimiento de empleos en el sector privado, la administración Kasich ha logrado un 9.3%, cifra que lo coloca en el puesto número 22 del país.

Son muchos los análisis que matizan los resultados de la gestión Kasich en Ohio, por lo que sus cifras de empleo en el estado, si bien son ciertas no son tan buenas como el gobernador alega ni tampoco son del todo adjudicables a su desempeño.

Veredicto

Lo dicho por John Kasich es verdad, pero la verdad necesita un pequeño matiz en este caso. El gobernador habla de 420 mil empleos creados durante su gestión y los menciona como aval para un buen desempeño como presidente. Si bien los números son ciertos y oficiales, la retórica de Kasich exagera su importancia al mostrarlos como excelentes cuando son un número promedio, comparados con el resto del país, y al adjudicárselos al resultado de su gestión, cuando muestran un comportamiento bastante parecido a las tendencias nacionales.