Los atentados terroristas en Bruselas, Bélgica del 22 de marzo, que dejaron más de 30 muertos en una estación de metro y en el aeropuerto de la ciudad, volvieron a encender el debate político en torno al terrorismo en occidente.
Donald Trump, quien en repetidas ocasiones ha hablado de la amenaza terrorista vinculándola a la migración, dijo en diversas entrevistas que tanto Bruselas como otras grandes capitales de Europa, se han venido descuidando y ya no son lo que eran antes, y reiteró su promesa que de llegar a la Casa Blanca reforzaría las fronteras estadounidenses para tener cuidado de “a quién permitimos entrar a nuestro país”.
A pesar del respaldo generalizado hacia Bruselas tras los atentados, Trump fue duro y crítico con la considerada capital europea.
“Conozco bien Bruselas y Bruselas es un desorden total. No estoy hablando de los ataques de hoy, estoy hablando en general. Es una ciudad que solía ser una de las mejores, de las más hermosas y seguras en el mundo y ahora es una ciudad catastrófica, muy peligrosa, donde la policía tiene poco control”.
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Trump vs Bruselas
El testimonio del favorito para quedarse con la nominación republicana a la presidencia parece difícil de creer, al tratarse de la capital de un país altamente desarrollado, en donde se encuentran los principales organismos de la Unión Europea, así como la sede de la OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte).
Pero no se trata de la primera vez que Trump carga en contra de Bruselas, o de Bélgica. En enero 2016, en una entrevista con Fox Business News, el multimillonario señaló: “Estuve en Bruselas hace mucho tiempo, hace 20 años, tan hermosa, todo tan hermoso. Ahora mismo es como vivir en un infierno”.
Tras los atentados terroristas dijo, entre otras cosas, que en el pasado Bruselas no tenía crímenes y ahora “es una ciudad desastrosa, un desastre total”. También señaló que Bélgica “ya no es Bélgica, Bélgica no es la que conocimos”, y añadió a París en su lista: “París está casi tan mal. París ya no es la hermosa ciudad de las luces, París tiene muchos problemas”.
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¿Es Bruselas tan mala como Trump la pinta?
La tasa de asesinatos en Bélgica en lugar de crecer, se encoge. Para 2007 el índice de asesinatos por cada 100.000 habitantes era de 2.06, bajando a 1.77 en 2010, y 1.6 en 2013, de acuerdo a datos de la ONU y la Unión Europea.
Las cosas en Bruselas son un tanto distintas, pero la ciudad no parece ser “un infierno”, ni “un desastre”, o tampoco una “ciudad catastrófica”. En el año 2013, se produjeron 18 asesinatos, de acuerdo a Eurostat, para un índice de 2.94 asesinatos por cada 100.000 habitantes. La cifra es algo superior a la del resto del país, y también está por encima de otras metrópolis europeas, que no superan los dos asesinatos por cada 100.000 habitantes (París 1.85; Madrid 0.69; Viena 1.37, por ejemplo, en 2013).
Sin embargo, Bruselas sigue estando muy por debajo de los índices de violencia a nivel mundial. De acuerdo el Reporte Global de Homicidios de la ONU, en 2012 la ciudad tuvo 2.6 asesinatos por cada 100.000 habitantes, menos que la capital más segura de Suramérica, Santiago de Chile con un índice de 3.9, y casi la mitad del índice que mostró Nueva York, ciudad donde reside Donald Trump, de 5.1 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Además, Bélgica forma parte, y es pieza integral, de la Unión Europea, una comunidad regional conformada por 28 países. De estas 28 naciones, 26 tienen “desarrollo humano muy alto” de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, incluyendo a Bélgica que ocupa el puesto 21 entre las 188 naciones del mundo evaluadas.
Europa es una de las regiones más seguras del mundo, con un índice de tres asesinatos por cada 100.000 habitantes, menos de la mitad del promedio global, y la región con menor índice de impunidad: en 81% de los casos de asesinatos los responsables son sentenciados, muy por encima del promedio mundial de 43%, todo según el Estudio Global de Homicidios de la ONU de 2013.
¿Dos décadas de deterioro?
Trump dijo haber visitado Bruselas hace unos 20 años y que entonces era una ciudad libre de crimen, “de las más hermosas y seguras del mundo”. Los datos desmienten a Trump: la ciudad tenía los mismos o incluso más delitos hace 20 años que en la actualidad.
Por ejemplo, en el año 2000 se registraron 33 asesinatos en la capital de Bélgica. En 2001 la cifra subió a 41 y en 2002 a 68. Sin embargo, entre 2007 y 2013 (fecha más reciente con cifras oficiales de Eurostat) en ninguna oportunidad se registraron 30 o más asesinatos. Según la ONU, en la última década, el índice de asesinatos en Bruselas bajó de 3.1 a 2.6 por cada 100.000 habitantes, y en todo Bélgica el índice también bajó de poco más de tres a comienzos de siglo, a menos de dos asesinatos por cada 100.000 habitantes a inicios de la actual década.
Desde 1990 el Índice de Desarrollo Humano belga ha mejorado, pasando de 0.806 a 0.890, de acuerdo a la ONU, y el desempleo ha caído (a pesar de la crisis europea) desde 1996, de 9,7% a 8,3%.
Veredicto
La descripción hecha por Donald Trump sobre Bruselas y Bélgica es mentira. La ciudad, el país, y Europa en general, se ubican entre las más desarrolladas, las más ricas y las más seguras del mundo, y no han mostrado deterioro durante los últimos 20 años.
Curiosamente, la ciudad de residencia de Trump, Nueva York, tiene un índice de asesinatos más alto que Bruselas, aunque ambas están por debajo de los índices de violencia a nivel mundial.
Claro que no todo es color de rosa en Bruselas. A pesar de contar con menos habitantes que otras capitales europeas, la ciudad tiene índices de violencia y asesinatos superiores a los de la mayoría de metrópolis de Europa Occidental y de Europa en general.
El ataque terrorista del 22 de marzo se venía temiendo desde hace meses, sobre todo después de que se supo que muchos de los organizadores de la masacre en París de noviembre de 2015 residían en Bruselas, varios con nacionalidad belga.
El barrio de Molenbeek, con altos índices de pobreza y desempleo, ha estado en varias ocasiones en el centro del debate, y es conocido como “la capital yihadista de Europa”. De acuerdo a The Guardian, tanto los atacantes de París, como el hombre que intentó realizar un atentado dentro de un tren que se dirigía a Francia, como los organizadores del atentado en un tren en Madrid en 2004, vivían todos en Molenbeek. “Casi todas las veces, hay una conexión con Molenbeek”, dijo en noviembre pasado el Primer Ministro belga Charles Michel.