El proceso de designación del candidato presidencial del partido demócrata está cada vez más complicado o ya está decidido, dependiendo del punto de vista con que se esté de acuerdo. El senador Bernie Sanders dice que la contienda no está decidida y que llegará a la convención nacional con chance de ser el candidato, mientras que la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, da como un hecho su nominación.
Al respecto, en entrevista de este 19 de mayo, la precandidata comparó el actual proceso electoral con el de 2008, cuando ella perdió la candidatura ante el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama. En un momento de la entrevista, Clinton dijo que para el momento en que aceptó que Obama había ganado la candidatura, casi el 40% de sus seguidores no apoyaban al entonces senador.
“...alrededor de 40%, según encuestas de la época, alrededor de 40% de mis seguidores dijo que no lo apoyaría (a Obama)”.
¿Es cierto lo que dice Clinton de su seguidores?
Según informaciones de la época sí, e incluso hasta un porcentaje mayor de seguidores de Clinton afirmó que no apoyaría al entonces candidato demócrata Barack Obama.
Un poco de historia
En la entrevista citada, Clinton compara el proceso actual de selección del candidato demócrata con el de 2008, señalando que tal como Sanders, ella venía de una racha de victorias. De hecho, en mayo de 2008, Clinton ganó en Indiana, en Virginia Occidental por 41 puntos de ventaja y en Kentucky. Pero su derrota en Oregon le otorgó a Obama una mayoría inalcanzable de delegados.
Sin embargo, Clinton no declinó su candidatura en ese momento, esperando quizás una decisión favorable a sus aspiraciones sobre las primarias de Florida y Michigan. Pero no logró suficientes delegados para continuar en carrera, así que el 7 de junio (luego de otra victoria en Dakota del Sur) Clinton puso punto final a su campaña y llamó a la unidad partidista en torno a la figura y la candidatura presidencial de Obama.
Esa concesión y el apoyo al candidato Obama lució en su momento particularmente importante, porque en efecto las encuestas parecían augurar que los demócratas irían bastante desunidos a las elecciones.
Un artículo de CNN de la época comienza haciéndose la pregunta “¿Cuán profundamente dividido está el partido Demócrata?” para luego hacerse eco de encuestas a boca de urna tras las primarias de Indiana ganadas por Clinton, donde solo 48% de sus seguidores dijo que apoyaría a Obama. Incluso un tercio de sus partidarios dijo que prefería votar por el candidato republicano John McCain. En Carolina del Norte los que apoyarían a Obama si su candidata perdía eran todavía menos: 45%.
En encuesta de unos días antes, 50% de los seguidores de Clinton declaró que quedaría insatisfecho si el ganador de la candidatura era Obama, mientras que seis de cada 10 simpatizantes de Obama decían que estarían satisfechos si la candidata resultaba Clinton.
En los días en que ya la candidatura era un hecho, una encuesta reveló los números que cita Clinton en la entrevista de este 19 de mayo, en la que alrededor de 40% de sus simpatizantes decía que no apoyaría al virtual candidato Obama, e incluso un 17% de ellos decía que votaría por McCain. El artículo de prensa, también de CNN, titulaba que el nuevo trabajo de Clinton sería persuadir a sus seguidores de apoyar a Obama.
En julio de 2008 todavía un tercio de los seguidores de Clinton decía que prefería quedarse en casa el día de las elecciones e incluso hubo algunos que no se dejaron persuadir. El movimiento PUMA (siglas en inglés de Unidad Partidista Mi Trasero) incluso se registró como un comité PAC aunque con un acrónimo un poco más amigable: Gente Unida Significa Acción (People United Means Action). Su miembros no aceptaban que Clinton quedase fuera de la carrera hacia la Casa Blanca.
En noviembre de ese año, 16% de los votantes de McCain dijo que de haber sido Clinton la candidata hubiese votado por ella.
Un salto a 2016
La retórica actual es parecida. Encuestas de abril dicen que 1 de cada 4 simpatizantes de Sanders no votaría por Clinton de ser ella la candidata demócrata. Lo que quizás sea diferente es que el simpatizante de Sanders suele sentirse más desafecto hacia el partido demócrata que el de aquel entonces por Clinton, lo cual podría hacer mucho más difícil de lo que fue en 2008 que ese simpatizante acepte y apoye la candidatura rival en caso de no ser Sanders el candidato a la presidencia.
Veredicto
En efecto, lo dicho por Hillary Clinton es verdad. Al momento en que ella declinó su candidatura en favor del senador Obama, varias encuestas señalaban que un 40% de sus seguidores no apoyaría al candidato demócrata. Clinton trabajó desde el momento de su apoyo a Obama por la unidad partidista, aunque en las elecciones de noviembre de 2008 hubo simpatizantes de la candidata que votaron por su rival republicano.