Dina siente intensamente el sufrimiento de su gente, y piensa que la respuesta de los líderes del mundo frente al conflicto sirio es errónea. En lugar de discutir acerca de cómo manejar la crisis de los refugiados, Dina cree que los gobiernos deberían contribuir a buscar una solución que ponga freno a la guerra en Siria con urgencia. “Aceptar refugiados, ser un refugiado, son cosas que no son buenas para nadie. La solución se encuentra en Siria, no fuera de Siria”, argumenta Dina.

Por ahora, ella se conforma con haber llegado a un buen campo de refugiados, y agradece que los alemanes la hayan recibido de buena manera, y estén cuidando de ella. Lo que anhela es ser reubicada del campo donde vive actualmente —en un área industrial en las afueras de la ciudad de Colonia—, y recibir una respuesta positiva a su solicitud de asilo, para así poder retomar sus estudios y convertirse en una periodista profesional.