mayo 24, 2016 • Verificado por: Luis Alejandro Ordóñez
Trump: Clinton quiere abolir el derecho a poseer y portar armas
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Donald Trump

LOUISVILLE, KY - MAY 20: Republican presidential candidate Donald Trump speaks at the National Rifle Association's NRA-ILA Leadership Forum during the NRA Convention at the Kentucky Exposition Center on May 20, 2016 in Louisville, Kentucky. The NRA endorsed Trump at the convention. The convention runs May 22. (Photo by Scott Olson/Getty Images)

(Scott Olson/Getty Images)

El virtual candidato republicano recibió el respaldo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y el 20 de mayo dio un discurso ante miembros de la asociación, donde repitió una y otra vez que la aspirante a la nominación demócrata, Hillary Clinton, quiere abolir la Segunda Enmienda.

“Hillary Clinton quiere abolir la Segunda Enmienda, sólo recuerden eso, no estamos hablando de cambios, ella quiere abolir la Segunda Enmienda”.

Fue su tema fuerza a lo largo del discurso pues lo repitió en diversas ocasiones.

“La Segunda Enmienda está bajo amenaza como nunca antes. ‘Crooked’ Hillary Clinton es el candidato más antiarmas y anti Segunda Enmienda que alguna vez ha aspirado a la presidencia y, como dije antes, ella quiere abolir la Segunda Enmienda, ella quiere quitarles sus armas a ustedes, ella quiere abolirla, sólo recuerden eso”.

¿Es verdad que Clinton tiene planes de abolir la Segunda Enmienda?

No. Tiene planes de regulaciones más estrictas sobre la venta y la tenencia de armas, pero sin tocar la Segunda Enmienda, y respecto a esto se debe ahondar un poco más.

¿Qué dice la Segunda Enmienda?

La Segunda Enmienda es muy corta y dice lo siguiente:

Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido.

El debate sobre el rol de la Segunda Enmienda ante los retos de la seguridad personal en el presente es muy amplio, pero resumiendo lo dicho por Trump, él promete no sólo no tocar la Segunda Enmienda sino cultivarla, mientras acusa a Clinton de querer abolirla y de querer quitarle a los ciudadanos, especialmente a las mujeres de bajos recursos, la única posibilidad que tienen de defenderse de los crímenes violentos que suceden en sus comunidades, como dijo en otro momento de su intervención ante la NRA.

¿Cómo se hace una reforma constitucional?

Una enmienda es una ampliación o corrección al texto constitucional que una vez aprobada se vuelve parte integral de la Constitución, por lo que para cambiar una enmienda se debe seguir el mismo proceso que con el texto original, es decir, se debe enmendar una enmienda.

Al respecto, hay un antecedente: la Vigésimo Primera Enmienda derogó la Enmienda Dieciocho, y con ello se puso fin a la prohibición de la fabricación, venta y transporte de alcohol que rigió en Estados Unidos desde 1920 hasta su derogación en 1933.

El proceso de cambio constitucional está establecido en el artículo 5 de la Constitución:

El Congreso, cuando quiera que dos tercios de ambas Cámaras lo consideren necesario, propondrá enmiendas a esta Constitución, o, bajo la aplicación de las Asambleas Legislativas de dos tercios de los diversos estados, convocará una Convención para que proponga enmiendas, las cuales, en cualquier caso, serán válidas para todo intento y propósito, como parte de esta Constitución, una vez ratificadas por las Asambleas Legislativas de tres cuartos de los Estados, o por Convenciones en tres cuartos de los mismos, según uno u otro modo de ratificación sea propuesto por el Congreso; considerando que ninguna enmienda que sea hecha antes del año mil ochocientos ocho podrá afectar en forma alguna a las cláusulas primera y cuarta de la novena sección del artículo primero; y que ningún estado, sin su consentimiento, será privado de su igual sufragio en el Senado.

Así, para enmendar la Constitución se necesita primero que una mayoría calificada tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, o que los congresos de al menos 33 estados propongan la enmienda; y luego que al menos 38 estados o convenciones en esos estados la aprueben. Al respecto, entonces hay que decir que la enmienda constitucional no es iniciativa del poder ejecutivo y que es un proceso que difícilmente un candidato en contienda asuma como parte de su campaña. No sabemos qué piensan los candidatos sobre abolir la Segunda o cualquier otra enmienda de la Constitución porque en la práctica no ganan nada con hacer de eso un tema de su plataforma electoral.

Hay quienes piensan que la Constitución puede ser modificada de otra manera, a través de regulaciones del poder ejecutivo y la interpretación constitucional que el poder judicial le dé a esas regulaciones, bajo la doctrina de la supremacía judicial, y de hecho hay quienes aseguran que eso está pasando con la Segunda Enmienda.

Las posiciones y propuestas de Clinton

Tan recientemente como octubre de 2015, Clinton dijo que valía la pena tomar en consideración restricciones en la posesión de armas al estilo de países como Australia, pero también señaló que no tiene suficientes detalles de cómo funciona esto y cómo se podría implementar.

Pero también ha dicho que “no podemos ignorar la Segunda Enmienda y no podemos ignorar el hecho de que 33 mil personas mueren al año por armas de fuego. Y pienso que somos suficientemente inteligentes para encontrar una forma de hacerlo”, probablemente dando a entender que los cambios que se hagan en la legislación sobre armas de fuego en el país habría que hacerlos dentro de los límites de la Segunda Enmienda.

En su plataforma electoral, Clinton tiene un punto especial para la prevención de la violencia con armas de fuego. Entre sus propuestas incluye aumentar el número de ventas de armas susceptibles a la verificación de antecedentes, eliminar la inmunidad a demandas de los vendedores de armas y revocar licencias de quienes con conocimiento vendan armas a testaferros y traficantes. Además, impedir la compra de armas a personas con antecedentes de abuso doméstico, hacer de la compra de armas como testaferro un delito federal, fortalecer la legislación en torno a la compra de armas por personas con problemas mentales y mantener las armas de guerra fuera de las calles.

Por supuesto, Clinton no dice nada en su plataforma sobre iniciar algún tipo de trabajo en el Congreso o en los estados para que estos presenten una propuesta de reforma constitucional, por lo que el creer que Clinton está proponiendo la abolición de la Segunda Enmienda tendrá que ver con la posición personal del lector, si piensa que estas medidas más una Corte Suprema favorable al control sobre la tenencia de armas significarían en la práctica la abolición de la Segunda Enmienda. Quizás en el fondo es lo que piensa Trump, pues en su discurso también retó a Clinton a presentar una lista de sus posibles nominados a la Corte Suprema de Justicia.

Veredicto

Lo dicho por Trump debemos considerarlo una casi mentira. No hay una propuesta por parte de Clinton de enmienda constitucional, pero hay una corriente de pensamiento que considera que el Poder Ejecutivo a través de las regulaciones y los decretos presidenciales, aunado a un Poder Judicial que utilice sus interpretaciones y sentencias para preservar esos decretos son suficientes para en la práctica llevar a cabo una especie de enmienda, en este caso de derogación de la Segunda Enmienda. Las medidas que propone Clinton sobre control de armas y protección ciudadana frente a la violencia por arma de fuego hacen que lo dicho por Trump tenga recepción en una parte del electorado.

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