El republicano Marco Rubio, quien defiende ideas antiabortistas en su campaña política, atacó en CNN a Donald Trump porque, según él, “comparte las posiciones de Hillary (Clinton) sobre Planned Parenthood” (en inglés, dijo textualmente: "someone who shares Hillary’s positions on Planned Parenthood”).
¿Será cierto eso?
No precisamente. Tanto Trump como Clinton apoyan a Planned Parenthood, sí, pero con posiciones muy distintas con respecto a las prácticas abortivas que promueve esa organización.
Planned Parenthood es una institución sin fines de lucro ni filiación política que difunde la salud reproductiva y la educación sexual.
Dentro de sus servicios, el más polémico es el de practicar abortos. Ahí es donde se parten los mares ideológicos con respecto a la precandidata demócrata.
Trump dice en televisión, con entusiasmo, que apoya Planned Parenthood por su promoción de la salud en las mujeres. Eso sí, su opinión viene acompañada de un “pero” muy grande: el empresario no apoya que Planned Parenthood practique abortos.
De hecho, el candidato republicano sostiene que quitaría financiamiento a esa organización en lo que a abortos respecta.
Trump afirma ser “pro-vida” y de ahí él deriva que está “totalmente en contra del aborto”, pero rescata los demás tratamientos de salud de Planned Parenthood al decir que “millones y millones y millones de mujeres-cancer cervical, cancer de seno-son ayudadas por Planned Parenthood"
Trump prosigue: "Diga lo que quiera, pero ellos tienen a millones de mujeres en Planned Parenthood que son ayudadas grandemente. Yo lo desfinanciaría por el factor aborto, que dicen que es de 3%, yo no sé cuál es el porcentaje”.
Estas afirmaciones de Trump generaron polémica porque los conservadores tienen, en general, malos ojos para Planned Parenthood. Por eso, los matices que pone el multimillonario en esas frases despiertan los ataques de Rubio, quien mantiene ante el público un mensaje de recobrar los orígenes republicanos.
Aunque reciba golpes de Rubio, la postura de Trump podría responder a una estrategia de fidelidad con su base de votantes, la cual, obviamente, no quiere perder.
Según dio a conocer el diario inglés The Guardian, los ciudadanos que siguen a Trump son “en general, más viejos, blancos, menos conservadores, menos educados y, según votaciones previas, menos propensos a salir a votar que quienes apoyan a sus candidatos rivales”
Esos votantes pobres se ven beneficiados por los servicios de salud (cáncer de seno y de cérvix) de Planned Parenthood que Trump elogia públicamente, y a ellos no les gustaría perder esos servicios.
¿Y Hillary?
Mientras Trump elogia a Planned Parenthood pero condena sus tratamientos abortivos y promueve cortarle el dinero para esa práctica en concreto, Hillary Clinton elogia por completo a tal organización. Y el sentimiento es mutuo: por primera vez en 100 años de existencia, Planned Parenthood otorgó apoyo público a un candidato presidencial en unas elecciones primarias.
Algo indudable es que Clinton no tiene problema alguno con el aborto legal y seguro, y eso lo ha hecho público con total claridad.
Según el sitio ontheissues.org, la demócrata hizo la siguiente afirmación este año:
“Los políticos no tienen que interferir con las decisiones personales de salud de las mujeres. Me opondré a los esfuerzos para hacer retroceder al acceso de las mujeres a salud reproductiva, incluyendo los esfuerzos republicanos para "desfinanciar" Planned Parenthood. Como presidenta, yo defenderé a Planned Parenthood y el acceso de las mujeres a servicios de salud críticos, incluyendo el aborto legal y seguro"
Veredicto
Es mentira que Trump y Clinton comparten la misma postura sobre Planned Parenthood. El punto clave de disidencia es el aborto, precisamente uno de los temas más sensibles. Clinton abraza por completo la prácticas de esa organización, mientras Trump rescata los servicios de salud que no incluyan prácticas abortivas.